El Ayuntamiento de Guadalajara ha empezado a dar ya los primeros pasos para llevar a cabo una modificación del Plan General de Ordenación Urbana del año 2000 que permita a la capital poder seguir desarrollando suelo residencial y industrial y ver por dónde debe crecer, algo que desde el Consistorio creen que ya era necesario ante el crecimiento poblacional y empresarial que se prevé en el Corredor del Henares en los próximos años, y teniendo en cuenta que aun yendo todo bien, el proceso podría prolongarse al menos varios años. 

Para eso, el Ayuntamiento va a contratar una asistencia técnica, cuyo expediente de contratación ya se ha iniciado, que, junto con los técnicos municipales, analizarán el suelo rústico del término municipal de Guadalajara para ordenarlo y protegerlo con arreglo a las determinaciones del Plan de Infraestructura Verde que este mismo martes se aprobaba inicialmente en Junta de Gobierno. 

Para el segundo teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Alfonso Esteban, "esto es lo fundamental, es la base" para que una vez que se analice, se estableca cuál es el suelo rústico que se puede desarrollar del entorno de la ciudad tanto en el ámbito industrial como el residencial.

Según Esteban, "ya no se puede esperar más" porque, entre otras cosas, esto conlleva unos plazos muy largos, calculando que se podría hablar de un plazo de al menos dos años en caso de ir todo bien. "Si no se empieza, no se acaba y tendremos un problema", apostilla. 

"Guadalajara no se puede permitir perder ni un minuto más en tomar esta iniciativa", ha remarcado Esteban en rueda de prensa, considerando que la capital ya no cuenta con suelo industrial para desarrollarse, pero tampoco dispone apenas de suelo residencial.

Así, la corona de la ciudad, entre la Ronda Norte y la A-2 está "prácticamente agotada", ha subrayado el segundo teniente de alcalde, acompañado en su comparecencia de responsables técnicos de Urbanismo.

Una comparecencia en la que Esteban ha insistido en que se trata de "prepararse" para que la ciudad tenga el suelo residencial necesario para dar respuesta a las necesidades de vivienda que se demandan y al crecimiento poblacional de una ciudad que ya cuenta con  91.335 habitantes y parece ser que las noticias auguran un incremento del 21% a nivel provincial en 15 años.

El Plan General que tiene actualmente la ciudad data del año 2000, es decir, tiene 24 años, y en este tiempo solo se han acometido modificaciones puntuales. 

"Hemos decidido poner en marcha esta asistencia técnica que apoye a los servicios técnicos municipales y que concluya con la redacción de una modificación del Plan de Urbanismo del año 2000 que conlleve para la ciudad nuevo suelo industrial y residencial", ha remarcado. 

Para el edil responsable de Urbanismo, se lleva mucho tiempo hablando de esta situación sin que aún se hubiera dado el paso de modificar el Plan General para que la ciudad disponga de un suelo que ahora no tiene y que se necesita para el crecimiento tanto industrial como poblacional que se prevé en la provincia, especialmente en todo el ámbito del Corredor del Henares. 

De momento, ya se ha dado un paso con el visto bueno inicial del Plan de Infraestructuras Verdes, un documento estratégico necesario que están acometiendo muchas ciudades y que viene impuesto desde la normativa europea y desde la legislación española, donde se va a reflejar cuál es la estratégia de un gobierno en el ámbito del suelo rústico y de protección de la biodiversidad. 

Se trata de convertir en normativa la protección del entorno natural, y, además, permitirá identificar cuáles son los suelos con valores que deben ser protegidos y los que pueden ser susceptibles de urbanización.

La aprobación definitiva de lo que es el documento urbanístico tendrá igualmente que contar con el visto bueno de l a Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, convirtiéndose en un procedimiento de una gran envergadura. 

De momento, durante quince días se pondrá a disposición pública el Plan de Infraestructuras Verdes, donde se analiza todo el suelo rústico de la ciudad, que es lo que llevará a determinar qué parte hay que proteger y cuál de la que no hay que proteger puede ser susceptible de ser urbanizada. 

Se trata de hacer un análisis objetivo en base a los documentos que tienen y en base al mismo determinar cuáles son los lugares más adecuados para poder crecer tanto desde el punto de vista industrial como residencial, teniendo en cuenta las barreras posibles como el río. "Estamos muy delimitados por nuestro entorno natural y por las infraestructuras que rodean a la ciudad y todo eso se tendrá que analizar a través de este contrato de asistencia externa con los servicios técnicos municipales para tomar las decisiones oportunas", ha abundado el concejal. 

Los nuevos desarrollos de la ciudad están prácticamente colmatados, a excepción de los núcleos anexionados, que si cuentan con suelo residencia sin desarrollar, concluía el segundo teniente de alcalde.