La abundancia de lluvias suele ser sinónimo de buenos augurios para el campo. Sin embargo, el exceso de agua que cayó desde septiembre hasta noviembre ha conllevado que un retraso generalizado de la siembra en la provincia, especialmente en el caso del trigo y la cebada. El agricultor va ya ajustado de tiempo. No obstante, los pantanos están cogiendo reservas hídricas y eso es muy bueno tanto para que el suelo coja reservas de humedad como para que el ganado pueda alimentarse sin problemas. «El sector ganadero está teniendo una otoñada única», afirma el presidente de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG), Juan José Laso.
Lo curioso de este 2023 a la espera de que finalice diciembre es que si bien se cerrará con unas precipitaciones superior a la media, sin embargo, va a ser «la peor cosecha de la historia». La razón es la falta de lluvias cuando realmente se necesitaban. De enero a mayo no cayó ni una gota y las precipitaciones posteriores llegaron cuando ya no habían falta, declara Laso.
El balance que realiza el presidente de APAG del año agrícola es muy negativo. «Una cosecha realmente penosa, un 50% menos que la de un año normal», abunda. Así, los seguros agrarios echarán el telón con una siniestralidad «histórica». Según este dirigente, solo en Guadalajara hay afectadas por la sequía 118.000 parcelas con más de 115.000 hectáreas. «Es más de la mitad de todo lo que se siembra en la provincia, muchísimo», subraya. Prácticamente todos los agricultores de la provincia con seguro agrario han dado parte por los daños acarreados por la sequía. «Este año, el agricultor que no tenga seguro integral, lo va a sufrir mucho», remarca Laso, instando a aquellos que no tienen sus cosechas aseguradas a hacerlo porque «en años tan malos como este, te permite seguir adelante y garantizar al menos la renta», lamenta.
La imagen actual del campo no tiene nada que ver con la que tenía hace apenas unos meses - Foto: Javier PozoEl presidente de la asociación de agricultores y ganaderos más numerosa de la provincia reivindica la necesidad de ir de la mano con las administraciones central y regional «para mejorar los seguros, porque son una salvaguarda para el sector». Una defensa que realiza coincidiendo con la actual controversia dentro del sector entre quienes defienden el seguro obligatorio y quienes lo atacan.
Desde APAG ponen de nuevo la voz de alarma ante los «bajísimos» precios del cereal en España, no explicándose cómo puede ser que si la cosecha fue tan baja los puertos estén llenos, atribuyéndolo a su entrada desde países como Ucrania o Brasil. «Es una auténtica ruina para el sector cerealista. Nos está afectando gravemente», declara afligido Laso, recordando la importancia del cereal en la provincia.
Por último, desde la organización se muestran críticos por la demora en el cobro del 70% de la PAC que se prometió para el mes de octubre, así como en las ayudas por sequía mientras que en comunidades como Madrid se disponen subvenciones para los agricultores afectados. «Es imprescindible que la Junta de Castilla-La Mancha tenga en cuenta a los agricultores cerealistas», concluye Laso.