Austeridad es la palabra con la que los equipos de LaLiga han actuado en este mercado de invierno. Es la ventana con menos gasto en 11 años y las 37 altas registradas han costado 26,1 millones, lo que deja a nuestra competición como la 16ª del mundo que menos ha invertido. Muy lejos de sus competidoras directas (475 la Premier inglesa, 228 la Serie A italiana, 201 la Ligue 1 francesa o 169 la Bundesliga alemana), pero también por debajo de torneos menores como Rusia, Bélgica, México, Turquía o Brasil, e incluso las Segundas Divisiones Inglesa o Alemana.
En una tabla objetiva, puro dato, solo el Manchester City ha gastado ocho veces más que los 20 equipos de Primera. Los de Guardiola, en la mayor crisis deportiva de su historia moderna, han invertido 218 millones de euros, triplicando a sus inmediatos seguidores en el 'ranking' invernal: el Al-Nassr (77 por Jhon Durán, el fichaje más caro de esta ventana), el Rennes (75) y sus nueve altas, o el PSG y los 70 millones para Kvaratskhelia. Es la segunda mayor cifra en un mercado de enero tras los 329,5 millones gastados por el Chelsea en la 22/23.
El cuadro 'skyblue' ha tirado la casa por la ventana buscando luz en medio de una oscuridad que nadie esperaba. La lesión de Rodri dejó cojo a todo un equipo, que sufrió horrores para meterse entre los 24 primeros de la Champions (11 puntos sobre 24 posibles, e iba perdiendo en el descanso de su último encuentro ante el Brujas) y que en la Premier es quinto a 15 puntos del Liverpool y con un bagaje de goles en contra (35 en 24 partidos) como no se recuerda a un bloque dirigido por el catalán.
Envejecer
Tras la última debacle ante el Arsenal (5-1), Guardiola dejó una frase lapidaria: «Es obvio que hay jugadores que están envejeciendo, el entrenador está envejeciendo...». Un análisis que invita no solo a la reflexión, sino también al 'plan renove' en el núcleo de la plantilla más laureada en la historia del club. Siete futbolistas pasan de los 30 años, y algunos tan determinantes como De Bruyne (33), Silva (31), Gündogan (34) o Kovacic (30) en el mediocampo.
Con este panorama, el City ha decidido hacer en enero lo que no hizo en verano, cuando apenas gastó 25 millones en el 'rescate' de Savinho (Girona). Con la obligación de entrar entre los cuatro primeros a final de curso y el duelo de dieciseisavos de final de la Champions ante el Real Madrid a la vuelta de la esquina, ha acometido seis altas en enero, ninguna por encima de los 25 años que marca Omar Marmoush: el egipcio, que se salía en el Eintracht con 20 goles y 14 asistencias en 26 duelos, recala en el Etihad a cambio de 75 'kilos'.
El fichaje 'nuclear' para Guardiola, de todas formas, es el de Nico González (Oporto) y los sorprendentes 60 millones de euros que suelta la entidad cuando el valor del canterano azulgrana, según Transfermarkt, es de 18. Pep quiere un pivote a toda costa. Ni Kovacic ni Gündogan tienen las características de Rodri… y algunas de ellas están presentes en el español, que a sus 23 años ha firmado hasta junio de 2029.
La enorme cantidad de goles que encaja el club 'citizen' le ha obligado a reforzar la última línea con tres centrales: el uzbeko Khusanov, de solo 20 años y una de las revelaciones de la Ligue 1 con el Lens, costó 40 millones de euros (a cambio, el City ha cedido a Juma Bah al cuadro francés: lo fichó del Valladolid el pasado día 28 de enero por seis millones). Han apostado 37 millones por Vitor Reis, un zaguero de solo 19 años que llega procedente del Palmeiras y que destacó con la sub'17 brasileña. Y, para el lateral zurdo, Guardiola quiere probar a McFarlane, que a sus 18 años llega desde el New York City. Savia nueva para un proyecto que huele a viejo y puede estrellarse de gravedad (ante el Real Madrid) en apenas dos semanas.