Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Ganadores y perdedores

20/11/2024

Se sabe que en las negociaciones europeas nada está acordado hasta que todo está acordado y que en el nombramiento de Teresa Ribera como 'número dos' de la Comisión Europea va a ocurrir lo mismo, con muchas posibilidades de que, finalmente, acabe ocupando el puesto para el que fue designada por el gobierno español. Pedro Sánchez ha movido ficha y la seguirá moviendo en las entrevistas que mantenga con los líderes europeos presentes en la cumbre del G-20 que se celebra en Brasil para lograr su objetivo. El precio a pagar es la aceptación por los socialistas europeos del candidato a comisario de Cohesión, el italiano Raffaele Fitto, propuesto por la ultraderechista Giorgia Meloni, de tal forma que todo quedaría según estaba planificado y aceptado por Ursula von der Leyen y se habrá salvado la primera crisis de la nueva Comisión Europea y el acuerdo básico entre los principales partidos europeistas, pero obligados a reconocer el ímpetu que ha tomado la ultraderecha en Europa y a contar con comisarios eurófobos.

Si Teresa Ribera, que comparecerá el miércoles en el Congreso, acaba como la española que más poder político acumulará en la construcción europea en todos los tiempos, la crisis en ciernes habrá dejado como vencedores a Ursula von der Leyen, -en su batalla particular con el presidente del PPE, su compatriota Manfred Weber,- a Pedro Sánchez que habrá visto refrendada su apuesta frente al intento del líder del PP nacional, Alberto Núñez Feijóo, que ha hecho de la caída de Ribera una cuestión personal para equiparar su responsabilidad a la de Carlos Mazón en la gestión de la DANA, y a Giorgia Meloni que ve como se puede levantar el veto sobre su comisario.

Por salvar a Mazón, a pesar de que cada vez le pone más deberes sobre su actuación futura y ha vuelto a su posición de los primeros días después de las inundaciones de un apoyo matizado sin exigirle la dimisión, Feijóo se ha aliado con Weber que no oculta su deseo de sustituir a socialistas y liberales en la construcción europea por los renacionalizadores de la extrema derecha, que pone de manifiesto que, llegado el caso estaría dispuesto a repetir la misma jugada en nuestro país y tras la retirada de Vox de los gobiernos autonómicos por sus discrepancias en materia migratoria volver a armar acuerdos con Santiago Abascal.

Feijóo ha apostado tan fuerte en el descabalgamiento de Teresa Ribera que todo lo que no sea lograr su objetivo será un fracaso colosal, mostrará su altura política capaz de perjudicar a nuestro país por salvar a Carlos Mazón, y demostrará que aún le queda mucho camino que recorrer para tener predicamento en Europa, donde aparecerá no como su consejero áulico de Manfred Weber sino como su subalterno.

Por supuesto, Sánchez también se ha dejado pelos en la gatera con la asunción de la presencia de Raffaele Fitto como comisario europeo, pero volviendo al comienzo, nada está acordado hasta que todo lo está y si se cierra el acuerdo todo volverá al lugar que estaba en el momento en el que Ribera se presentó al examen del Parlamento Europeo para demostrar su idoneidad para el cargo y se habrá resuelto una crisis  propiciada por Feijóo, Dolors Montserrat y Esteban González Pons, que han trasladado a Europa un debate nacional. No será la última ocasión en que esto ocurra.