Creció rodeada de libros e historias. Sus padres eran grandes lectores. Desde bien pequeña le gustó asumir el rol de escritora, una profesión que ama y sueña cada día. Hablamos de Gracia Iglesias (Madrid, 1977). Los 20 años que lleva afincada en Chiloeches le han dejado huella y hoy se siente una guadalajareña más, que participa activamente en la vida cultural de la provincia.
Decidida, disciplinada y muy perfeccionista, Gracia Iglesias siempre lleva puestas las gafas de la imaginación, dispuesta a seguir aprendiendo cada día. Se considera muy afortunada por poder dedicarse a su pasión: escribir; parcela que compagina con la narración oral y con un nuevo reto, el de enseñar a otros a hacer realidad su sueño a través de su Escuela de Escritura de Literatura Infantil.
Unos inicios en los que ya llegaron sus primeros reconocimientos.
Estudie en la Universidad Complutense. Una profesora me animó a desarrollar mi carrera como periodista cultural. Fui becaria en El Mundo, en la Agencia EFE y en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Mientras tanto, escribía. Mis sueños y aspiraciones siempre han estado vinculados con el mundo de la literatura infantil y la poesía. Por ello, un día tome la decisión de apostar decididamente por ello. Gané también el Premio Gloria Fuertes de Poesía Joven. Así publicaría mi primer libro de poesía: Sospecho que soy humo. Posteriormente llegaría el Miguel Hernández, en este caso con la obra poética Aunque cubras mi cuerpo de cerezas.
El célebre Francisco Umbral le hizo un 'guiño' en El Mundo hablando de esta segunda obra.
Le conocí en una fiesta del diario El Mundo. Llevaba un ejemplar del Premio Miguel Hernández para un amigo, pero este me pidió que se lo diera mejor a Francisco Umbral. Al entregárselo me dijo:No pareces poeta. Le pregunté por qué y me dijo:Las poetas suelen ser muy feas. Pasado un tiempo, recibí la llamada de mi amigo diciéndome que Umbral había dedicado su columna a mi libro de poesía. Fue un gran hito para mí. Le llamé para darle las gracias y me dijo: No me des las gracias. Dime cuando te lo presento. Yasí fue. Él me lo presentó.
¿Recuerda su primera lectura y la primera historia que escribió?
Recuerdo que me apasionaban los cuentos de la colección de Salvat Cuenta Cuentos. También marcó mi infancia la colección de Los Cinco, de la escritora inglesa Enid Blyton, y Pipi Calzaslargas, de la sueca Astrid Lindgren. Otro referente en mi vida, mi astro guía, es Gloria Fuertes. Yen poesía me apasiona Miguel Hernández, Lorca y la propia Gloria Fuertes. En cuanto a mis primeras escrituras, mi madre me recuerda que lo primero que escribí, todo seguido y sin comas ni puntos ni nada, fue la historia de un lápiz que terminaba diciendo:el lápiz fue muy feliz (risas).
¿Cuáles son sus gustos literarios?
Me gusta mucho leer novela con alta intensidad literaria. Me apasiona Rosa Montero. Al igual, la poesía es transversal a toda mi vida. Y en los últimos 20 años he leído, sobre todo, mucha literatura infantil porque es a lo que me dedico. Es mi vida, me chifla.
¿Quién le inculcó su pasión por la lectura y la escritura?
Lo he vivido en casa desde pequeñita. Mis padres leían mucho. Siempre hubo libros a nuestro alcance. Mis abuelos también contaban muchas historias y eso me generó mi vínculo con la narración.
¿Qué proyectos marcan ahora su agenda?
Mi vida tiene tres patas. Mi faceta principal es la de escritora. Tengo casi 60 libros publicados y encargos hasta 2026. Estoy volcadísima en la literatura infantil y juvenil. Últimamente me están encargando también muchas novelitas narrativas para primeros lectores de entre seis y siete años y para niños con independencia lectora. También participo en métodos didácticos escribiendo para pequeños que tienen su primera inclusión en la lectura.
Mi segunda pata es la de narradora oral, los cuentacuentos. Cuando vine a vivir a Guadalajara descubrí fascinada que había gente que vivía de contar cuentos. En cuanto lo vi, supe que quería hacer eso. Ahora, cuanto más se venden mis libros, más llamadas recibo.
Y desde 2021 tengo un nuevo proyecto, la Escuela de Literatura Infantil y Juvenil (ElIJ). Me siento muy orgullosa porque algunos de mis alumnos ya han triunfado.
Es evidente que también en la literatura infantil cambian los gustos.
A los niños y niñas de hoy les gustan mucho las aventuras ágiles y hay una explosión de lo que se conoce como álbum ilustrado, donde se combina fantasía, color, aprendizaje...A partir de los seis años se percibe también un mayor gusto por la fantasía con aventuras y por el terror divertido.
¿Qué público considera que es más exigente, el infantil y juvenil o el adulto?
El público infantil es muy exigente. Por delante del autor, los niños y niñas buscan, sin duda, que les enganche la historia.
¿Qué demandan las editoriales?
En mi caso, me piden cada vez más mis cuentos rimados. El toque de humor que les doy le encanta a los 'peques', y a los docentes les engancha la sutil enseñanza que recogen. También el terror divertido tiene una buena acogida y demanda, al igual que las novelas cortas.
¿Es una escritora con manías a la hora de leer o escribir?
Para leer me gusta el papel, y si los libros son míos suelo subrayar y poner notas, hasta incluso replicar al que está escribiendo (risas). A la hora de escribir, antes de ponerme al ordenador me gusta salir al bosque de Chiloeches y pasear mis historias, rumiarlas, y si hay algo que no quiero olvidar, lo registro en una nota de voz.
¿Cuántos libros lleva publicados?
Unos 60 como autora única. También he participado en algunas publicaciones colectivas.
¿En qué proyectos está inmersa?
Estoy escribiendo la tercera parte de la colección Tembleques. Los dos primeros, de terror divertido, salen a librerías el día 19 de este mes. Los presentaré en la librería LUA de Guadalajara el 5 de octubre. El tercero saldrá para enero.
¿Qué lugar ocupa la poesía en su faceta de escritora?
Tengo cinco libros de poesía de adultos. Es algo que hoy cocino a fuego muy lento. Se ha convertido en un terreno más íntimo.
¿ Sigue alguna técnica literaria?
Hay quien diferencia entre poetas brújula y poetas mapa. En mi caso, me considero más bien una escritora mapa, aunque no en poesía, donde voy completamente por intuición. Sin embargo, en general, me gusta confeccionar primero el armazón y rumiar mucho antes de ponerme a escribir.
¿Podría decirme que está leyendo actualmente?
La Cartera, de Francesca Giannone. Me está encantando.
¿De dónde le surgen las ideas?
El mundo está lleno de estímulos. Escucho anécdotas, presto mucha atención a todo y voy recolectando. Tengo libros que están inspirados en una noticia de prensa;otros que lo están en un gesto, o en un estornudo, y los hay que responden claramente a la demanda de las editoriales (risas).
¿Cómo se desintoxica del trabajo?
Me cuesta mucho desconectar. Lo hago paseando o en el mar. También viendo una buena serie.
¿Qué historia, qué personaje le encantaría crear un día a la escritora Gracia Iglesias?
Me gustaría crear un personaje tan carismático como ha sido Harry Potter, pero femenino, que sirva un día a niños y niñas como faro. El fenómeno Harry Potter ha marcado a muchas generaciones. Eso sería un supersueño.
¿Afectó mucho la pandemia al mercado editorial?
Mis cifras de ventas el primer año de la pandemia y el siguiente fueron altísimas. Sin duda, cambió el hábito de compra, pero creo que las ventas, a nivel global, se han estabilizado. Sin embargo, con respecto a la literatura infantil, tengo que precisar que vive un buen momento. Se percibe que a padres y niños todavía les gusta mucho comprar los libros en papel. Cuando un pequeño pide una historia, son pocos o muy pocos los padres que se la niegan.
¿No sé si coincide conmigo en que la lectura ya no se adapta a los ritmos, a la rapidez con la que se mueve todo hoy en día?
Es una realidad que está teniendo consecuencias en el mercado editorial y en la forma de escribir. La atención se ve muy mermada debido al frenesi que vivimos. Yo misma estoy haciendo un seguimiento del tiempo que paso en estos vampiros del tiempo, y recomendaría a todo el mundo tomar conciencia.
Por ello, hay una mayor tendencia a escribir textos más ágiles. La comprensión lectora ha bajado mucho y las frases tienden a hacerse más cortas, hiladas y cercanas al lenguaje coloquial. Personalmente, soy muy fan de no perder la calidad literaria, pero hay que buscar el equilibrio. Un cambio que se traduce también en un mayor interés por los relatos cortos frente a las novelas largas.
¿Qué opina de los reseñistas y recomendaciones de lecturas a través de la redes?
En el mercado de la literatura juvenil es una forma muy interesante de conocer libros que por medios tradicionales tal vez nadie se enteraría de su existencia.
¿Cuál es el sueño de Gracia Iglesias a medio o largo plazo?
Que mi faceta de escritora ocupe cada vez más peso. Me encantaría que en un futuro, el niño o niña de hoy, convertido en adulto, me recordase como yo recuerdo ahora a Gloria Fuertes.
¿Es más fácil publicar hoy en día?
Publicar es facilísimo hoy. Se ha popularizado muchísimo la autopublicación. Otra cosa es llegar al mercado y que traduzcan los libros a otros idiomas. Para vivir de la escritura hay que tener paciencia. Ahora mismo, en mi caso puedo vivir ya de ella, pero me ha costado mucho trabajo.
Hablando algo más de poesía. Asistimos estos días a algunos actos del popular festival Arriversos'24 que dirige usted personalmente.
Los que amamos la poesía no podemos vivir sin ella. Hay más poetas casi que lectores, pero ahora se está consumiendo más el género de cantautores que escriben poesía y que venden muchísimo. Un ejemplo lo tenemos en Mawán, al que ya hemos traído a Arriversos.
¿Todos tenemos una historia que contar?
La historia más banal en manos de alguien que escribe muy bien puede convertirse en una obra maestra. Sin embargo, la mejor de las historias. En manos de alguien que no sabe técnica literaria, puede convertirse en una vulgaridad. Debe haber una combinación perfecta entre fondo y forma.
Por último, ¿cuál sería la música ideal para su historia perfecta?
Si tuviera que elegir una banda sonora que sirviera para mis historias, sería el segundo arabesque de Claude Debussy. Creo que va muy vinculada con mi creatividad y con el mundo de la imaginación.