Rosa María García tomará al mediodía del viernes posesión de su cargo como delegada del Gobierno de Castilla-La Mancha en Guadalajara en sustitución de José Luis Escudero, cuyo cese fue hoy al Consejo de Gobierno.
García, cuyo nombramiento será publicado el próximo jueves en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, asume con "honor, ilusión y responsabilidad" y como una "oportunidad" de ser "útil" a esta tierra, a sus alcaldes y alcaldesas, a entidades, asociaciones y empresas esta nueva responsabilidad, y agradece la confianza del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y la labor de su predecesor en el cargo.
Así, la hasta ahora concejala en el Ayuntamiento de Cabanillas del Campo y también diputada provincial con el Gobierno de José Luis Vega, recoge el testigo con la intención de seguir trabajando con "compromiso y lealtad".
"Otro de los compromisos que asumo es la colaboración institucional y la lealtad, el diálogo y sobre todo el respeto, algo que considero una forma de actuar necesaria entre las administraciones. No concibo otra, especialmente porque creo que es lo que la ciudadanía demanda y lo que se merece", ha señalado la nueva delegada de la Junta en la provincia a partir del próximo viernes en declaraciones remitidas a los medios de comunicación.
Al igual, García asume también esta responsabilidad como representante del Gobierno de la región en Guadalajara "sumamente ilusionada" y con el compromiso de dar lo mejor de si misma y de, junto a los delegados de área de esta delegación, ponerse al servicio de la provincia.
"Representaré el Gobierno regional en la provincia de Guadalajara y a la provincia en el Gobierno regional", ha remarcado García.
"Mi vocación es seguir siendo útil y hacer de correa de transmisión bidireccional", ha subrayado.
Viene de la política municipal, algo que, según asegura, la lleva a conocer lo que es tener una comunicación directa y fluida con las instituciones supramunicipales, comprometiéndose también a estar a disposición de los representantes municipales y del resto de colectivos, como "una seña de identidad" marcada ya por el propio presidente de la región y de su gobierno, que sin duda tratará de priorizar en su nueva tarea.