La Sierra Norte pide más compensaciones por sufrir el lobo

Belén Monge Ranz
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Agricultores, ganaderos, cazadores y ayuntamientos de la zona unen sus voces y van a elaborar un manifiesto que entregarán a las administraciones central, regional y autonómica, exigiendo soluciones para esta comarca

Mesa informativa celebrada este miércoles en Cogolludo - Foto: APAG

Ayuntamientos de pequeños municipios de la Sierra Norte de Guadalajara, ganaderos, agricultores y cazadores unen sus voces para reivindicar a las administraciones más mimo y más compensaciones para una comarca que debido a las restricciones derivadas de la protección del lobo ibérico ve peligrar a pasos agigantados el futuro de sus pueblos, el de la caza y la ganadería.

Este miércoles, responsables de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Guadalajara (APAG), de la Asociación de Titulares de Cotos de Caza (ATICA) en la provincia, de la Agrupación de Ganaderos de la Sierra Norte (AGSN) y alcaldes y concejales de ayuntamientos de la zona, se reunieron en Cogolludo para defender su actividad económica y debatir las consecuencias que las medidas de protección del lobo están teniendo ya a todos los niveles en la comarca.

Encuentro en el que se acordó redactar un manifiesto conjunto firmado por estos ayuntamientos, ATICA y APAG, que entregarán a las tres administraciones (central, regional y provincial),  en defensa de los intereses de los pequeños pueblos de la Sierra Norte de Guadalajara, muchos de los cuales dependen estrechamente de la caza, la ganadería y la agricultura y debido al lobo están perdiendo importantes ingresos. 

Mesa informativa celebrada este miércoles en Cogolludo Mesa informativa celebrada este miércoles en Cogolludo - Foto: APAG

Una jornada que contó con la participación de expertos y representantes de sectores clave afectados como es el caso del presidente de la AGSN, Fernando Moreno, para quien su sector es realmente el que está "manteniendo el lobo" ya que las pérdidas por ataques de este son cada vez mayores. 

Desde esta asociación se reivindica un pago compensatorio a los ganaderos por cabeza de ganado por el mero hecho de mantener la ganadería en una zona lobera y que se incrementen las ayudas por cada oveja, cabra o vaca perdida. 

"Las preocupaciones valen dinero", afirma Moreno, muy molesto también por la presencia de numerosas cámaras en el campo, colocadas por los agentes medioambientales, que a su juicio podrían ser hasta ilegales. "Tu pones una cámara y tienes que pedir mil permisos y ellos las ponen y no avisan ni señalizan", remarca el también alcalde de La Nava. 

Lo cierto es que los ataques del lobo no cesan. En apenas quince días, un ganadero de Atienza lleva cuatro asaltos a su ganado, algo que para Moreno les hace estar "en vilo" la mayor parte del tiempo. 

Por su parte, el problema que tienen los cazadores es que aunque la orden de vedas de Castilla-La Mancha permite cazar el jabalí sin pedir autorización y con cupo libre porque hay una sobrepoblación, en la Sierra Norte, al ser zona lobera, no dejan realizar aguardos nocturnos ni esperas de jabalíes y en muchos sitios se ha prohibido incluso la caza menor por no molestar al lobo. 

El presidente de Atica, Francisco Plaza, pide una mayor regulación de la presencia del lobo "porque el cupo ya se ha superado y su presencia nos está perjudicando a todos. La convivencia es casi imposible porque ya no solo lo vemos por la noche sino a todas horas".

Según Plaza, cada vez hay más burocracia, el valor de los cotos está bajando mucho y el lobo está acabando también con los corzos, y todo ello repercute en la caza. "No ponemos pegas a convivir con el lobo, pero hay que regular su presencia", insiste, lamentando que les estén "señalando" desde la Administración cada vez que desaparece un lobo. 

Pero, además, la protección del lobo está afectando también negativamente a muchos los pequeños municipios que son titulares de cotos y que debido a estas restricciones están viendo como se devalúa el precio de sus cotos y como pierden ingresos. Consideran esto un "agravio comparativo" con respecto al resto de la región y piden también que se les compense de alguna manera. 

Algunos alcaldes ya están viendo como no solo se reduce sino que los que los que aún se piden, se paga mucho menos por ellos, situación que también conlleva menos comidas y menos cazadores en pueblos de una comarca que ya está suficientemente despoblada y que si sigue perdiendo ingresos, muchos pueblos echarán el cierre.

De hecho, algunos ayuntamientos se quejan, además, de la falta de apoyos económicos por encontrase en una zona con tres espacios protegidos y una reserva natura mientras el valor de sus propios pastos pierde también rentabilidad por la presencia de este mamífero carnívoro. 

Otra queja cada vez más presente en la zona es la creciente presencia en la Sierra Norte de cámaras de seguridad para detectar la presencia del lobo, no entendiendo muchos de sus alcaldes que se les pongan tantas pegas y exigencias a ellos por su instalación mientras los agentes medioambientales han llenado la Sierra de ellas sin que nadie controle nada. 

Desde APAG, su presidente, Juan José Laso, vuelve a insistir en la necesidad de mejorar las compensaciones a los colectivos afectados por la presencia del lobo, "un coste que -a su juicio- debería corre a cargo de todos y no no solo de los habitantes del medio rural". 

"Hay que intentar que no haya un escalón diferencial entre vivir en la Sierra Norte o vivir en el valle del Tajo", subraya el presidente de APAG, muy preocupado por el descontento que está generando la presencia del lobo en el medio rural.