Las imágenes de cientos de turistas agolpándose en las calles de Santorini por una foto -especialmente en los meses de verano- choca con la realidad que atraviesa actualmente este territorio griego. Los terremotos que están teniendo lugar en el mar Egeo han encendido las alarmas de la población, hasta el punto de que 11.000 de sus 15.000 ciudadanos censados ya han abandonado la isla, dejando una estampa fantasmagórica.
Algunos de los pocos habitantes que todavía no habían huido lo hicieron ayer por vía aérea, ya que los fuertes vientos en la zona siguieron mantienen los barcos amarrados en el puerto.
En unas imágenes que evocan el período de la cuarentena por la pandemia, los dos pueblos más grandes y turísticos de Santorini, Oia, y Fira, amanecen totalmente desiertos. Los únicos que permanecen son algunos turistas «valientes» y muy pocos residentes.
«Todos se están yendo, imagínate que no encuentro a nadie para que me diga algo», declara Yeorgia Diela, periodista en dos medios locales y que vive allí desde hace años. «Una parte de los habitantes se habían ido de vacaciones antes de que empezara la temporada de primavera», señala, y explica que, después de que empezaran los seísmos, han decidido posponer su regreso.
Por su parte, el primer ministro griego pidió el pasado miércoles por segunda vez en dos días a los isleños que «mantengan la calma» y que obedezcan a las instrucciones de las autoridades, mientras asegura que el Estado «está preparado para cualquier posibilidad».
Temor a un tsunami
En el pueblo costero de Monólithos, los lugareños están levantando diques con sacos de arena para proteger los edificios situados frente al mar. Lo que temen es un posible tsunami provocado por un terremoto más fuerte, como el de magnitud 7,5 que en 1956 provocó una ola de 30 metros que causó la muerte de 53 personas.
Más de 6.400 temblores se han registrado en la zona marítima entre Santorini y Amorgos entre el 26 de enero y el 3 de febrero y los expertos coinciden en que probablemente los seísmos seguirán sacudiendo la isla durante algunas semanas, quizás meses.
Mientras, la amenaza de una reactivación volcánica está presente. La agencia estatal AMNA avisa que se ha detectado algún cambio en el volcán, si bien señala que en 2011 se registró una actividad similar que finalmente se detuvo sin producirse una erupción. Además, los expertos alertan de que hay un «alto riesgo» de que se registren deslizamientos de tierra a lo largo de toda la caldera volcánica de Santorini.