IU amenaza con romper Sumar y abre una crisis de Gobierno

Agencias
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La adquisición de 15 millones de balas a la industria bélica hebrea pone en riesgo la coalición. Izquierda Unida amaga con irse, mientras Díaz, Podemos y ERC exigen que se dé marcha atrás

La operación suscrita por el ministro Grande-Marlaska podría comprometer la continuidad del presidente. - Foto: EFE

¿El Gobierno de coalición está en riesgo de saltar por los aires? Izquierda Unida (IU), la formación que dirige Antonio Maíllo abrió ayer la caja de los truenos al amenazar con romper a Sumar y abandonar al Ejecutivo por la compra de armamento a Israel. 

En el seno de IU se habla abiertamente de «crisis», por lo que apremiaron una cumbre urgente de las organizaciones que componen el grupo parlamentario de Sumar para debatir la continuidad del respaldo a Pedro Sánchez, después de que su Ejecutivo haya admitido la compra de 15 millones de balas a industrias militares hebreas por importe de 6,6 millones de euros.

La operación revela otro volantazo del Ejecutivo, pues el Ministerio del Interior garantizó en octubre del pasado año en una nota oficial que había dado luz verde a rescindir el concurso de compra de balas a Israel por la guerra en Gaza. Ahora, ese contrato que, en teoría había quedado suspendido, apareció publicado en el BOE el pasado Viernes Santo. El argumento del gabinete que dirige Fernando Grande Marlaska para justificar este cambio Interior es que rescindir el contrato pactado con Israel suponía pagar sin recibir las balas y perder casi siete millones de euros.

Sin embargo, sus aliados de izquierda pusieron el grito en el cielo. El portavoz de IU, Enrique Santiago, avanzó que su formación ha reclamado una reunión de la mesa de partidos de Sumar para analizar su papel en el Gobierno, ante las decisiones unilaterales del PSOE sobre gasto en Defensa y en caso de no anularse un contrato del Ministerio del Interior para la adquisición de ese armamento.

De hecho, confirmó que barajan todos los escenarios, al ser preguntado por la posibilidad de salir del Gobierno, y que cualquier decisión sobre su permanencia o ruptura del Ejecutivo se adoptará de forma conjunta por todo el espacio plurinacional. Para IU, Marlaska y la titular de Defensa, Margarita, Robles deben dimitir si no revierten la compra de balas.

Unas palabras que contrastan con las declaraciones de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, al asegurar que el Ejecutivo «goza de muy buena salud», pese a reconocer discrepancias con la nueva inversión en Defensa. La titular de Trabajo, eso sí, exigió a Interior, en un nuevo ejercicio de funambulismo político, que cancele de forma inmediata el contrato de compra de munición por contravenir los acuerdos del Ejecutivo.

Sin embargo, el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, echó más leña al fuego al acusar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de abrir una crisis en el seno del Gobierno de coalición por su decisión «unilateral» de aumentar el gasto militar. Un acto que calificó de «irresponsabilidad» para advertir al PSOE que por ese carril de rearme su formación no va a discurrir.

Al mismo tiempo, la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, que es la representante de IU en el Ejecutivo, remitió una carta a su homólogo de Interior para criticar que es «inaceptable» ese contrato de adquisición de armas y demandó abrir una auditoría para revisar si hay más contratos de índole armamentístico con Israel.

Podemos tampoco se anduvo con paños calientes. Su portavoz, Pablo Fernández, pidió la dimisión de Fernando Grande-Marlaska y avisó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que sus planteamientos de gasto en Defensa son los mismos que haría el PP o Vox. «Ante un hecho tan extremadamente grave, porque ya no es que esté mintiendo a ciudadanía española a la cara, es que están colaborando con un Estado genocida, yo creo que el señor Marlaska debería dimitir», zanjó.

En esa misma línea crítica, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, anunció que presentarán una petición para que el ministro del Interior comparezca en el Congreso para dar explicaciones por la compra a los 15,3 millones de balas destinadas a la Guardia Civil.