El guadalajareño Nacho Cardero, periodista y director del Confidencial, ha presentado esta noche en Guadalajara su libro 'Aquello que dábamos por bueno', una obra que para el autor es "un grito, un golpe sobre la mesa" no solo por su parte sino "por parte de toda una generación" que ha visto como, de la noche a la mañana, "se le han caído las columnas de una obras que sustentaban las vidas".
La sala Tragaluz del teatro Buero Vallejo de Guadalajara albergaba la presentación de una obra centrada en el periodo puro y duro de la pandemia, unos años que él autor ha vivido con especial intensidad y con el sufrimiento que supuso la pérdida de un ser querido por Covid, su padre.
La presentación contó, entre otros, con la presencia de la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos; el presidente regional del PP, Paco Núñez, y el periodista Rubén Amón, en un acto cercano que llenó el aforo de la sala, donde Nacho Cardero reconocía ante los periodistas que, pese a que huye de las etiquetas, si tuviera que definir de alguna forma esta obra lo resumiría como una "catarsis" a título personal en la que no solo él, sino muchos de su generación se sentirían reflejados.
Para él, este libro supone, además, "un pequeño homenaje" a la Guadalajara donde nació, de donde es su familia, incluido su abuelo, al que se ha referido como un "insigne periodista" que escribió en la Nueva Alcarria. "Es el principio, el origen, pero también el final". "Todo el mundo tiene que tener un punto de referencia y para mí, ese es Guadalajara", ha remarcado. "Sin caer en la autocomplacencia, tenemos que rendir homenaje a todo lo que es esta ciudad y todos los que han contribuido a hacerla como lo que es", ha subrayado.
La idea de escribir 'Aquello que dábamos por bueno' le surgió a raíz de que recibiera una repentina llamada de Guadalajara en la que le comunicaban que su padre tenía Covid, ello le hizo coger el "atillo sentimental" y le obligó a echar la vista atrás, a ir a sus recuerdos, a su esencia, y así pasar de tener que escribir una realidad a hacerlo de otra muy diferente, hasta encontrarse con la esencia que cree que realmente somos, afirma.
Se trata de una obra en la que describe cuestiones perdidas en el camino como es la verdad, que a su juicio "ha muerto", pero también principios y valores, "porque la moral que sustentaba las vidas era sustituida por el relativismo en el que el fin justifica los medios y se han perdido también la convivencia", subrayaba.
Para el autor, pese a ello, todo son ciclos y si bien en este se han perdido algunas cosas que se daban por buenas, también está convencido de que, tras la incertidumbre, "se abrazarán tiempos nuevos" .