La Jefatura Superior de Policía de Castilla-La Mancha incorpora desde este mes un total de 34 alumnos de la XXXIX promoción de Escala Básica, que llevarán a cabo la última fase de su formación en las diferentes Comisarías de la región.
Del total de alumnos que han elegido Castilla-La Mancha para formarse, la Jefatura Superior de Castilla-La Mancha con sede en Toledo acogerá a nueve de ellos, mientras que las Comisarías provinciales de Albacete, Ciudad Real, Guadalajara y Cuenca acogerán a cinco, el mismo número que la Comisaría Local de Puertollano. Con este periodo de prácticas los nuevos agentes afrontan la última fase de su formación, en la que conocerán de primera mano los servicios que se ofrecen a los ciudadanos en cada Comisaría, prestarán servicio en todas las áreas operativas y bajo la supervisión de un tutor, pondrán en práctica los conocimientos que han adquirido durante el curso académico de la Escuela Nacional de Policía con sede en Ávila.
Responsabilidad, dedicación, integridad, espíritu de equipo, decisión y corrección en el trato hacia los ciudadanos y los propios compañeros, son los valores que deberán demostrar los aspirantes a formar parte de la Policía Nacional.
Proceso de selección: igualdad, mérito y capacidad
El camino que tienen que superar los aspirantes a la Escala Básica de la Policía Nacional (categoría de Policía) comienza con la fase de oposición libre. Una vez aprobada, se consideran policías-alumnos y se incorporan a la Escuela Nacional de Policía de Ávila, donde realizan un curso académico en régimen de internado de nueve meses de duración, fase que es además de selectiva, irrepetible.
Finalizada la formación en la Escuela, los futuros agentes inician el periodo de prácticas en diferentes plantillas de España, la última fase del proceso de selección, que dura otros doce meses. Superada esta última fase, tiene lugar el acto de Juramento o Promesa con el que se formaliza la toma de posesión del cargo como funcionario de Policía Nacional.