Este domingo, 30 de marzo, se cumplen diez años de la apertura del primer espacio museístico municipal de la ciudad de Guadalajara, el Museo Sobrino, que también es único en su contenido por estar dedicado al arte geométrico y cinético, del que este autor guadalajareño fue uno de sus principales representantes en el mundo.
Para celebrarlo, este sábado, el Ayuntamiento de Guadalajara convoca, como puede verse en la agenda de la página web del museo, a 18,30 horas, una fiesta psicodélica años 60 para celebrar esta exitosa década. Está previsto que haya performance, música de dj´s, un cóctel y se recomienda ir ataviado con vestimenta geométrica en homenaje al fondo museográfico.
Y aunque no va a coincidir en fecha con el décimo aniversario real, ya se está organizando una exposición conmemorativa para celebrar la efeméride que llevará por título Francisco Sobrino, Inédit (1956-2005), ocupando todo el espacio expositivo con una treintena de obras que tendrán como procedencia Francia, país vecino donde el autor desarrolló gran parte de su vida y su obra, y que podrá visitarse del 9 de mayo al 6 de julio.
La instalación se inauguró unos meses después del fallecimiento de Francisco Sobrino en la ciudad francesa de Bernay. - Foto: Javier Pozo«El museo va a ser más Sobrino que nunca porque la sala temporal va a estar dedicada también al artista. Lo que hemos hecho es traer las obras del entorno familiar que estaban en Francia. Por eso lo llamamos Inédit, en francés, porque él vivió en París desde 1959. Son obras que pertenecieron al estudio de Sobrino y van a componer el cuerpo de esa exposición», explica el comisario de la muestra y crítico de arte, Alfonso de la Torre.
«Intentamos presentar obras inéditas en España y obras lúdicas que puedan atraer a la gente de Guadalajara», señala la hija del artista, Celia Sobrino, que nos da a conocer que está colaborando de forma activa con esta exposición.
Entre las curiosidades que Alfonso de la Torre anuncia que tendrá esta muestra hay «algunos detalles de su época bonaerense con una escultura de los 50» pero también piezas «con sus permutaciones, sus esculturas de metacrilato», gouaches, esculturas de plexiglás y de acero, piezas con resortes o con sistema eléctrico, entre otras.
La instalación se inauguró unos meses después del fallecimiento de Francisco Sobrino en la ciudad francesa de Bernay. - Foto: Javier PozoEn esta exposición «de carácter internacional», como define su comisario, habrá un encuentro entre la obra de Sobrino y la música, además de la edición de un catálogo en el que se analizarán toda la obra y la contribución de Francisco Sobrino al mundo del arte.
Prestigio
«Me gustaría que los ciudadanos de Guadalajara se sintieran orgullosos del museo. Es mi objetivo», asegura Celia Sobrino.
La instalación se inauguró unos meses después del fallecimiento de Francisco Sobrino en la ciudad francesa de Bernay. - Foto: Javier PozoEn este corto tiempo de vida, el Museo Sobrino ha ganado un excelente prestigio dentro del mundo del arte, sin embargo, es poco conocido y visitado por los vecinos. Esa es la sensación que tienen aquellos que han estado y están trabajando por su impulso, como Pedro José Pradillo que ha estado al frente de su dirección diez años: «Ha sido un privilegio tener la posibilidad de crear un museo y de estar gestionándolo durante diez años. Seguimos sin querer reconocer que Francisco Sobrino es un artista meritorio, pero sí a nivel nacional se considera. Y no solo la obra de Sobrino, también la obra del museo. La programación que hemos mantenido durante estos diez años nos permite que no tengamos que ir a buscar a nadie, que los artistas llamen porque quieren exponer», asegura el técnico municipal de Patrimonio recientemente jubilado que lamenta que «los equipos de Gobierno no han sido conscientes de lo que es el Museo Sobrino y de lo que hay que hacer», en cuanto a la necesaria ampliación de la instalación. «Hemos crecido mucho institucionalmente pero no espacialmente. Para seguir creciendo dentro del mundo del arte contemporáneo español necesitamos más espacio, más exposiciones temporales porque tenemos una lista de espera muy grande. Necesitamos tener un almacén, un taller, un lugar donde hacer exposiciones y conferencias, una biblioteca especializada». Por eso, Pradillo estima que aunque «en la ciudad, cada vez se conoce mejor», insiste en que «no sigue estando apoyado por las instituciones suficientemente».
«El Museo Francisco Sobrino queda omitido en la señalética de la ciudad», aprecia la presidenta de Amigos del Museo Sobrino, Karolina Czescik, que representa a un colectivo que nació en 2017 y que a día de hoy está integrado por 60 personas, y que también reconoce que «probablemente nos falta difusión de información sobre los acontecimientos», a nivel local y nacional, más allá de los círculos del arte contemporáneo. Por ello, propone presencia en redes sociales, eventos especiales, colaboraciones y creación de programas de membresía con beneficios exclusivos como acceso anticipado a exposiciones o eventos privados.
«Creo que la ciudad tiene que estar orgullosa de ese museo y de lo que hemos hecho. Animarles a que lo visiten más, que quizás es la queja, que sea poco visitado», añade Alfonso de la Torre, quien pone en valor que este espacio en su sala de exposiciones temporales ha acogido medio centenar de muestras de artistas o la gran calidad de los seminarios organizados en sus diez años de historia.
La instalación se inauguró unos meses después del fallecimiento de Francisco Sobrino en la ciudad francesa de Bernay. - Foto: Javier Pozo«Es un museo muy valorado en un tiempo récord», reitera De la Torre comparándolo con la trayectoria de otros centros como Tate Modern, MOMA o la Fundación Antonio Pérez de Cuenca, pero estima que «el museo tiene que ser tomado por la gente de la ciudad».
Según los datos facilitados por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Guadalajara, el número de visitantes en el año 2024 fue de 5.038, una cifra algo menor que la de 2023, 5.946, pero bastante superior a la de 2022 de 3.472 personas. A ello, según informan habría que añadir a los alumnos, entre cinco mil y seis mil, que cada curso escolar participan en los talleres didácticos del museo.
«Derecho a la palabra»
La instalación se inauguró unos meses después del fallecimiento de Francisco Sobrino en la ciudad francesa de Bernay. - Foto: Javier PozoA finales de enero de este año, el Ayuntamiento de Guadalajara y la familia, representada por Celia Sobrino que es una de los tres hijos del artista, sellaron un convenio de colaboración que llevaba pendiente demasiado tiempo. En concreto, el artista y los herederos lo reclamaban desde el año 2011.
«Gracias al convenio se blinda y se ceden los derechos de uso y reproducción de la obras de Francisco Sobrino en el museo. No se habla específicamente de una renovación de obra, pero sí hace referencia a una comisión de seguimiento donde se pueden contemplar éste aspecto», informa el concejal de Cultura del Ayuntamiento capitalino, Javier Toquero.
Para la familia, ha sido una manera de normalizar las relaciones con el Ayuntamiento de la capital: «Nosotros somos los herederos de Sobrino y de los derechos de autor y de imagen. Sin convenio, el museo no tenía ni derecho a usar su nombre», asegura su hija Celia, quien añade que «este acuerdo le da más legitimidad al museo porque formamos parte a nivel de representación de Sobrino. Para nosotros, la importancia es que tenemos derecho a la palabra».
La instalación se inauguró unos meses después del fallecimiento de Francisco Sobrino en la ciudad francesa de Bernay. - Foto: Javier PozoUna vez solventada esta firma, sólo queda cumplir con otro trámite, que también es insólito que esté aún pendiente, que es su inscripción dentro de la Red de Museos de Castilla-La Mancha, solicitada en noviembre de 2024 y a la espera de resolución por parte de la Consejería de Cultura, donde aún revisan la documentación presentada. Es un «objetivo clave», según define Javier Toquero, porque «ofrece varias ventajas tanto para los museos como para los visitantes» de visibilidad y promoción, cooperación entre museos para el intercambio de exposiciones, así como formación y asesoramiento del personal, como destaca el edil.
No obstante, hay que tener en cuenta que el Museo Sobrino carece de personal propio, «más que las empresas contratadas de atención en el mostrador y vigilancia, no tiene recursos propios, el presupuesto varía de un año para otro la partida asignada, y siempre hay que hacer muchas filigranas», informa Pedro José Pradillo.