La campaña de aceite de oliva está un 34 por ciento por encima de la del año pasado en Castilla-La Mancha. El dato lo ha dado hoy el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, que destacó que la región ha producido 90.000 toneladas.
Con estos datos «se confirma la previsión de una buena campaña», expone el consejero, que cree que al término de varea se podría alcanzar la cifra ya prevista de 140.000 toneladas. Se trata de una cantidad que sería superior a la media de la última década, tal y como remarcó Lizán. El consejero hizo esta valoración durante una visita a la almazara de la Cooperativa Santísimo Cristo de Villajos, de la localidad ciudadrealeña de Campo de Criptana.
Las lluvias del pasado invierno y primavera han sido cruciales para que este año haya una buena campaña de aceituna. Se enlazarán, por tanto, dos 'vareas' con unos datos aceptables, después del catastrófica campaña 2021-22, que arrojó unos datos de recogida muy bajos por culpa de la sequía.
Según la última encuesta sobre superficie agraria del Ministerio, en Castilla-La Mancha hay 451.971 hectáreas de olivar, una cifra que ha superado ya –aunque por poco– al viñedo. La región es la segunda gran productora del país, solo por detrás de Andalucía, que tiene 1,6 millones de hectáreas de olivos. Hay que recordar que en toda España la superficie del olivar llega a los 2,7 millones de hectáreas.
El pasado año las exportaciones de Castilla-La Mancha del capítulo 'aceites y grasas' ascendieron a 231 millones de euros. Italia es el principal país que compra aceite de oliva a la región, con una facturación que el año pasadó llegó a 106 millones.