El Deportivo Guadalajara logró un empate sin goles en su visita al Rayo Majadahonda, un resultado que permite mantener su racha invicta con 25 partidos sin perder y habla de lo complicado que es ganar a este equipo y mucho más hacerle gol, donde en 27 partidos ha mantenido la portería a cero en 19 de ellos. El equipo morado dominó el encuentro, sobre todo en la segunda mitad, y fue claramente superior en el juego, pero se topó con la mala suerte de dos remates que dieron en el palo y varias ocasiones fallidas que impidieron que el marcador se moviera.
Pere Martí repitió el mismo once inicial que el equipo que ganó la semana anterior en el Pedro Escartín frente al Unión Sur Yaiza. En el banquillo esperó su oportunidad Pablo Sanz, Palomeque, Darío, Krehl, Manu Ramírez, Christian y Toño Calvo.
Desde el inicio, mostró su intención de controlar el partido con largas posesiones de balón. En la primera mitad ambos conjuntos mostraron bastante respeto conscientes de lo que se jugaban ambas escuadras. Dentro de la igualdad, el Deportivo fue el más peligroso, con un disparo flojo de David Amigo que fue detenido por el portero local Hugo Mantecón y un intento de Unax que no tuvo fuerza suficiente. El Rayo Majadahonda también generó algo de peligro con un disparo desviado de Guti, pero no hubo grandes ocasiones claras en los primeros 45 minutos, lo que dejó el marcador en cero al descanso.
Ya en la segunda parte, el Dépor, arropado de cerca de 400 personas en las gradas, mejoró considerablemente a lo de la primera parte y comenzó a llegar con mayor claridad y calidad al área rival. David Amigo tuvo la primera gran oportunidad al recibir un centro desde la izquierda y rematar de cabeza, pero Mantecón salvó con una gran intervención. Unos minutos después, los morados tuvieron otra ocasión clara cuando Cañizo, en un remate de cabeza tras un centro de Amigo, estrelló el balón contra el larguero. El equipo alcarreño seguía dominando el juego, pero el gol no llegaba. En un contragolpe, David Amigo se plantó ante el portero local y, al intentar asistir a un compañero, un defensor local intervino y alejó el peligro.
El Deportivo no se conformó con el empate y siguió buscando la victoria, acosando el área del Majadahonda con centros laterales con un Julio Martínez muy activo en banda. Cañizo volvió a tener una buena oportunidad, pero su remate tras un centro de Cera se fue desviado. En el tiempo añadido, Manu Ramírez tuvo la última oportunidad con un tiro libre peligroso que estrelló contra la cruceta, cerrando así el partido sin goles. A pesar de no llevarse la victoria, el equipo de Pere Martí sigue demostrando su solidez y capacidad de lucha, aunque con la sensación de que mereció más.