Todavía son muchas las incógnitas por despejar sobre el origen certero del devastador incendio declarado el pasado 22 de febrero en el barrio Campanar de Valencia, donde se calcinó un edificio de 14 plantas y perdieron la vida 10 personas. Un trágico suceso que en apenas unos días ha conllevado que arquitectos y aparejadores, ayuntamientos y también alguna constructora de la provincia, estén recibiendo numerosas llamadas de particulares, comunidades de propietarios y administradores de fincas, intranquilos por conocer la situación de sus edificaciones, con el fin de saber si, en caso de incendio, podría ocurrir en su edificio lo mismo que aconteció en este de la comunidad valenciana.
Hay un refrán que dice que: El miedo es libre. Y ante el mismo, desde el Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha (Coacm), su decana, la guadalajareña Elena Guijarro, pide tranquilidad a los guadalajareños y al resto de los castellanomanchegos. Reconoce que este fatal suceso es, sin duda, un motivo más para reflexionar sobre cómo se produjo, si se podía haber evitado, o por qué pasó lo que pasó, aun considerando que parece evidente que se dieron un cúmulo de circunstancias que ahora habrá que estudiar, pero que conllevaron a este fatal desenlace.
En todo caso, Guijarro insta a la prudencia y a no sacar conclusiones hasta que no haya un diagnóstico fidedigno, con datos fehacientes sobre lo ocurrido. «Se empezó a hablar de poliuretano y no había poliuretano», remarca en declaraciones a La Tribuna.
La guadalajareña Elena Guijarro, decana del Colegio de Arquitectos de la región, pide calma ante la inquietud generada tras el devastador incendio de Valencia - Foto: Javier Pozo/Manuel Ribelles (UAPFE)La decana del Colegio también pide que este trágico suceso «no penalice» las soluciones que se están dando en la rehabilitación o en la construcción de edificios, donde se utilizan nuevos materiales y sistemas que mejoran la eficiencia energética, que «son perfectamente viables, seguros y se realizan con todas las garantías». «No queremos que este suceso penalice el trabajo bien hecho. Esperamos que se siga confiando en que lo que se está haciendo ahora mismo se ejecuta con todas las garantías», abunda.
Y con el fin de aquietar a los guadalajareños que puedan estar intranquilos o con dudas sobre los materiales utilizados en sus viviendas a raíz de este suceso, desde el Colegio se requiere que, antes de poner en tela de juicio un sistema determinado de aislamiento, contacten con un técnico especialista para ver si en la construcción se utilizaron los materiales y sistemas constructivos garantizados con ensayos previos antes de poner el material en obra, con el fin de que se queden tranquilos. «No podemos demonizar el sistema envolvente por lo que ha pasado», subraya.
Este incendio llevará a que el usuario se empiece a preocupar más por la normativa
Y si bien para Guijarro, la mayoría de los sistemas son seguros y están acogidos a la normativa actual, insiste en que lo que ofrece garantías es «requerir materiales garantizados mediante certificado». «El Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE) es bueno en sí, pero hay que controlar que ese material es ignífugo y ver cómo se coloca, atendiendo siempre la normativa vigente. Si esto se hace bien, no tiene que haber problemas».
Por ello, su consejo ahora mismo pasa por estudiar los materiales y las soluciones constructivas y por realizar los controles.
La decana del Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha admite también que este incendio «va a conllevar que los usuarios empiecen a preocuparse un poco más y a fijarse más en la normativa contra incendios y en la importancia que tiene esto en las viviendas, y a valorarla».
No puede precisar si en Guadalajara existen bloques de estas características, pero afirma a preguntas de este medio que, siempre que no se cree alarma social, «no vería mal» la idea de que desde la Administración regional se realice un inventario de las edificaciones susceptibles de poder presentar algún tipo de problema, con el fin de realizar un chequeo para ver el comportamiento de fuego, «aunque solo sea como una medida tranquilizadora», apunta.
También cree que hoy en día podría ser interesante trabajar por una mayor cualificación dentro del sector de la construcción, convencida de que en España no se le da la importancia que debería tener. «Si bien el arquitecto o el aparejador da una pauta en la edificación, no siempre es asumida del todo por el constructor. A veces, se hacen cambios que la dirección técnica desconoce», declara mientras recuerda que en una obra intervienen muchos agentes y que cada uno con sus responsabilidades.