La mayor parte de los agricultores de la provincia arrancaron ya la siembra del trigo y la cebada, y donde todavía no lo han hecho, están ultimando los preparativos del suelo. «Se está sembrando a toda velocidad. Estamos a tope», afirma el presidente de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Guadalajara (APAG), Juan José Laso, quien asegura que la tierra «ya está en condiciones» y no quieren que se pueda volver a retrasar por posibles lluvias.
Están en tiempo y cuando más se retrase, menos cosecha tendrán. La Campiña fue la primera en empezar a planta, seguida de la Alcarria. Sin embargo, en Molina todavía hay zonas donde están «parados» debido a las abundantes aguas caídas en la zona, y pasa lo mismo en parte de la Sierra Norte.
Una provincia de secano en la que los cultivos predominantes siguen siendo el trigo y la cebada, aunque con nuevas variedades constantemente. «Guadalajara es mayoritariamente secano y resulta muy difícil tener nuevos cultivos. Casi todo se resume en trigo, cebada, avena, leguminosas y colzas», remarca Laso a La Tribuna.
En todo caso, el presidente de APAG está satisfecho con los inicios. «Son buenos porque ha llovido y la tierra está con reservas de agua suficientes para sembrar», precisa este agricultor, para el que ahora, más que nunca, el sector necesita que la conexión entre el río Sorbe y el Bornova llegue «cuanto antes», así como el aumento de la superficie regable del Canal del Henares y los regadíos del Badiel y de Medranda, entre otros.
Laso resalta la unidad conseguida en la defensa de la conexión del Sorbe con la presa de Alcorlo, una obra que permitiría recoger el exceso de agua que no puede almacenarse en el pantano de Beleña, por su pequeño tamaño y que ahora obliga a desembalses periódicos.
Según adelanta, ya se están realizando los estudios y «parece que va bien». Reconoce la diligencia del Gobierno regional en este asunto aunque «ahora lo que hace falta es que desde el Gobierno central se acometa la obra», remarca.