El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, avanza que el dato de producción de aceite de oliva en Castilla-La Mancha, a 31 de enero, prácticamente con la campaña cerrada, asciende a 130.500 toneladas, un 34 por ciento más que el año pasado y el doble que en la campaña de 2023. Esta cifra mejora también la producción media de la última década.
Este incremento se traduce en que la producción de este año de Castilla-La Mancha supone el diez por ciento del total del aceite producido en España, porcentaje casi dos puntos por encima de la media de la última década. Con sus más de 450.000 hectáreas de cultivo, el olivar se ha equiparado al viñedo en Castilla-La Mancha.
Martínez Lizán subraya además la calidad de la producción, al afirmar que «nuestros aceites cuentan con cuatro denominaciones de origen protegidas, todas dentro de nuestra marca de garantía 'Campo y Alma', por lo que, en conjunto, estas dos circunstancias, la excelencia y la cantidad de nuestras producciones, sitúan a nuestro aceite como un referente, no sólo nacional sino a nivel europeo», añadiendo que «el mundo del aceite de oliva tiene que contar con nosotros para poder seguir avanzando».
Se trata de una posición que el Gobierno regional refuerza participando en ferias para promocionar el aceite de oliva castellanomanchego, como la World Olive Oil Exhibition (WOOE), que se celebra en Madrid y donde el consejero hizo estas declaraciones, acompañado por la directora general de Producción Agroalimentaria y Cooperativas, Elena Escobar.
Explicó que la WOOE es una de las 18 ferias nacionales e internacionales «a las que llevaremos nuestros mejores productos, siempre bajo el paraguas de la marca regional de calidad 'Campo y Alma', de la que podemos decir que ya se ha posicionado como un sinónimo de calidad, algo que hemos conseguido en poco más de tres años».