Hermana parricida: "Mi padre decía que iba a cortar el grifo"

Belén Monge Ranz
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En la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Guadalajara por el crimen de un matrimonio de Brihuega a manos de su hijo, la hija de los fallecidos ha reconocido que sus progenitores estaban "hartos" de que no trabajara

El acusado, durante el segundo día del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Guadalajara - Foto: Lara Ranz

Concluye la segunda sesión del juicio seguido en la Audiencia Provincial de Guadalajara por el crimen de un matrimonio en su finca de Brihuega a manos de su hijo. Una vista con jurado popular por la que en este segundo día han pasado testigos clave como la hermana o el padrino del detenido, a cuya casa se desplazó el primer lugar A.C.S. tras perpetrar los hechos, y también amigos de los fallecidos y guardia civil.  

La hermana del presunto parricida de Brihuega ha declarado que sus padres estaban "un poquito hartos" porque el acusado no trabajaba "porque realmente no quería", y ha sido tajante al afirmar que cuando lo vio en el hospital de Guadalajara el día de los hechos, cuando todavía él no había reconocido que los había matado, "le vio bien". "Hablé con él y le ví perfectamente, bien".

En el segundo día de la vista por la muerte de un matrimonio en Brihuega supuestamente a manos de su hijo el 9 de mayo de 2022 la hermana del presunto parricida no ha negado que había discusiones porque su hermano no trabajaba y que su padre "estaba harto". "Mi madre, por amor de madre, tenía un poco más de paciencia", ha dicho.

Otro dato aportado por la hermana en el juicio tiene que ver con una visita realizada a la la finca de sus padres afirmando que le había resultado extraño que en el cuarto del acusado había dos libros sobre patrimonio y sucesiones. "Me da que pensar que pudo llegar a hacer lo que hizo por ello" dado que sus padres tenían dinero, ha subrayado.

La hija de los fallecidos no conoce realmente  que su hermano tenía diagnosticado trastornos psiquiátricos salvo uno puntual bipolar, aunque si ha dicho saber que desde hace años fumaba porros y que "puntualmente alguna borracherilla". Al igual, que su madre le comentó que un día dio positivo en cocaína y que se habían gastado un "dinero descomunal" para ayudarlo.

La mayor parte de los testigos que han prestado declaración en este segundo día de la vista en el juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial han coincidido en apuntar que desconocer las patologías psiquiátricas del detenido, hoy en prisión provisional, pero si sabén que no le gustaba trabajar pero si vivir bien y que dependía económicamente de los padres. 

En esta línea, la hermana ha manifestado también que los padres ya le habían dicho que tenía que hacer algo con su vida porque no podían seguir manteniéndole. "Mi padre estaba harto, decía que le iba a cortar el grifo", ha apuntado, admitiendo que su hermano estaba cada dos por tres en el hospital o en clínicas privadas pero que cuando ella les preguntaba le decían que tenía depresión o que iba para dejar de fumar. 

Y si bien hasta el día después de los hechos su hermano no reconoció que había matado a sus padres, hablando inicialmente de que se había despertado de la siesta y los había visto tendidos en el suelo, la hija de los fallecidos ha señalado a preguntas de las partes que fue tras su ingreso en prisión "cuando ha visto la clara la realidad". "Solo he recibido de él llamadas con el único fin de pedirme dinero para tabaco". "Quería dinero y empiezo a pensar que solo me escribía por el interés, nunca le preguntó si estaba bien", ha recalcado.

Acto seguido ha declarado el padrino del acusado y amigo íntimo de la familia, en cuya declaración ha dejado constancia de que nunca vio discusiones entre los padres y el hijo que se salieran de lo normal y considerando las dificultades de una persona que tiene dependencia económica de ellos. 

El acusado, tras los hechos, fue a casa de su padrino en primer lugar. Allí, tras llamar a la  cancela, les pidió ayuda porque había encontrado muertos, en un charco de sangre, a sus padres, declarando el testigo en la Sala que en ese momento lo vio "nervioso y excitado" pero sin ningún otro síntoma. "El discurso era totalmente coherente", sin que se le pasara por la imaginación que lo que les estaba contando no fuera cierto, ha remarcado.

Tampoco su padrino sabe nada de los trastornos psiquiátricos del detenido aunque sí que había estado ingresado en varias ocasiones. "No presentaba síntomas de haber consumido alcohol, ni la mirada perdida, ni lloroso, ni turbado", ha recalcado, admitiendo también que le gustaban las marcas y que él trataba de regalarle lo que quería en fechas puntuales.

También ha declarado la mujer del padrino del detenido, coincidiendo con su esposo en que el día de autos no notó que el acusado estuviera bajo la influencia de los efectos estupefacientes, pero que cuando habló con él le dijo que a lo mejor habían entrado en la vivienda porque él tenía deudas y le llegó a preguntar cuanto tarde en morir una persona a la que le cortan el cuello.  

Y en esta misma línea se han despachado otros de los testigos que han comparecido en la sala este jueves. Ninguno ha reseñado conocer discusiones importantes entre el supuesto parricida con los padres ni patologías o problemas de salud mental de él o bajo la influencia de sustancias estupefacientes, pero si que no le gustaba echar una mano en casa pese a que no trabajaba. 

Un primo y amigo del padre ha dicho que "se tiraba un poco el rollo" de la posición económica de sus padres y que a la hora de ayudar siempre decía que le dolía algo y que los propios padres le habían llegado a comentar que "se le iba a acabar vivir del cuento".

Posteriormente han declarado los varios guardias civiles, uno de los cuales tomó declaración el día 10 de mayo de 2022, asegurando que el acusado describió "coherentemente y tranquilo" todo el relato de los hechos cometidos el día anterior.

La sesión del jueves ha concluido. Mañana a primera hora se reanudará el juicio.