Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente llenaron este viernes de ilusión y magia las calles de Guadalajara, donde esperaban entusiasmados y expectantes miles de niños y niñas acompañados de sus familias. Por fortuna, el tiempo aguantó y la temida lluvia no hizo finalmente acto de presencia en la capital. En sus reales carruajes, Melchor, Gaspar y Baltasar realizaron el recorrido tradicional, regresando a San Ginés, donde tuvo lugar la adoranción al Ñiño Jesús y la recepción por parte de la alcaldesa, Ana Guarinos.
Nadie perdió detalle de esta jornada inolvidable, llena de color, amor y esperanza, en la que Sus Majestades, acompañados de una comitiva real, 17 comparsas y unos 300 figurantes de época, así como de un amplio séquito con sus pajes y ayudantes a caballo y portando la insignia real de los Magos de Oriente, desfilaron por el centro de Guadalajara repartiendo saludos. Un recorrido en el que, como es habitual, no faltaron las golosinas. Se arrojaron unos 1500 kilos de caramelos sin gluten.
Otra de las novedades de este año fue el vallado de seguridad. Tres kilómetros de vallas antivuelco que evitaron posibles accidentes en las zonas más complicadas del recorrido, impidiendo que algún pequeño pudiera ser atropellado por alguna de las carrozas.