Manuel Juliá

EL TIEMPO Y LOS DADOS

Manuel Juliá

Periodista y escritor


Los ricos también sufren

09/10/2023

Los millennials arrastran una piedra de Sísifo. Dónde encontrar una vivienda digna que no arrase el sueldo. Cómo abrir los labios para lanzar al mundo una sonrisa que rebañe las cosas buenas de la vida. Consume, o lo haces o eres un ermitaño de la existencia. Pasas por el mundo viendo escaparates. Llenas tu cuerpo de necesidades innecesarias que te dan un hambre que no se quita. El consumo es una salsa que, cuando la engulles, da hambre de más. Entre el deporte de ir de escaparate en escaparate, viendo, a ir de escaparate en escaparate, comprando, hay unos cuantos miles de euros de diferencia. La que hay entre la realidad y el deseo. 
Hay quien dice, mi realidad es no poder cumplir mi deseo, y quien dice, mi deseo es cumplir mi realidad. La diferencia no es solo un bolso de Louis Vuitton, es la existencia de un sufrimiento que azuza tener un pobre sueldo y llegar hasta donde se pueda. Nuestra especie se ha caracterizado por adaptarse al medio. O sea, a tormentas, frío, depredadores, hambre... Ahora la vida es más sencilla, solo hay que adaptarse a un sueldo. Menos mal que tenemos el aprendizaje biológico de nuestra evolución. Porque el enemigo siempre anda con ofertas irrechazables. Y hemos aprendido a domesticar el deseo con el látigo del sueldo. Pobres los que no, pues desear lo imposible es una de las peores angustias de la vida.
 Vivir es vivir con lo que uno tiene. Y si eres listo, no desear lo que no podrás tener. Luchar contra la atracción de los escaparates es un objetivo noble. Y contra la intromisión de los anuncios que hemos de ver a la fuerza, porque en la mayoría de las webs te los tragas sí o sí. Los pobres sufren porque les inyectan el ansia del consumo inviable. Pero los ricos también sufren, porque hay que ver, vaya trajín encontrar un domicilio fiscal. Porque el problema de los ricos es el horizonte tributario. Muchos no piensan que pagan más a Hacienda porque tiene más, sino que por tener más han de pagar menos. Conozco alguno que por cada euro que paga al fisco siente que le arrancan un diente con unas tenazas de fuego.   
El sueño de muchos ricos es un buen RNH (Régimen Fiscal del Residente No Habitual). Portugal está lleno, más Andorra, y no sé cuántos cientos de miles se han hecho caribeños. Los lusos adoptados andan llorosos porque Antonio Costa anuncia que se va a acabar el chollo. El RNH luso permite no tributar por los ingresos de fuera del país durante una década. Hay que reconocer que ha de ser cruel que te quiten eso. En fin, que hemos venido a este mundo a sufrir, ya seas millenials o ricachón nómada tributario. Pobrecitos, qué sin vivir eso de la errancia del domicilio fiscal. Y todo por no devolver algo a la gente que han usado para su fortuna. Puerca vida.