Las organizaciones agrarias solicitan al Gobierno que subvencione un arranque de viñedos para adecuar la oferta de vino a una demanda en retroceso, una medida polémica a la que se opuso el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y que no cuenta con el consenso de todo el sector.
Mientras Asaja, COAG y UPA, de manera conjunta, y Unión de Uniones, por su parte, hicieron llegar esta propuesta a las administraciones, otros agentes del sector, como los bodegueros, no consideran que subvencionar el arranque de viñas sea, en general, una solución, salvo casos particulares que habría que analizar.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ya descartó que España vaya a optar por el arranque de viñas como respuesta al descenso del consumo mundial de vino, como sí hizo Francia, país al que la Comisión Europea le autorizó entregar ayudas por 120 millones de euros para arrancar 30.000 hectáreas.
«Cada país tiene su propia problemática y sus propias soluciones, hoy por hoy», afirmó Planas durante su participación a mediados de este mes en Dijon (Francia) una reunión de ministros de países miembros de la Organización Internacional de la Viña y del Vino (OIV). Planas aseguró que se tomarían medidas si hicieran falta, pero insistió en que «este no es el caso».