Guadalajara fue la provincia española donde la natalidad tuvo un descenso más pronunciado en 2023. Así se desprende de los datos que publica mensualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que reflejan que, durante el año pasado, se registraron 1.502 bebés en territorio provincial frente a los 1.920 que hubo en 2022, lo que supone una caída del 21,76 por ciento. Aunque se trata del porcentaje más elevado de todo el país, la tendencia a la baja en los nacimientos es algo generalizado en todas la provincias en las dos últimas décadas y, de manera muy especial, en los cinco últimos años.
Son múltiples los factores que influyen en este panorama demográfico cada vez más preocupante. Tal y como analiza Vicente Marbán, profesor titular de la Universidad de Alcalá (UAH) especializado en Sociología Económica, asistimos a una realidad «que venimos empujando desde hace varias décadas arrastrada por el contexto económico y por los cambios culturales en el modelo de familia». Según explica este docente, «hay una relación directa entre crisis y natalidad» y, por ello, las recesiones económicas sufridas tras el estallido de la burbuja inmobiliaria (2008) y, más recientemente, como consecuencia de la pandemia y de un contexto internacional muy convulso protagonizado por las guerras de Ucrania y Oriente Medio, han agudizado todavía más la caída de los nacimientos. «El incremento del coste de la vida asociado a la inflación y, en el caso de España, a un problema crónico de alto desempleo y al elevado precio de la vivienda, hace que las personas se incorporen cada vez más tarde al mercado laboral y que retrasen o incluso abandonen las decisiones de paternidad y maternidad hasta que no se consigue una cierta estabilidad económica», indica Vicente Marbán.
Asimismo, este experto socioeconómico subraya que las políticas de conciliación en España son «muy débiles», lo que tampoco contribuye en la mejora de las tasas de natalidad. «No es un problema de que las familias no quieran tener hijos, es un problema de que quieren tener hijos en unas condiciones de estabilidad económica, quieren criar a sus hijos en un entorno seguro. No tengo ninguna duda de que si hubiera vivienda accesible, trabajo estable y medidas que favorecieran la conciliación, la natalidad en nuestro país mejoraría significativamente», sostiene.
Sobre esta cuestión, el profesor Marbán también hace referencia al «impacto positivo» que la inmigración supone en el rejuvenecimiento de la población española, al tener bastante más descendencia que los nativos. «Sería bueno diseñar políticas públicas y migratorias que favorecieran un mayor desarrollo y equilibro demográfico», añade este docente.
Partos
Si se observan las últimas estadísticas que facilita el INE, la natalidad en la provincia alcarreña no ha dejado de bajar en los últimos ocho años, a excepción de 2020, cuando experimentó un ligero incremento respecto al año anterior (+193). En concreto, el pasado 2023 nacieron 861 niños menos que en 2016, lo que supone una espectacular caída del 63%.
Sin duda, uno de los ámbitos más afectados por esta tendencia demográfica es el sanitario ya que cada vez son menos los partos que tienen que asistir los profesionales. El Hospital Universitario de Guadalajara es el caso más cercano. Mientras que en el año 2008 se atendieron 2.323 alumbramientos en este centro de referencia provincial, de los que nacieron 2.362 bebés (por ser varios gemelares); el pasado 2023, se registraron casi la mitad, 1.172, de los cuales llegaron al mundo 1.192 bebés. «Llevo 34 años trabajando en el Hospital de Guadalajara y he sido testigo tanto del ascenso que hubo en la natalidad en determinados momentos, como en 2008 que fue un punto álgido, como del progresivo descenso que ha existido desde entonces», señala María Jesús Candelo, jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Guadalajara.
Hay que recordar que muchas madres guadalajareñas optan por dar a luz en otros centros sanitarios distintos al hospital de la capital, sobre todo, en los ubicados en la comunidad madrileña. Esto hace que la cifra anual de bebés siempre más elevada si se atiende a las estadísticas del INE que si se toman como referencia los datos del Hospital. «Si no estuviésemos ubicados en el Corredor del Henares, donde existe una gran oferta de centros sanitarios y la mujer tiene facilidad y cercanía para acudir a ellos, seguramente habría más partos en nuestro Hospital. Tenemos mujeres que sí siguen aquí su control del embarazo pero que luego, por diferentes motivos, optan por tener a sus bebés en otros centros hospitalarios de Madrid», corrobora María Jesús Cancelo.
En todo caso, los profesionales del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Guadalajara se muestran «razonablemente satisfechos» del nivel de alumbramientos registrados en el centro en los últimos años, ya que la tendencia ha sido hacia una «cierta estabilzación» o una reducción bastante más moderada que la registrada en la natalidad a nivel provincial y nacional. Para la doctora Cancelo, esto denota que cada vez son más las mujeres guadalajareña que eligen dar a luz en su hospital de referencia «donde se les ha hecho todo el seguimiento del embarazo y donde tienen depositada su confianza». Concretamente, en el año 2019 se atendieron 1.374 partos en el hospital alcarreño; en 2020, fueron 1.295; en 2021, 1.202; en 2022, 1.268; y en 2023, 1.172.
Además, María Jesús Cancelo avanza que existe una particular tendencia al alza en el número de nacimientos desde que, en octubre de 2023, se trasladó este servicio asistencial a la nueva zona del hospital (cinco o seis partos más por mes). «Para nosotros es una muy buena noticia que mujeres que anteriormente recurrían a otros centros, quizá por tener unas instalaciones y una hostelería de mayor modernidad, ahora prefieran quedarse en el Hospital de Guadalajara». Y es que, tal y como recuerda esta profesional médica, la entrada en funcionamiento del nuevo paritorio y el área obstétrica en el edificio de ampliación ha supuesto una adaptación «a las demandas actuales que requiere un parto». «El parto es una situación que ocurre una o pocas veces más en la vida de una mujer o de una pareja y, obviamente, es un momento muy especial y recordado que se ha mejorado mucho con las nuevas instalaciones», valora.
Así, aparte de ofrecer una «mayor intimidad» durante la fase de dilatación, al existir habitaciones individuales equipadas para todo el proceso incluido el expulsivo, la jefe del servicio destaca la nueva infraestructura quirúrgica. «En este mismo área contamos con un quirófano perfectamente dotado para resolver cualquier problema que pueda surgir», indica. Por último y no menos importante, hay que destacar las nuevas habitaciones individuales destinadas al puerperio, más amplias y luminosas, que cuentan con todas las comodidades tanto para los recién nacidos como para las mamás y acompañantes, con sofás cama para facilitar su descanso.