¿Qué es lo que quiero realmente? ¿Cuáles son mis sueños? ¿Qué me permito? Son las preguntas que plantea la prestigiosa psicóloga, coach, poeta y columnista Natalia de Barbaro en su libro En mi vida falto yo, una guía para que las mujeres se reencuentren consigo mismas con el fin de convertirse en las únicas y verdaderas protagonistas de sus vidas.
La autora, que colabora con algunas de las revistas y los periódicos más destacados de Polonia, ofrece un texto psicológicamente honesto y conmovedor sobre el viaje que realiza una mujer para conocerse. Una lectura para todas aquellas madres, abuelas e hijas que tienen demasiadas obligaciones, que sienten que podría haber más alegría en su día a día.
Y es que, pese a la aparente libertad de la que goza el colectivo femenino en el mundo occidental, se siguen imponiendo roles nocivos que impiden a una ser ella misma. He ahí el quid de la cuestión, pues «todo lo que hacemos por miedo nos aleja de nosotras», defiende la escritora.
El camino para volver a conectar con una mismaEn mi vida falto yo (Ediciones Destino) acaba de publicarse en España, pero lo cierto es que ha pasado un año desde que su «conversación» -que es el término con el que prefiere describir el libro- vio la luz en Polonia, donde se ha convertido en la guía de desarrollo más vendida y comentada. Desde entonces, acumula más de 600.000 lectores y ha sido traducida en nueve países. Pronto saldrá a la venta en Rusia y Croacia.
Durante muchos años, De Barbaro ha impartido talleres y ha trabajado de forma individual con mujeres que acuden a ella agotadas por los roles que les obliga a desempeñar el estricto mundo patriarcal. Así, la autora describe tres arquetipos que se construyen en base a los estándares de la sociedad y que controlan el comportamiento y la toma de decisiones: la dócil, la mártir y la reina de las nieves.
Los tres roles asumidos
La primera es sumisa, la chica buena que asume que es más débil, que siempre dice que sí a todo y no quiere causar molestias innecesarias con su presencia. También está aquella que se sacrifica por otros y, consciente de ello, se victimiza constantemente, lo que le impide ser verdaderamente feliz.
Por último, la reina de las nieves no se permite momentos de debilidad, es muy exigente consigo misma, pero también lo es con los demás. «Es la manera que ha encontrado para sobrevivir: congelar su corazón y lanzarse a una lucha a vida o muerte», reza la coach en una de las páginas de su libro.
«Estos roles nos hacen la vida imposible», defiende la autora, que quiere dejar claro que «ni ser víctima ni ser sumisa ni estar congelada es el estado natural de una mujer». Por eso, su objetivo es cambiar esos estados que impiden «encontrar nuestra propia voz y expresarla».
«Muchas de nuestras madres y abuelas se quedaron atrapadas en estas narrativas porque no conocían otras», por suerte - tal y como reconoce-, se está produciendo en la actualidad «un cambio claro en las mujeres: más confianza, un centro fuerte y mejor calidad del vínculo consigo mismas». «Tengo la sensación -y la esperanza- de que hoy en día la mayoría de los padres educan a las niñas para que sean más libres que antes», señala.
No obstante, quiere dejar claro que no hay edad para el cambio. De hecho, su libro pretende demostrar que «aunque nos alejemos mucho de nosotras mismas, siempre podemos encontrar el camino de vuelta». Es por eso que se ha propuesto ayudar a todas aquellas que así lo deseen, pero avisa: «buscar maestros, guías e inspiración en el exterior solo funciona si va a acompañado de una búsqueda hacia el interior».