De tradición demócrata, el clan Kennedy, con el asesinado presidente John Fitzgerald a la cabeza, ha sido determinante en la política de EEUU. Y ahora otro miembro de la saga, Robert F. Kennedy júnior (RFK Jr.), hijo del también asesinado fiscal de Nueva York Bobby, puede ser clave para decidir quién ganará las elecciones del próximo 5 de noviembre. Eso sí, en esta ocasión, como un problema para la formación de Joe Biden, ya que todo apunta a que la intervención de la oveja negra de la conocida dinastía estadounidense podría acabar favoreciendo al precandidato republicano Donald Trump.
RFK Jr. inicialmente anunció su intención de competir contra Biden en las primarias demócratas, pero en octubre del año pasado dio la sorpresa al proclamar que se presentaba a los comicios de noviembre como candidato independiente, abriendo así una vía alternativa a los dos grandes partidos. Más aún teniendo en cuenta que son muchos los hasta ahora votantes del actual inquilino de la Casa Blanca que ven que el mandatario no tiene las cualidades necesarias -por su avanzada edad y sus continuos lapsus de memoria- como para seguir en el cargo. Robert podría ser una alternativa para ellos y un lastre para el dirigente.
Kennedy se une a otros nombres ya en la carrera por la Presidencia, como la aspirante del Partido Verde, Jill Stein, y el intelectual de izquierdas Cornel West, quienes anunciaron sus postulaciones a finales del pasado año. Y, aunque ninguno de ellos tiene la más mínima posibilidad de arrancar el poder a Biden o Trump, su simple presencia en las papeletas puede causar un daño irreparable a una de las dos grandes formaciones.
Es lo que sucedió en las elecciones de 2016, cuando Stein consiguió 1,4 millones de votos como candidata ecologista, lo que muchos demócratas creen que causó que la entonces aspirante del bloque liberal, Hillary Clinton, perdiese la Presidencia en detrimento de Trump, quien acabó gobernando entre 2017 y 2021.
Una repetición de 2016
Kyle Kondik, director gerente de Sabato's Crystal Ball, una publicación del Center for Politics de la Universidad de Virginia, considerado uno de los centros de análisis electoral más respetados del país, asegura que estas elecciones pueden ser una repetición de lo sucedido hace ocho años. «La situación es similar a 2016 cuando tanto Hillary Clinton como Donald Trump sumaban un gran rechazo. Ese año, el 6 por ciento del electorado votó por alguien distinto a Clinton o Trump. Y no es difícil imaginar que el voto a un tercer partido lo iguale o supere esta vez», explica.
Según el experto, entre el 15 y el 20 por ciento de los votantes norteamericanos tiene una percepción negativa tanto de Biden como de Trump -una gran mayoría apunta que son demasiado mayores para ocupar el puesto de presidente, con 81 y 77 años, respectivamente-, y estos mismos ciudadanos podrían terminar siendo el «núcleo» de votos para un candidato de un tercer partido.
A río revuelto, ganancia de pescadores. Y en esta ocasión, los sondeos indican que el controvertido RFK Jr. sería el que más peces obtendría del caos que pueden ser las presidenciales de este año.
La 'oveja negra'
Robert F. Kennedy Jr., el tercero de los 11 hijos del matrimonio formado por Robert F. Kennedy y Ethel Kennedy, es un abogado y medioambientalista que ha destacado por la defensa de causas ecologistas e indígenas, tanto en Estados Unidos como en Canadá y Latinoamérica.
Aunque siempre había sido la oveja negra de la dinastía política (a los 29 años fue detenido por posesión de heroína), fue la aparición de la pandemia lo que marcó el inicio de su destierro familiar cuando empezó a propagar conspiraciones sobre el coronavirus y las vacunaciones.
Sin embargo, el desencanto de los Kennedy con RFK Jr. se ha transformado en indignación después de que a mediados de febrero, durante la final de fútbol americano, apareciese un anuncio televisivo sobre su candidatura copiado de la campaña presidencial de JFK en 1960 y que incluyó a miembros de la familia. Ese spot no fue financiado directamente por él, sino por un comité de acción política que lo respalda y al que donó 15 millones de dólares el empresario Timothy Mellon, quien también ha dado 10 millones a un comité de acción política que respalda a Trump.
RFK Jr., quien está de campaña por todo el país para impulsar su candidatura, también está aprovechando para cortejar al Partido Libertario de Estados Unidos, convertirse en su aspirante y aumentar sus posibilidades electorales.
En EEUU, los postulantes independientes se enfrentan a muchas dificultades para que sus nombres sean incluidos en las papeletas en los 50 estados y Washington D.C.; pero, como señala Kondik, su aceptación por el Partido Libertario allanaría el camino a RFK Jr.
El analista cree que Biden podría resultar más perjudicado que Trump por la presencia de candidatos independientes como Kennedy, pero avisa que la inclusión de aspirantes de terceros partidos siempre añade incertidumbre a los comicios: «Hará la elección de 2024 mucho más difícil de sondear y de predecir», concluye Kondik.