Lo que hay que tener en cuenta de la Zona de Bajas Emisiones

Inmaculada López Martínez
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A efectos prácticos, el cambio más notable que introduce la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones es la prohibición de circular por la misma si no es con el objetivo de estacionar el vehículo

El acceso para estacionar en la ZBE está restringido a los vehículos que dispongan de etiquetas B, C, ECO y Zero de la DGT. - Foto: Javier Pozo

A efectos prácticos, el cambio más notable que introduce la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) es la prohibición de circular por la misma si no es con el objetivo de estacionar el vehículo. Así, por ejemplo, si un conductor quiere dirigirse desde la plaza de Santo Domingo hasta la Plaza de España no podrá hacerlo atravesando la almendra del casco histórico sino por calles periféricas como, en este caso, sería el trayecto paseo Doctor Fernández Iparraguirre-Cuesta del Matadero-Avenida del Ejército.
Además, el acceso para estacionar en la ZBE está restringido a los vehículos que dispongan de las etiquetas B, C, ECO y Zero de la Dirección General de Tráfico (DGT). Podrán hacerlo, aunque no cuenten con este distintivo ambiental, todos los vehículos de vecinos empadronados en el área afectada, así como propietarios de garajes, trabajadores, dueños de negocios, taxis y vehículos de servicio. Además, se extenderán autorizaciones especiales para los residentes (contarán con hasta con 10 invitaciones para el acceso de familiares o visitantes cada mes por una duración de 24 horas) y para los padres o tutores del alumnado matriculado en los tres centros educativos de la zona (Maristas, Sagrado Corazón y Liceo Caracense), con hasta un máximo de tres matrículas por estudiantes a fin de permitir el acceso en el horario escolar (de 7,00 a 10:00 y de 12,00 a 17,30 horas). 

Acceso

En realidad, prácticamente todos los conductores guadalajareños tendrán posibilidad de acceder a este área, pues se estima que tan sólo el 1,7 por ciento del parque automovilístico de la ciudad no cumple las condiciones para disponer de una de las etiquetas medioambientales de la DGT, que son los de gasolina anteriores al año 2000 y los de diésel anteriores al año 2006. Asimismo, el Consistorio dará de alta de oficio en la plataforma digital de la ZBE a las matrículas de los vehículos con domicilio fiscal en la zona y el resto de los vehículos con excepciones podrán hacerlo en la página web específica (www.ZBE.Guadalajara.es), que todavía no se encuentra operativa y también habrá atención personal en el ayuntamiento.
Otra de las modificaciones más relevantes que incorpora este nuevo espacio de movilidad afecta al aparcamiento porque las aproximadamente 90 plazas de estacionamiento libre (blancas) se transformarán en plazas de zona azul o roja.  Así las cosas, aparcar en la ZBE acarreará un coste, excepto para los residentes, ya que habrá que hacerlo o bien en zona azul o bien en alguno de los cuatro aparcamientos públicos de pago existentes en este área (plaza de Santo Domingo, plaza de Dávalos,  El Carmen o Plaza Mayor). Respecto a esta cuestión, el concejal de Infraestructuras, Santiago López, explica que el cambio de las plazas de estacionamiento libre por regulado se realizará cuando se adjudique el nuevo contrato de la ORA que, en estos momentos, se encuentra en fase de redacción. «Se está preparando y contempla nuevos parquímetros, una regulación especial en la ZBE y otra en la zona periférica y otras novedades», avanza.

Además, López añade que el nuevo pliego de condiciones del servicio de transporte público, también en fase de redacción y cuya licitación está prevista en unos meses, contemplará la realidad de la ZBE. Sobre esta cuestión, la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo considera que, dadas las restricciones de movilidad que conlleva este área, es preciso implantar alguna línea urbana de microbús (dada la dificultad de movilidad de los autobuses grandes en el casco antiguo) que recorra sus principales vías.

El 1 de mayo comenzará a funcionar la plataforma informática que permitirá el registro de matrículas para los vehículos que están exentos de las restricciones de circulación, así como los servicios informativos (presencial, telefónico y telemático) para atender todas las peticiones y dudas ciudadanas.

El Eje Cultural, en 10 minutos

La ZBE de Guadalajara afecta a una superficie de 718.000 metros cuadrados, delimitada por el perímetro comprendido por el Paseo Fernández Iparraguirre, La Carrera, Avenida de Barcelona, Calle Córdoba hasta la Avenida de Aguas Vivas, sube por el lateral del Barranco del Alamín, Plaza de España, avenida del Ejército y Cardenal González de Mendoza para conectar de nuevo con el Paseo de las Cruces. Estas calles limítrofes no están afectadas por la ZBE. También se ha excluido, y se puede circular libremente, por el Eje Cultural (Ramón y Cajal e Ingeniero Mariño), siempre que no se tarde más de 10 minutos en atravesarlo. En caso de que haya atasco o accidente, se retiraría las multas. La ZBE es también un objetivo incluido en los Planes de Movilidad Urbana Sostenible, ahora en exposición pública. 

Cámaras y medidores de aire

El Ayuntamiento de Guadalajara ya ha realizado toda la obra y actuaciones civil derivadas de la ZBE, entre las que se incluye la instalación de la señalética (ya a la vista para la información de conductores y peatones), la fibra óptica soterrada y la puesta en marcha de las 80 cámaras que controlarán la entrada y salida de los vehículos.  Se trata de una inversión cercana al millón de euros  justificada en la gestión de los Fondos Europeos. Además, se han instalado medidores de calidad de aire, ya que uno de los principales objetivos de las zonas de bajas emisiones es reducir la contaminación atmosférica. En el caso concreto de Guadalajara, que no es una ciudad con problemas en este sentido, se calcula que la contaminación se reducirá un 14 por ciento con la restricción al tráfico en el área afectada.