El Tribunal de París absolvió hoy a Airbus y Air France por el caso del accidente del 1 de junio de 2009 de un vuelo Río de Janeiro-París que se estrelló en el Atlántico y causó la muerte de sus 228 ocupantes, entre los que figuraban 58 brasileños.
Al término de una instrucción que se prolongó durante trece años ambas compañías acabaron en el banquillo acusadas de homicidio involuntario en uno los siniestros aéreos más fatales de los últimos veinte años.
Después de tres meses de proceso a finales de 2022 la Fiscalía se había alineado en su alegato con el grueso de las tesis de las dos multinacionales al considerar que era "imposible de demostrar" la culpabilidad del accidente, lo que enfureció a asociaciones de víctimas como Ayuda y Solidaridad AF447.