De vez en cuando me viene a la cabeza el llamado 'Amor libre' de la ideología anarquista española, que se pondría de moda durante la Segunda República española.
El amor libre anarquista tomaría la forma de uniones libres monógamas, pluralismo amoroso o, incluso, el matrimonio civil como opciones posibles de unos militantes, a los que únicamente se les pedía que se comportaran activamente conforme a su ideario.
Todo eso se ha quedado obsoleto en los tiempos que corren, ya que las relaciones de pareja, además de convertirse en un abanico de modalidades de género (hombre-mujer; hombre-hombre; mujer-mujer; relación entre no-binarios; relación trans; relación monógama, etc.) aparecen las diferentes tendencias en esas mismas relaciones, destacando por su aparente 'puesta de moda', la llamada tendencia OWC como fórmula única que asegure que una pareja va a mantenerse unida en el tiempo utilizando opciones o estrategias adaptadas a las exigencias, gustos o propuestas innovadoras.
En los tiempos pasados se daba por sentado que había que convivir en un mismo espacio, compartiendo el mayor número de actividades e interacciones; sin embargo, en los tiempos presentes, se ha hecho viral el llamado tiempo de los pactos, buscando acuerdos para evitar fricciones, rutinas y obligaciones, para evitar el darlo todo por sentado –como nos dice la terapeuta Ana Domínguez-, eligiendo así los momentos para estar juntos y también, de estar separados. Esa es la razón del triunfo de la Only Weekends Conples (OWC), consistente en algo tan sencillo como restringir la relación al fin de semana, dejando el resto de los días para todo lo demás: trabajo, amigos y aficiones personales. Parece ser que así se renuncian a esas obligaciones que genera una convivencia diaria y que suele desgastar hasta romper la relación entre ambos.
¿Qué dirían nuestros abuelos o padres? La verdad es que la vida con su moralidad definida según las convicciones del tiempo, ha cambiado tanto que a veces no sabemos cuál ha de ser el vínculo a elegir, ni siquiera cómo se debe de amar, aunque es verdad que la palabra 'Amor' se confunde con otras muchas acepciones en los que prima, sin duda, el egoísmo marcado por el vivir al día –el momento-, en el hacer y no sentir; o basar tu ideario en la superficialidad y no la esencia, olvidando totalmente que vienen hijos detrás a quién debemos nuestra atención, formación, educación y proyecto de valores.