En Castilla-La Mancha la gran mayoría de las empresas son pequeñas. Por tamaño, ocho de cada diez sociedades son microempresas. Y aquí el tamaño importa, pues solo representan el 15 por ciento de la facturación total. En cambio, en cuanto a las empresas grandes, suponen el uno por ciento del total, pero representan el 27 por ciento de las ventas. Este es uno de los datos más llamativos que se extraen de la analítica Insight View, según publica Iberinform, que es una consultora especializada en ayudar a las empresas a identificar oportunidades de negocio y también riesgos.
Cuando la radiografía se hace por provincias destaca Toledo, que acapara una tercera parte tanto en número de sociedades, con un 34 por ciento, como en facturación, alcanzado el 33 por ciento. Albacete destaca con un 22 por ciento de empresas y un 23 por ciento de facturación. Ciudad Real contabiliza el 23 por ciento de las empresas de la región, que representan el 20 por ciento de la facturación. Cuenca cuenta con el 11 por ciento de las compañías, con una facturación que supone el 12 por ciento del total. En Guadalajara está el 10 por ciento de las empresas de la región y su facturación representa el 12 por ciento de la cifra de negocio regional.
La madurez es un grado y los dato reflejan que el veinte por ciento de las empresas tiene más de 25 años a sus espaldas y representa la mitad de la facturación. Un 37 por ciento del tejido empresarial está formado por compañías de menos de diez años. Su facturación representa el 13 por ciento del total.
Por sectores, detaca que el 22 por ciento de las empresas son de construcción y sector inmobiliario, el 22 por ciento de comercio, el 11 por ciento de la industria, el 9 por ciento del sector de servicios a la empresa, el 8 por ciento en hostelería y el 7 por ciento del sector primario. Ahora bien, en cuanto se nura la facturación el orden cambia. Lidera la lista la industria con el 37 por ciento, seguido del 34 por ciento del comercio. La construcción y las inmobiliarias tienen una cuota de facturación del 10 por ciento, el sector primario del 5 por ciento y la hostelería del 2.
Uno de los datos más llamativos es que casi una cuarta parte de las empresas presenta un riesgo de impago máximo o elevado. El porcentaje concreto es de un 23 por ciento y la buena noticia es que la proporción ha bajado un punto en comparación con 2023, aunque todavía no está en las cifras de antes de la pandemia.