En los últimos años, el consumo de cigarrillos electrónicos se ha incrementado, en algunos casos, como alternativa al tabaco, y aunque estos también tienen efectos perjudiciales para la salud, pueden ayudar a abandonar este mal hábito.
Según una revisión de Cochrane, el 10 por ciento de las personas que usan estos los cigarrillos electrónicos con nicotina para dejar de fumar podrían conseguirlo. Para llegar a esta conclusión se han analizado 90 informes sobre casi 30.000 personas. En el caso de los que no contienen nicotina, el porcentaje baja al siete por ciento.
Los investigadores puntualizan que «todavía se necesita más evidencia», pero apuntan que «los cigarrillos electrónicos con nicotina pueden ayudar a las personas a dejar de fumar durante al menos seis meses».
Según indican, «la evidencia muestra que funcionan mejor que el tratamiento de reemplazo de nicotina y probablemente mejor que los cigarrillos electrónicos sin nicotina y podrían ser más útiles que ningún apoyo o el apoyo conductual solo, y podrían no asociarse con efectos no deseados graves».
Riesgo de sesgo
La comparación entre los cigarrillos electrónicos con nicotina y la atención habitual o la ausencia de tratamiento también apunta a un efecto beneficioso, pero la certeza es menor debido al riesgo de sesgo inherente al diseño de los estudios». En este sentido, precisan que estos resultados «se basan en unos pocos estudios para la mayoría de desenlaces, y, en algunos casos, los datos variaron ampliamente».
Así, aclaran que los estudios que compararon los cigarrillos electrónicos con nicotina con el apoyo conductual o ningún apoyo también mostraron mayores tasas de abandono en las personas que utilizaron cigarrillos electrónicos con nicotina, pero proporcionan datos menos seguros por problemas con el diseño del estudio.