Seis son los cardenales españoles elegidos para poder decidir quién será el sucesor de Francisco.
En concreto, tres de ellos pertenecen a la Conferencia Episcopal Española (CEE): el arzobispo de Madrid, José Cobo; el emérito de Madrid, Carlos Osoro y el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella. El arzobispo emérito de Valencia, Antonio Cañizares, iba a participar en el Cónclave que se celebrará previsiblemente en la primera quincena de mayo para elegir al sucesor del Papa Francisco pero no lo hará, según han confirmado fuentes del arzobispado de Valencia.
Las mismas fuentes han puntualizado que el cardenal Cañizares no se desplazará a Roma ni para participar en las congregaciones generales preparatorias ni para el Cónclave, por motivos de salud.
A ellos se suma Ángel Fernández Artime que fue rector mayor de los Salesianos y, actualmente, es el proprefecto del Dicasterio para el Instituto de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.
Completan la lista de electores que entrarán en la Capilla Sixtina otros dos religiosos nacidos en España pero que han desarrollado su labor pastoral fuera del país. Se trata del arzobispo de Rabat, el almeriense Cristóbal López, y el obispo de Córcega, el navarro Francisco Javier Bustillo. Todos ellos tienen menos de 80 años, que es requisito para ser elector en un Cónclave.
De los cuatro purpurados de la CEE que entrarán a la reunión, excepto el cardenal Cañizares, que fue nombrado por Benedicto XVI, los otros tres han sido seleccionados por Francisco.
Además de los electores, hay otros cuatro prelados españoles mayores de 80 años que, aunque no podrán estar en el Cónclave, sí podrán participar en las congregaciones generales o preparatorias. Son Antonio María Rouco Varela, Ricardo Blázquez, Aquilino Bocos y Lluis Martínez Sistach.