Una foto para recordar el incendio de la Academia Ingenieros

Redacción
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El Archivo Histórico Provincial rememora el fuego ocurrido hace un siglo en esta institución militar, que destruyó casi por completo todas sus dependencias, con una fotografía de Francisco Goñi que muestra al Rey Alfonso XII entregando diplomas

Imagen de la fotografía conmemorativa de esta efeméride que custodia el Archivo Histórico Provincial de Guadalajara. - Foto: Francisco Goñi / Archivo Histórico Provincial

El Archivo Histórico Provincial de Guadalajara ha querido rememorar el incendio ocurrido hace un siglo en la Academia de Ingenieros Militares, que destruyó casi por completo todas sus dependencias, con una fotografía de Francisco Goñi y Soler que muestra al Rey Alfonso XIII entregando diplomas en el patio de dicho edificio a los nuevos oficiales ingenieros, fechada el 11 de julio de 1909.

La imagen ha sido designada por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes como ´documento del mes´ por su valor como documento histórico y cultural. La fotografía forma parte de la Colección Francisco de Goñi y Soler propiedad de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara, en depósito en el Archivo Histórico Provincial de Guadalajara y refleja un importante momento de la Academia de Ingenieros Militares, que durante un siglo (1833-1932) se constituyó no sólo como centro de formación militar sino como pieza clave del desarrollo tecnológico y científico de la Aerostación y la Aeronáutica en España.

El próximo 9 de febrero se cumplirán cien años del incendio que destruyó casi por completo todas las dependencias de la Academia, particularmente el edificio principal, el palacio de Montesclaros, anterior sede de la Real Fábrica de Paños (1719-1822), así como los gabinetes de Fotografía, Física, Química, Construcción y Mineralogía, gran parte de sus contenidos, colecciones de modelos, libros, documentos y obras de arte, aparatos de precisión y medida, el propio archivo histórico de la institución, su magnífica galería de retratos de ingenieros militares y la biblioteca, con más de 28.000 volúmenes que incluían decenas de incunables procedentes de la histórica Academia de Matemáticas de Barcelona.

Del incendio se salvaron el picadero y los pabellones cercanos al barranco del Coquín, dependencias hoy ocupadas por el Archivo General Militar de Guadalajara perteneciente al Ejército de Tierra. Desde entonces, y hasta su traslado definitivo a Segovia en 1932, la Academia continuó sus actividades en esos edificios anexos y en el Palacio de Antonio de Mendoza, hoy Liceo Caracense.

En la Academia se formaron 115 promociones por las que pasaron más de 2.200 oficiales ingenieros, profesores y alumnos, que han sido referentes e importantes personajes no sólo por su trayectoria, sino por sus aportaciones al avance de la ingeniería y la técnica en todo lo relacionado con la Aerostación y la Aeronáutica y sus derivaciones científicas como la climatología, la planimetría y la fotogrametría, así como los aspectos bélicos tocantes a estas materias. A modo de ejemplo podemos destacar nombres como los de José Ortiz Echagüe, Pedro Vives Vich, Mariano Barberán, Emilio Herrera Linares, Alfredo Kindelán o Eduardo Barrón, entre otros.

Archivo fotográfico de Francisco Goñi

El archivo fotográfico de Francisco Goñi fue depositado en el Archivo Histórico Provincial de Guadalajara a través de un convenio firmado entre la Consejería de Cultura del Gobierno regional y la Agrupación Fotográfica de Guadalajara, en marzo de 2007. Este fondo tiene un gran valor como documento histórico y artístico y constituye un fiel retrato de la provincia de Guadalajara y en general de España. Se trata de una de las colecciones más representativas y artísticas de la época.

Francisco de Goñi y Soler (Madrid, 1873- Guadalajara, 1936) perteneció a una familia de la alta burguesía. Ingresó en la Academia de Artillería de Segovia, aunque pronto abandonó la milicia para dedicarse profesionalmente a la fotografía. Goñi fue fiel seguidor y amigo de la Familia Real e hizo de su cámara el testigo de honor de los momentos menos protocolarios de la Corte.

Goñi viajó con Alfonso XIII por todo el país. Su temática es amplia, ya sea del Rey acompañado de su séquito en cacerías o de momentos compartidos con sus hijos en los jardines de palacio. Su obra no se circunscribe en exclusiva al ámbito de la familia real, sino que también da testimonio del discurrir cotidiano de la época y sus costumbres. Además de retratar la vida protocolaria y ociosa del Rey, sus reportajes cubrieron otros géneros de la época, desde los toros y el deporte hasta la información política y crónica social de sucesos.

En 1918 abandonó Madrid y fijó su residencia en Guadalajara. Trabajó como funcionario de la administración y regentó un comercio, aunque nunca se desligó por completo de su actividad fotográfica. Fue entonces cuando realizó reportajes sobre las prácticas aerostáticas en el aeródromo de Guadalajara, mítines de Primo de Rivera o visitas del Rey a la ciudad.