Uno de los proyectos del actual Consistorio toledano, de cara también al proyecto de Capitalidad Europea, es aprovechar la remodelación de la Vega para dotar al Casco de una 'entrada imperial' donde se junten las estatuas de los reyes godos diseminadas por la ciudad. No en vano, Toledo fue capital del Reino Visigodo y la ciudad lleva años buscando una forma de dar empaque a los restos de Vega Baja.

Dos conocidos toledanos (dos «toledanos de a pie» se han definido ellos queriendo restarse importancia) el exalcalde Joaquín Sánchez Garrido y el  historiador Jorge Miranda, han querido recordar que, más allá de las estatuas del siglo XVIII, Toledo cuenta con los restos de dos de esos reyes, en concreto Recesvinto y Wamba, y entienden que sería oportuno darles un enterramiento digno, de acuerdo a jefes de estado y su importancia en la historia de España. Su idea es que se saquen de la caja donde permanecen olvidados y se haga un acto de homenaje con la presencia de los reyes.

No en vano, ha explicado Miranda, estos restos son los dos únicos conocidos de monarcas godos en la Europa Occidental. Si Toledo quiere ser «luz de Europa», lema utilizado en su propuesta de Capitalidad Cultural de Europa, primero deber dar luz sobre los suyos, rendir homenaje a estos dos reyes en depósito en una pequeña caja de pino con terciopelo y chinchetas en la Capilla Mozárabe de la Catedral.

Piden una tumba digna para los reyes godos Recesvinto y Wamba - Foto: Yolanda Lancha

Se da la circunstancia, apuntó Sánchez Garrido, de que a principios de años unos diputados por Burgos llevaron al Congreso la reivindicación del pueblo de Pampliega para recuperar el cuerpo de Wamba, quien falleciera allí y permaneciera en la localidad hasta su traslado a Toledo ordenado por Alfonso X. Hay una sentencia judicial que dice que debe continuar en Toledo, que parecen haber olvidado los demandantes.

Casi dos siglos de olvido. Los restos de Recesvinto y Wamba permanecen en depósito en la Catedral de Toledo (los dos peticionarios apuntan que el Cabildo es la única institución que aquí «ha cumplido») desde el 22 de febrero de 1845, a la espera de que la autoridad gubernamental. Hasta allí llegaron desde la hoy desaparecida cripta de Santa Leocadia, junto al Alcázar.

Miranda y Sánchez Garrido han hecho ya esta petición a Casa Real, que ha respondido que el asunto queda fuera de su ámbito, «cosa que nos extraña porque estamos hablando de monarquía visgótica». Tampoco han tenido respuesta positiva de la Delegación del Gobierno en la región, ni del Ministerio de Cultura. Solo presidencia de la Junta se ha mostrado entusiasmada, aunque los peticionarios creen que está fuera de sus competencias (los restos pertenecen al Estado). Además, llevan un mes esperando una reunión con el alcalde.

Ahora, 179 años después del depósito, Miranda y Sánchez Garrido instan a la opinión pública toledana a movilizarse por esta puesta en valor de estos únicos restos de monarcas visigodos. También están pensando acudir a instancias europeas.