Prevenir el cáncer, una asignatura pendiente

C. G. Casado (EFE)
-

Hacer ejercicio a diario y deshacerse de hábitos como el tabaquismo o el consumo de alcohol resultan claves para reducir el riesgo de una enfermedad cuya supervivencia es cada vez mayor

Los expertos insisten en la necesidad de desarrollar métodos de detección precoz. - Foto: E.P.

El tabaco, el alcohol y la vida sedentaria son los factores principales que una persona debe atajar para prevenir el cáncer, una enfermedad que aumenta en incidencia pero también en supervivencia. «Si cumplimos con unos hábitos saludables, en general viviremos mejor y prevendremos muchas dolencias», indica Sandra Blanco, miembro del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca.

Una de las acciones que los expertos recomiendan es el ejercicio, algo que puede cumplirse con 30 minutos al día, según el informe Las cifras del cáncer en España 2024, publicado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer, que se celebra hoy.

La actividad física puede reducir hasta un 30 por ciento el riesgo de tumores de mama, colon, vejiga urinaria, endometrio, esófago y estómago, y casi el 20 por ciento las probabilidades de mortalidad específica por cáncer, precisa el estudio.

En este sentido, Blanco recuerda que el sedentarismo y la obesidad han aumentado entre los adultos, pero también entre la población infantil, con las horas sin movimiento dedicadas a los dispositivos en el punto de mira.

Por otro lado, la conciencia sobre el tabaco como factor de riesgo está «mucho más extendida» que la del consumo de alcohol, incluso ocasional, alerta la científica, que lo atribuye al «arraigo social» que tiene ese hábito.

Más cribado. La investigadora hace hincapié, asimismo, en que ha aumentado la supervivencia al cáncer, gracias a los nuevos tratamientos y a una mayor implantación de los cribados. «Es muy importante la financiación para seguir desarrollando métodos para detectar la enfermedad con tiempo», destaca. 

Por ello concluye: «Es clave que haya buenos programas de cribado y que seamos responsables a la hora de cumplir esas campañas, y acudir al médico cuando nos corresponde o si hay sospechas».