La última encuesta publicada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha dejado a la Sanidad de Castilla-La Mancha aprobada con un 6,27 de media. El funcionamiento del sistema sanitario público de la región es avalado en su mayoría por los castellano-manchegos preguntados por el instituto público.
Un 12,1% de la población cree que en Castilla-La Mancha "funciona bastante bien" la Sanidad pública y un 16,4% se encuentra en el extremo opuesto, consideran que el sistema sanitario de la región "funciona mal y necesita cambios profundos". El grueso de la población se encuentra en un punto medio, el 41,2% responde que "funciona bien, aunque son necesarios algunos cambios" y el 29,2% opina que "necesita cambios fundamentales, aunque algunas cosas funcionan".
A la hora de calificar los servicios sanitarios públicos,como norma, todas las comunidades autónomas aprueban. Esto se debe a que los ciudadanos responden en base a sus experiencias personales con los profesionales sanitarios, que suele ser positiva.
Las consultas de atención primaria reciben un 6,38 de media de la población de Castilla-La Mancha, la quinta nota más baja de España. La peor nota la reciben las consultas a los especialistas con un 6,12, siguiendo la tónica general de todas las comunidades autónomas.
Esta calificación se debe al tiempo de espera entre que un médico de la atención primaria cita a un paciente con un especialista y éste le atiende. Castilla-La Mancha es la tercera comunidad autónoma en la que los ciudadanos tienen que esperar más de tres meses para ser atendidos en una consulta con un especialista, así lo confirman cuatro de cada diez encuestados (el 43,8%). Más de un cuarto de la población castellano-manchega espera de media un mes (29,3%), y el resto tiene una consulta en menos de treinta días (23,9%).
La sanidad privada gana cada vez más fuerza. Los habitantes de Castilla-La Mancha, consideran que el problema de las listas de espera sigue enquistado. Un 32,5% entiende que la situación va a peor, el 43,8% cree que siguen igual que siempre y sólo un 13,1% observa que ha mejorado.
En este contexto, el sistema sanitario privado se ve beneficiado. Especialmente en las comunidades autónomas donde el tiempo de espera es elevado. Así lo confirman los propios encuestados por el CIS, entre aquellos que eligen la sanidad privada por encima de la pública (todavía sigue siendo menos del 20%) la principal razón la encuentran en "la rapidez con la que le atienden", el 64,4% de los encuestados.
Tanto es así que el 41,2% de los ciudadanos declaran haber acudido en los últimos doce meses a una consulta privada con un especialista, y un 30% prefirió una consulta privada con su médico de cabecera o pediatra en la sanidad privada antes que en el sistema público.
Los castellano-manchegos demandan "dedicar más recursos económicos" como propuesta para obtener una mejor atención sanitaria. Al menos eso respondieron seis de cada diez encuestados (59%). Además, un 61,3% de los entrevistados piden "aumentar las plantillas del personal" como medida principal.
Problemas personales. Los castellano-manchegos son críticos con la situación que viven los centros de salud de la región. Tanto es así que dos de cada diez habitantes Castilla-La Mancha sienten que sus vidas personales se ven afectadas por la falta de médicos. En concreto es el 20,5% de la población de la región encuestada, estando casi tres puntos por debajo de la media nacional.
Esta es una situación que reprochan los ciudadanos del sistema de salud pública, ya que la satisfacción que muestran con el personal sanitario que les atiende es muy elevada. Dos tercios de los castellano-manchegos (62,9%) confían en su médico de cabecera y quieren seguir manteniéndolo "de forma estable" en el tiempo.
Además, un 4,6% de los pacientes de la sanidad pública de la región asegura que no le recetaron ningún medicamente cuando pasó por una consulta en los últimos doce meses.