Hablar de tenis en Guadalajara es hablar de Noelia Huetos. Toda una vida ligada al tenis desde que con ocho años decidió empuñar una raqueta para dar clases con Nacho Estrada. Delegada Provincial de Tenis de Guadalajara desde 1996, siempre trabajó con el objetivo de que su ciudad se conociera a nivel nacional en el mundo del tenis. Por ello, por su dedicación, por su profesionalidad y por una apuesta firme por el deporte al que ama, ha sido propuesta por la Federación de Castilla-La Mancha como candidata para recibir el Diploma al Mérito Deportivo de Castilla-La Mancha.
¿Recuerda cómo fueron sus inicios en el tenis?
Cuando tenía siete años veía jugar a mi padre y a mi hermano. Ellos me decían que me pusiera a una lado y que no molestase. Les veía jugar y me gustaba, por lo que decidí que iba a jugar. En aquella época, mi padre y mi hermano iban a clases de tenis con Nacho Estrada, logré que me apuntasen, empecé a jugar y me encantó. Pasados unos años, mi padre hizo una pista de tenis en casa y era ahí donde jugábamos y entrenábamos. Él siempre estaba más centrado en mi hermano, pero llegó un momento en que pegó un estirón muy grande y tuvo problemas de espalda que le obligaron a dejar el tenis. Fue ahí cuando mi padre se centró en mi. Más tarde, para seguir formándome me fui a entrenar a Madrid con Vicente Mendieta.
Noelia Huetos lleva toda una vida dedicada al tenis. - Foto: Javier PozoPasados unos años y ya estando en competición, tuve una lesión importante y estuve ocho meses fuera de las pistas. Al volver vi que el tren de la competición lo había perdido, vi que las jugadoras a las que yo ganaba con facilidad me pegaban una pasada. Vi que esa no era mi vía, pero como el tenis me apasionaba tanto decidí formarme como técnico, árbitro y organizadora de torneos. Hice todo lo posible para seguir ligada al tenis y poder crear en mi ciudad un entorno de tenis.
Imagino que en esos momentos sería una de las pocas mujeres en los cursos de formación o de arbitro
Así es, he sido yo y pocas más a nivel nacional. He sido una mujer en un mundo de hombres, pero eso no me daba miedo, siempre me he desenvuelto bien con los chicos. He hecho cursos en los que todos eran hombres. Lo mismo en una promoción de 40 nos juntábamos cuatro chicas.
En esa época el tenis se concentraba en Madrid, Barcelona y la zona de Levante, ¿no le pareció arriesgado volver a Guadalajara?
Yo veía que Guadalajara a nivel tenístico no existía. Iba a torneos y me preguntaban que dónde estaba Guadalajara. A nivel federativo tampoco existíamos. Había una labor muy importante por hacer y yo sabía que podía hacerse. Ahí fue cuando decidí embarcarme en crear mi club, meterme en la Federación, traer campeonatos…. Me fijé como objetivo que mi ciudad se conociera a nivel nacional en el mundo del tenis. Todo tiene unos comienzos y dificultades, pero nunca he tenido miedo a equivocarme, por eso fui a por ello.
Con mi formación pude quedarme en Madrid, pero yo quería que mi ciudad fuese conocida. Solo pensaba que si en Alcalá había una escuela tan potente, por qué no iba a poder haberla a tan solo 25 kilómetros de distancia. Por eso, a raíz de la lesión hablé con Vicente Mendieta y le dije cual era mi propósito y me ayudó mucho. Me dio una pautas muy concretas pero precisas. Unas pautas que muchas veces cuando tengo dudas de por dónde tirar, aun me acuerdo de ellas.
A nivel de tenis, ¿qué se encontró a su vuelta a Guadalajara?
En aquellos años teníamos dos pistas en San Roque, dos pistas en el Balconcillo y dos pistas en Huerta de Lara. Yo volví a Guadalajara con la intención de promover el tenis y dio la casualidad que ese año murió Nacho Estrada, por lo que el Patronato Municipal necesitaba técnicos. La única que tenía titulación en esos momentos era yo, asique cogí la plaza. Ahí estuve tres años, pero al mismo tiempo seguía formándome y viajando como árbitro y juez de línea. Todo ello me sirvió para tener una buena base y programar lo que quería hacer en Guadalajara.
Además, usted llega y logra que las licencias de tenis en Guadalajara pasen de dos o tres a casi 200
Así es, nuestro club, Nuevo Tenis Guadalajara, roza las 200 licencias. Nosotros no obligamos a nuestros alumnos a sacarse la licencia, pero sí es cierto que las competiciones que organizamos son federadas. Si quieres participar en un deporte, entrenarlo en una escuela y empezar a jugar competiciones tienes que sacarte la licencia, ya que es la única manera de apoyar a ese deporte que tanto te gusta. Inculcamos a nuestros alumnos que si quieren todo eso deben apoyar a ese deporte a nivel institucional por medio de las licencias, ya que las federaciones viven de las licencias.
Recuerdo como el primer Torneo de Ferias que organizamos se hizo en dos modalidades. Una para federados, -en la que salvo uno o dos jugadores todos eran de fuera de Guadalajara-, y otra para no federados, -llena de tenistas de Guadalajara-. La competición de no federados la mantuvimos durante varios años hasta que vimos que parte de los no federados ya tenía su licencia. Ese es nuestro éxito, revertir esa situación.
En todos estos años, ¿ha dado clases a algún jugador o jugadora que pudiera despuntar en este deporte?
Hemos tenido jugadores referentes a nivel nacional. Nosotros somos muy conscientes de que nuestra escuela llega hasta un punto, si luego se quieren dedicar de forma profesional al tenis, eso es un escalón más alto. Los jugadores que hemos tenido y han decidido intentarlo se han tenido que marchar de aquí, ya que en Guadalajara no existe un Centro de Alto Rendimiento.
Hemos tenido jugadores que han despuntado, muy completos. Nosotros les formamos para que disfruten de su tenis. Eso ha permitido que ahora tengamos técnicos en la escuela que han sido alumnos nuestros o que estemos dando clase a hijos de antiguos alumnos. Cuando hay estas evoluciones ves que algo bien hemos hecho, ya que sino se hubiera perdido ese retorno.
Por suerte, es un deporte que quien viene es porque le gusta, no es obligado. Nosotros intentamos sacar lo mejor a nivel persona y a nivel jugador. Cuando empiezas a tener un jugador que despunta hablas con el padre de que tiene posibilidades de ser un buen tenista.
En la época en la que Eladio Feijoo fue concejal de Deportes del Ayuntamiento se trajeron competiciones internacionales de varios deportes, ¿vieron la posibilidad de traer alguna de tenis?
En la época de Eladio, Guadalajara fue un referente nacional e internacional en muchos deportes. Quisimos traer una eliminatoria de Copa Davis, pero era muy difícil acceder a ello. Las federaciones se rifan este tipo de competiciones y el canon que pide la Federación es muy elevado. Estuvimos mirando traer un ITF pero la idea cayó con el tema de la pandemia. Al final, de no poder hacer nada hicimos el Open de Ciudad de Guadalajara y en esa edición, como había jugadores que estaban en España y no podían salir, tuvimos grandes raquetas.
Es una trabajadora incansable y decidió no solo quedarse en el tenis , sino que también decidió apostar por el pádel. ¿Supo desde el principio que era un deporte que iba a tener mucho tirón?
Tengo muchos contactos a nivel nacional y pregunté a varias federaciones territoriales cómo veían lo del pádel. Es un deporte que ha ido por delante de la oferta. Llegó el deportista y no había estructura federativa, no había pistas… Todo lo que se genere ahora en pádel creo que seguirá funcionando.
¿Qué aconseja, tenis o pádel?
Si una madre de un niño o niña de cinco años me pregunta que si tenis o pádel, yo siempre le aconsejo que tenis. Va a aprender un deporte que, si luego le gusta el pádel y se cambia, será de los mejores de su edad, pero si cambia de pádel a tenis no va a hacer nada.
Diferente es si viene una persona con 50 años, yo le diré que haga pádel, ya que se va a divertir más y habrá más intercambio de bola. En el tenis te vas a pasar los primeros años recogiendo bolas hasta que seas capaz de jugar un partido.
Echa la vista atrás, ¿se podía imaginar cuando se embarcó en este proyecto en Guadalajara que lograría todo lo que ha conseguido?
Sabía que con el esfuerzo podía conseguir cosas buenas. He logrado poder vivir de algo que es mi pasión. Estoy muy orgullosa porque veo que los años que han pasado no han sido en vano y que no se han hecho mal las cosas. Algo bien habré hecho cuando me han propuesto por parte de la Federación de Castilla-La Mancha como candidata para recibir el Diploma al Mérito Deportivo de Castilla-La Mancha.