Durante todo el año 2023, la empresa Gea Forestal llevó a cabo el proyecto 'Resina y gestión de los recursos naturales: futuro del medio rural'. Concretamente, el estudio se realizó en los municipios de Torremocha del Pinar, Cobeta, Corduente e Iniéstola; todos ellos situados en las zonas catalogadas como zonas ITI (Inversión Territorial Integrada), con una población que varía entre los 22 habitantes de Iniéstola y los 342 de Corduente.
El objetivo principal de esta iniciativa es la de poner en valor los recursos forestales de la zona para que sirvan como motor de desarrollo rural, ofreciendo un modo de sustento tanto para sus habitantes como para nuevos pobladores. Además, la buena gestión de los recursos naturales deriva en una bioeconomía eficaz que permite la protección del medio ambiente, mejorar la biodiversidad y evitar su sobreexplotación.
«Se busca apostar por otros sectores que no solo sean la agricultura y ganadería, y que se centren en los montes, tratándose de aprovechamientos forestales maderables como no maderables», apunta Sonia Pérez Mazarío, Ingeniera Técnica Forestal y CEO de la empresa Gea Forestal. Los aprovechamientos no maderables de los montes sufrieron una fuerte regresión en los últimos 100 años, se apuesta por un rescate de los mismos para la creación de empleo y a su vez para una mejora de los montes cada vez «más abandonados» debido al éxodo rural y al desconocimiento de todo el potencial que tienen.
Respecto al aprovechamiento resinero, el potencial de las masas de pino rodena o pino resinero es muy elevado, según arroja el estudio. «El potencial de estas masas de pinar a nivel de superficie es elevado, puesto que en todos los montes la superficie es óptima para el aprovechamiento resinero».
Tal y como recoge el estudio, en la actualidad podrían ponerse en explotación casi 4.000 hectáreas de pinar, puesto que su masa tiene el desarrollo apropiado y el medio de características idóneas. En los próximos 50 años se sumarán al aprovechamiento 140 hectáreas más susceptibles de resinación.
Respecto al resto de aprovechamiento, resulta interesante la recolección de hongos típicos de este tipo de pinares, siendo recomendable el tener una estimación de la producción para poder controlar la asistencia de recolectores.
«Podría resultar interesante recuperar aprovechamientos como la recolección de gayuba, planta muy utilizada en usos medicinales, así como el cultivo de la lavanda de manera más intensa. Otra planta muy abundante en la zona es la jara pringosa, cuyos aceites esenciales resultan atractivos para tratamientos de fitoterapia», señalan. A lo que añaden que «el matorral de estos montes es muy denso, con abundante jara pringosa y plantas aromáticas que son un importante recurso para desarrollar un aprovechamiento apícola potente».
Los resineros
Actualmente, según los datos aportados por Cesefor, son 11 los resineros que hay en la provincia de Guadalajara. Una labor que se dejó de realizar en los años 60 y que desde hace unos años volvió a desarrollarse, gracias, en parte, al impulso de Gea Forestal, los ayuntamientos y de la Diputación de Guadalajara, que cada año convoca ayudas para los que se dedican a esta labor.
«Una de las principales ideas de este proyecto es analizar los recursos forestales que tiene la zona, que son muchísimos, y ver como se puede dar una continuidad al trabajo del campo y que, a su vez, se cuide el monte para prevenir los incendios forestales», reconoce Pérez Mazarío.
Y es que, entre los principales de los resineros, además de la temporalidad, se encuentran la variabilidad de los precios y la producción. «El trabajo de los resineros es muy duro y y su remuneración económica es incierta. Con este estudio lo que queremos es ofertar recursos forestales de la zona para poder completar la labor de la resina. En la provincia de Guadalajara hay mucho monte y hay que ver la forma de ponerlo en valor», esgrime la CEO de Gea Forestal, quien insiste en que «es difícil fijar población en los pueblos si no tenemos recursos económicos. En esta zona el aprovechamiento forestal es una zona de riqueza y tenemos que empezar a verlo como tal, será lo que ayude a fijar nueva población en la comarca de Molina».
Pérez Mazarío reconoce que los ayuntamientos de la zona está muy interesados en los resultados del proyecto y en los trabajos que lleva haciendo Gea Forestal en la comarca desde hace unos años. «Ven que los recursos forestales es lo que pueden ofertar y explotar. Al final, es una zona con un gran potencial a nivel de aprovechamientos forestales y hay que gestionarlos muy bien para que sean una fuente de creación de puestos de trabajo».
Para ello queda mucho trabajo por delante. Desde hace tiempo se llevan haciendo cursos de resineros, aunque en ocasiones no fueron lo fructíferos que se esperaba, ya que tras una campaña, muchos deciden abandonar la labor. Los que quedan venden su producción a industrias de Cuenca o Segovia.
Precisamente, es en Segovia y en Castilla y León, donde este oficio está mucho más desarrollado y puede ser un ejemplo a seguir por el resto de territorios resineros de España. «En Castilla y León no abandonó como tal la industria resinera y siguieron manteniendo sus fábricas. Algo que no pasó en esta zona de Guadalajara, ya que la última que quedó abierta fue la de Mazarete, pero también cerró. Hay que ver cómo lo hacen en Castilla y León y tomarlos como un ejemplo a seguir», puntualiza Pérez Mazario.
El proyecto fue financiado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a través de su línea de ayudas para Proyectos empresariales dirigidos al impulso, la diversificación y la reactivación económica de zonas con especiales dificultades demográficas. El mismo se presentó en Molina de Aragón, en una jornada dirigida principalmente a vecinos de la zona y otros interesados que se plantean trabajar en el sector forestal y conocer su posibi