Actúan igual siempre. Cuando están en la oposición piden la bajada de impuestos y tasas, cuando llegan al gobierno incrementan estos para la gran mayoría y rebajan tributaciones a las minorías pudientes. En Toledo, capital, se ha anunciado que se subirá el recibo mensual del agua. Y culpan a la señora Milagros Tolón. Lo de disfrazar incapacidades propias con culpas ajenas también ocurre siempre con el PP. Pero explicaciones, lo que se dice explicaciones, no han dado aún. Tal vez debieran recordar cómo comienza el conflicto entre la empresa concesionaria y la Corporación toledana y así no descalificar a nadie. Más útil es buscar acuerdos, según intentó reiteradamente la Corporación de la señora Milagros Tolón. Que no se produjeran es otro asunto que también debieran conocer.
Para entender el contencioso entre la empresa concesionaria de la explotación del suministro de agua a la ciudad y el Ayuntamiento de Toledo hay que remontarse a los enloquecidos años 2005, 2006, 2007, de gobierno del PP. En aquellos años de fiebre del ladrillo se anunció el proyecto de construir 3.000 viviendas en Vega Baja y Peraleda. Se preveía un crecimiento entre 250.000 a 300.000 habitantes. Para una población de este tipo había que disponer de infraestructuras hidráulicas. Con la empresa se negoció preparar ese horizonte. A cambio de la financiación inmediata, la empresa privada recibiría lo invertido en diferido. La numerosa población venidera lo garantizaba.
Solo que tal sueño disparatado se vino abajo con la crisis del 2008, la explosión de la burbuja del ladrillo, más la resistencia ciudadana. El sueño se convertiría en pesadilla para la concesionaria y en un conflicto continuado para las siguientes corporaciones. Básicamente porque estas no estaban dispuestas a pagar por una población que no existía y, probablemente, no existirá en los años siguientes. Desde aquellos tiempos enfebrecidos se sucedieron las negociaciones sin que se llegaran a acuerdos satisfactorios para ambas partes: los ciudadanos de Toledo y las demandas de la empresa. Ante los desacuerdos, la empresa recurrió a la justicia. Y esta ha resuelto que se arbitren formulas para atender a las peticiones de unos sin menoscabo de los intereses de otros. ¿Solucionará un conflicto, que inició el PP en 2007, otro gobierno del PP, subiendo el recibo del agua a los toledanos de 2024?