Los ochenta trabajadores que componen la plantilla del servicio del transporte urbano de viajeros de Guadalajara ya no pueden más. Viven una situación de precariedad que se podía haber solventado hace ya varios años y están hartos. El comité de empresa amenaza con movilizarse a partir del mes de septiembre o noviembre todo lo más, si no ven ninguna respuesta por parte del Ayuntamiento a los problemas de "precariedad" que sufren. Una situación que no viene de ahora sino de hace ya algún tiempo y de la que culpabilizan tanto a este Gobierno como al pasado.
Lo cierto es que el servicio, que lleva Alsa, está funcionando con una prórroga de casi dos años sin que salga a licitación por el momento el nuevo contrato.
Desde el comité de empresa, tanto su presidente, Joaquín Toledo (USO), como el responsable del área de Organización y Atención a la Afiliación del sindicato, Javier Olmo, esperan tener soluciones cuanto antes, asegurando que si no es así, harán lo que diga la plantilla, con independencia de quien gobierno en el Ayuntamiento porque "eso nos da lo mismo".
El comité de empresa se reunió el pasado 11 de junio con el concejal responsable del área, Santiago López, a quien trasladaron su preocupación por tener que conducir una flota obsoleta, por ser imposible cumplir los tiempos del trayecto debido al incremento de viajeros y a la reducción de la velocidad marcada en la ciudad con la nueva normativa de tráfico (que ha pasado de 40 kms/h a 30 kms/h). Muchos de ellos sufren estrés, ansiedad y afrontan en su día a día las quejas de usuarios que no llegan a tiempo al trabajo o a los colegios.
Desde el comité quieren desvincular sus reivindicaciones de cualquier connotación política y responsabilizan tanto al equipo de Gobierno saliente como al entrante de los problemas que tienen actualmente ya que, según Toledo, el concurso de este servicio se tenía que haber salido a licitación cuando estaba de concejal el socialista Jaime Sanz y no se hizo, no entendiendo el porqué no salió ya que el pliego estaba consensuado. Pero tampoco entienden que en este tiempo no se haya podido afrontar, y menos aún que no se cuente con ellos.
Para Toledo, el trabajo se olvidó "en un cajón" y siguen funcionando con un contrato de casi 12 años de antigüedad, lo que se traduce en problemas como el de una flota "totalmente envejecida" que cada día sufre más averías y, debido a ello, retrasos porque los vehículos se quedan teirados a mitad de un servicio.
A ello suman el incemento de viajeros sin que se hayan incrementando las frecuencias pero, eso sí, tienen que realizar el trayecto en el mismo tiempo aun teniendo en cuenta que ha crecido el parque automovilístico y que las nuevas normas de velocidad les limitan circular a más de 30 kms/h cuando antes eran 40 kms/h. Esto está conllevando retrasos y más quejas porque "hay que realizar el trayecto en el mismo tiempo pero con más viajeros y a menor velocidad", ha subrayado.
Una situación que afecta especialmente a la línea 5 y a las circulares C1 y C2. Según Toledo, "la línea 5 va totalmente fuera de hora, y las dos circulares también, sobre todo en horas punta", abunda preocupado, acentuándose el problema en verano porque se reduce el servicio.
Lamentan que hasta ahora sus demandas hayan caído "en saco roto". "Estamos en batallas políticas y unos a otros se tiran los tratos, pero este es un problema que han causado ellos, los políticos", remarca, recordando que ni unos ni otros han sacado aún el concurso a licitación.
Así, ahora hablan del segundo semestre de 2025, pero desde el comité insisten en que antes hay que sentarse e intentar buscar soluciones para este tiempo. Y si bien saben que el pasado viernes el Ayuntamiento se reunión con la empresa, aseguran que no ha trascendido ninguna noticia al respecto.
Para el comité de empresa está claro que se trata de un problema que no solo afecta a los trabajadores sino a la ciudadanía y se plantean qué va a pasar si no se pone solución a todo esto cuando entre en vigor la Zona de Bajas Emisiones.
Al margen, en breve vence su convenio y se preguntan con quién van a negociarlo teniendo en cuenta que aún no se ha licitado el contrato de la nueva adjudicación.
No quieren saber nada de las peleas internas entre partidos políticos. Lo que sí aseguran es que la plantilla "está en unas condiciones que no aguanta más", los viajeros necesitan el servicio y que esté se realice con puntualidad, y si bien ya amenazaron al Ayuntamiento con realizar paros, concentraciones o huelga, y así se lo transmitieron al concejal Santiago López, si no tendrán ningún problema en hacerlo.
Su propuesta ahora pasa por remodelar la flota de autobuses más antigua y por reforzar las líneas que van peor en este momento. La circular ha pasado ahora en verano de cuatro a dos servicios y la linea 5 también pasará en agosto de cuatro a dos, y creen que debería ponerse un tercero.
En cuanto a la temporada alta, proponen que la línea 5 pase a tener cinco servicios y que la circular se refuerce al menos en hora punta, todo esto hasta que salga el nuevo contato.
Tienen claro que el servicio es totalmente insuficiente para cubrir todas las necesidad y demandas y lamentan que el nuevo equipo de Gobierno no haya contado con ellos para el diseño del nuevo modelo. Todo esto se está traduciendo en que recorridos de 15 minutos se estén realizando en media hora en temporada normal y en baja puede ser hasta en 45 minutos, con referencia concreta a servicios como el que va desde Manantiales a Los Valles, "con horarios que no se pueden cumplir", subraya.
Por último, creen que la empresa también tienen su parte de responsabilidad dado que han firmado una prórroga indefinida con estas condiciones y "ahora parece que se ponen de perfil".
NO EXISTE CONFLICTO PERO SI UNA SITUACIÓN COMPLICADA
Y tan solo media hora después, era el concejal Santiago López quien, a preguntas de los medios se refería a este asunto, considerando que no existe "ningún conflicto" aunque si "una situación complicada" porque "una licitación que tuvo que empezarse a realizar en el año 2021, ante un contrato que terminaba en marzo de 2023, no se hizo".
Reconoció que, efectivamente, la vida útil de los autobuses está prevista para la duración del contrato y que "todo lo que sea más allá genera problemas, averías y riesgos". De momento, esa prórroga forzosa ya está suponiendo al Ayuntamiento "mucho más dinero" que un contrato normal, afirma, compartiendo "al cien por cien" con los trabajadores, que la situación "no es la deseada".
En este sentido, ha remarcado que están trabajando "a contrarreloj" para tener cuanto antes el nuevo contrato público del servicio, un contrato que supondrá la renovación de la flota de autobuses. "Ese contrato nuevo será el que verdaderamente solucione el problema·", precisó.
Por último, agradeció el esfuerzo de los trabajadores y quiso decir a los ciudadanos que, a día de hoy, no se suspendido ninguna expedición, que está garantizada la ocupación, las frecuencias y tiempos de las líneas y así se seguirá mientras se trabaja en el nuevo contrato por los próximos díez años.