Ante un aviso amarillo en la Sierra de Guadalajara y la posibilidad de que este pueda llegar a la capital, el Ayuntamiento de la capital mantendrá cerrados los parques y jardines de la ciudad, hasta nuevo aviso. Una decisión adoptada ante una situación de previsiones muy cambiantes. De ahí que, de momento, mientras siga la incertidumbre, los parques se mantendrán clausurados, tal y como confirmaban esta misma tarde a La Tribuna de Guadalajara fuentes municipales. 

Se trata de una nueva borrasca, denominada Martinho, que, según las previsiones, conllevará una nueva crecida del río en las próximas horas motivada por los nuevos desembalses. Sin embargo, la previsión es que la cota no pase del 97,2, que fue la que se alcanzó el pasado 12 de marzo.

Los servicios de emergencia siguen centrados en trabajar para prevenir riesgos asociados a las fuertes lluvias. Desde el Consistorio se mantienen también medidas como la prohibición de practicar deporte en el entorno del Escartín y la prohibición de acercarse a la ribera del río Henares.

No obstante, la borrasca Martinho ocasionaba ya, este jueves, algunos incidentes reseñables. Las fuertes precipitaciones obligaron a cortar temporalmente el túnel que comunica con Cabanillas del Campo debido a las balsas de agua generadas, aunque desde este viernes por la mañana el paso volvía a estar abierto al paso de vehículos en ambos sentidos. También en la zona del Polígono del Ruiseñor se desbordaba un arroyo, provocando inundaciones que conllevaron la intervención de los servicios municipales. Personal de la Policía Local, Protección Civil y los servicios de Guadalagua mantienen vigilado el entorno del cauce.