La candidata de las primeras veces

Agencias
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Ninguna otra política había ocupado la Vicepresidencia hasta la llegada de Kamala Harris, que ahora aspira a lograr un nuevo hito: convertirse en la única mujer en ocupar el Despacho Oval

La candidata de las primeras veces - Foto: Evelyn Hockstein

La trayectoria de Kamala Harris ha estado marcada por las primeras veces: fue la primera fiscal de distrito negra y la primera fiscal general en la Historia de California; la primera indio-americana en llegar al Senado y, cuando el mandatario estadounidense, Joe Biden, la eligió como su número dos, la primera mujer en la Vicepresidencia de la nación norteamericana. ¿Será ahora la primera presidenta?

En el proceso para sustituir al líder demócrata después de que este renunciara hace dos semanas a su candidatura para las elecciones de noviembre, es su mano derecha quien ha asumido la tarea de intentar conseguir las llaves de la Casa Blanca tras convertirse matemáticamente en la aspirante oficial del partido al recabar los apoyos necesarios en una votación virtual. 

Un respaldo que quedará escenificado en la Convención Nacional Demócrata que se celebra el próximo día 19 en Chicago.

Nacida el 20 de octubre de 1964 en Oakland (California), Kamala, cuyo nombre significa flor de loto, es la hija mayor de una pareja de inmigrantes -Shyamala Gopalan, una investigadora contra el cáncer de la India, y Donald Harris, un economista de Jamaica-, que se divorciaron cuando tenía siete años. Pese a su origen multicultural, siempre se ha sentido bien con su identidad y prefiere describirse simplemente como «una estadounidense».

Graduada en Ciencias Políticas y Economía en Howard, se especializó en la lucha contra el crimen. Entre 2004 y 2011 fue fiscal de distrito en San Francisco y entre ese último año y 2017 ejerció como fiscal general de California. Tres años antes se había casado con el abogado Douglas Emhoff. En 2016, se convirtió en la segunda mujer negra y la primera de origen indio en ganar un escaño en el Senado, donde destacó por sus preguntas incisivas a responsables de la Administración Trump en las audiencias.

Ya como vicepresidenta, Biden le encargó la política migratoria fronteriza, motivo por el que los republicanos suelen atacarla, y después la defensa de los derechos reproductivos de las mujeres ante la ofensiva conservadora contra el aborto.

Muy identificada con las causas feministas y defensora de la clase media, su gestión nunca se ha llegado a traducir en elevados niveles de popularidad. No obstante, en el momento en el que Harris dio un paso al frente y se postuló como aspirante del Partido Demócrata, logró recortar distancia con Trump, dando un vuelco a las encuestas e, incluso, a la campaña electoral, tornando a su favor muchos de los sondeos publicados estas dos últimas semanas.

Cuestión de raza y género

La realidad es que la exfiscal se enfrenta a un desafío histórico: en toda la Historia del país, los votantes solo han elegido a un presidente afroamericano: Barack Obama.

Además, EEUU no ha sentado nunca a una mujer en el Despacho Oval. En 2016, la demócrata Hillary Clinton fue la primera nominada a la Presidencia por una de las principales formaciones, si bien perdió frente al magnate neoyorquino.

Harris también hará historia convirtiéndose en la única política negra en optar a la Casa Blanca. Antes que ella, solo lo había intentado Shirley Chisholm, que en 1972 luchó por una candidatura que finalmente se llevó George McGovern, quien a su vez perdió frente a Richard Nixon.

Como ya ocurrió entonces y en los ciclos electorales de Clinton y Obama, la raza y el género serán parte central de una campaña que, con toda probabilidad, se verá acentuada por el discurso incendiario de Trump. Por eso, en su intento por ganar el pulso al racismo y sexismo que aún persisten en algunos sectores de EEUU, Kamala deberá dejar muy claro su ideario en los próximos meses si quiere cumplir sus aspiraciones.

Y es que su discreto papel hasta ahora como vicepresidenta (un aspecto ligado al cargo) ha impedido conocer al detalle su personalidad, si bien ya está consiguiendo calar entre los estadounidenses.