Tas varios años dedicada a la práctica de la esgrima, Rocío Madrigal se unió al club Sala de Armas coincidiendo con su fundación. En 2008, comenzó a impartir clases de esta disciplina y continúa haciéndolo con el mismo entusiasmo y convencida de merece la pena descubrir este deporte. La ocasión perfecta para hacerlo llega el domingo al Palacio Multiusos de Guadalajara.

¿Cuando se creó el club Sala de Armas y con qué objetivos?

La Sala de Armas es una escisión de un club más antiguo, el club de Esgrima Azudense. En concreto, se inscribe como club el 20 de junio de 2004, fusionándose a su vez con otro club de Alovera. Por lo tanto,  hay socios iniciales de ambos clubes. Sus objetivos principales son la enseñanza y la  promoción de la esgrima deportiva. También tenemos una parte de competición y talleres. Hay distintos tipos de esgrima, pero nosotros nos dedicamos plenamente a la esgrima deportiva. 

La presidenta y profesora del club de esgrima Sala de Armas de Guadalajara, Rocío Madrigal. - Foto: Javier PozoDesde la fundación del club, ¿cómo ha evolucionado la práctica de la esgrima deportiva en la ciudad?

Tuvimos un crescendo muy marcado hasta que llegó la pandemia. Arrancamos como una pequeña escuelita que dependíamos del Ayuntamiento, luego nos hicimos un club independiente, empezamos a competir en ligas cada vez más altas, hasta de nivel internacional, e incluso tuvimos un par de deportistas que se iban a presentar a los Preolímpicos. Pero el Covid nos supuso un batacazo muy fuerte. Es cierto que fue un duro golpe para todas las actividades deportivas, pero para las de contacto todavía más. Después de la pandemia, retomamos nuestra actividad y, ahora, estamos en un momento con muy buenas perspectivas. La gente lo ha cogido con ganas y creo que vamos a ir logrando mucho nivel en breve.  

¿Cuántos socios tiene el club y en de qué categorías?

La presidenta y profesora del club de esgrima Sala de Armas de Guadalajara, Rocío Madrigal. - Foto: Javier PozoHay 45 socios con edades comprendidas entre los cinco y los 76 años. Además, todos nuestros socios son federados, es decir, tienen sus clases de escuela y se les saca su licencia para que puedan participar en competición cada uno a su nivel. 

El Palacio Multiusos acoge este domingo el primer torneo del ránking regional de la temporada. ¿Qué importancia tiene este evento?

Este campeonato es el primero de la liga de la temporada y se distribuye por categorías según la edad. A Guadalajara nos han asignado tres categorías: M15 (menores de 15 años), M20 (menores de 20 años) y Veteranos o Máster. Este campeonato es importante porque hay un cambio. En la temporada pasada, la fórmula era diferente y se organizaba de manera distinta. La Federación cree que con este cambio se va a promocionar más la participación y se va a activar más a los deportistas. Además, es importante también porque supone el pistoletazo de salida de nuestro 20 aniversario. En 2024 cumpliremos 20 años, que no está nada mal. Hay una previsión de entre 60 y 100 participantes. Además, es la primera competición regional en la que vamos a intentar usar un programa que permite tener los resultados en directo a través de nuestra web (https://www.sagu.es).

¿Es una buena ocasión para conocer en directo este deporte?

Por su puesto. Animo a toda la gente de Guadalajara a acercarse y a echar un vistazo porque no sólo van a descubrir un deporte dinámico y elegante sino que van a ver deportistas de su ciudad participando. Podrán animarles, que seguro que se lo agradecerán muchísimo. 

¿Tenemos buenos esgrimistas en Guadalajara?

Hay buena cantera. Es verdad que estamos arrancando después de la pandemia, pero vamos bien. Hay que tener en cuenta que formar a un tirador de nivel lleva una media de diez años. Pero hay buenas promesas. De hecho, más del 80 por ciento de los socios del club son menores. El futuro de la esgrima deportiva en Guadalajara tiene muy buena pinta.

Personalmente, ¿cómo se inició en la práctica de este deporte?

Fue un poco de carambola porque es un deporte minoritario y la difusión que se le da es limitada. Aunque ahora intentamos difundirlo más, cuando me apunté era más minoritario aún, sobre todo, entre las chicas. Me apunté ya crecidita, con casi 30 años. Mi pareja y yo decidimos hacer deporte y cada uno escogió una actividad. Él eligió que practicásemos esgrima y yo elegí la hípica. Los dos veníamos del mundo del deporte, pero quisimos probar algo nuevo que nunca habíamos hecho. Lo curioso del caso fue que yo terminé compitiendo y siendo maestra de esgrima y él monta a caballo fenomenal. Es decir, acabamos intercambiando nuestras preferencias iniciales. 

¿Por qué decidió hacerse profesora de esta disciplina?

Pues realmente no lo decidí yo del todo, me empujaron un poco a serlo. Personalmente, estaba muy contenta practicando esgrima y compitiendo, pero el entrenador que tenía en ese momento en Guadalajara me dijo que tenía buenas dotes para terminar siendo una buena profesora. Él fue el que me animó y, luego, tuve suerte porque el resto de profesores que me dieron clase posteriormente también me ayudaron a ir subiendo los niveles que necesitaba. Ser profesora no fue algo que yo buscara sino que me animaron, hice las prácticas y descubrí una faceta de mí que no conocía, la de profesor, que creo que debe de ser vocacional. Y la verdad es que me encanta enseñar, descubrí esa parte de mí que no conocía y estoy muy contenta.

¿Qué le gustó de este deporte para terminar enganchándose?

La esgrima me entró en vena, no hay otra manera de explicarlo. Para mí es una forma de vida. Creo que es un deporte que o te encanta o no te gusta, no hay un punto intermedio. Lo que más me gustó es que es un deporte que te reta cada día física y mentalmente. Además, te ayuda a descargar cualquier tipo de energía negativa que tengas porque requiere de ti hasta la última neurona y célula de tu cuerpo en el entrenamiento. Eso a mí me enganchó.

¿Qué valores específicos considera que aporta?

Bajo mi experiencia en la sala durante tantos años, primero como deportista y luego como maestra, lo que considero que aporta la esgrima es disciplina, respeto, una educación y una integración entre generaciones que no se produce en otros deportes. Es que es un deporte muy limpio, es el único deporte donde existe no sólo la tarjeta amarilla y roja sino también la que denominamos tarjeta negra, es decir, aquella con la que te pueden expulsar por una falta de respeto. Entonces, me parece que es un deporte ideal que necesitamos hoy en día. 

¿Se precisa alguna cualidad o puede practicarlo cualquier persona?

La esgrima es muy amplia. Si uno quiere ser olímpico, indudablemente, se necesita una edad y unas condiciones físicas muy determinadas. Pero si lo que quieres es tener un rato de actividad deportiva que te aporte coordinación, reflejos, elasticidad, autoestima, superación, con eso cualquier persona de cualquier edad puede practicarlo. De hecho, como he comentado antes, tengo alumnos  desde cinco años hasta los veteranos que pasan los 70.

Por el uso del florete, la espada y el sable, todas armas blancas,  podría pensarse que se trata de un deporte agresivo, ¿es así?

El autocontrol que te enseña la esgrima y creo que, en general, los deportes de contacto no te lo enseñan todos los deportes. Además, en la esgrima vas totalmente equipado, llevamos varias capas. Y las armas, aunque se consideran armas blancas, van sin filo, sin contrafilo y sin punta, llevan lo que llamamos hojas deportivas. La esgrima libera agresividad pero no es un deporte agresivo.

Dedicarse a la esgrima en España, ¿es una excentricidad?

No me considero rara, me considero una personal especial por haber podido descubrir la esgrima. Entiendo que hay muchos deportes y que en los colegios hacen todo lo posible por promocionar la actividad deportiva y que con los medios que tienen se opta por los deportes que son más factibles o en los que el material es más accesible. Sin embargo, luego faltan otros deportes que quizá te vayan mucho mejor a tu carácter, a tu personalidad, pero que en ese momento no descubres y si luego no se promocionan bien, te quedas sin conocerlos. Puedo asegurar que con esta entrevista muchísima gente descubrirá que hay esgrima en Guadalajara y fíjate el tiempo que ya  llevamos como club.

¿Es una actividad cara?

Hay quien te diría que sí, pero yo lo que recomendaría a esas personas es que miraran cuánto pagas por otros deportes y cuánto pagas por hacer esgrima y se sorprenderían. Realmente es un deporte minoritario porque no se conoce, no porque sea elitista en precio. 

¿Qué podría hacerse para que este tipo de deportes minoritarios tuviesen una mayor visibilidad y proyección pública?

Los organismos públicos deberían involucrarse más en su promoción.  Dado que hay deportes que por sí tienen la suerte de tener una viabilidad económica más factible por poder practicarse mejor o en grupos más grandes, necesitamos que deportes como la esgrima, que se tienen que impartir en grupos más pequeños y que quizá el acceso al material sea un pelín más caro, sean apoyados por las instituciones. Y si también lo hiciesen los medios de comunicación sería genial.

Entonces, ¿a través de qué vías les llegan sus alumnos?

La mayoría de nuestros alumnos nos llegan del boca a boca. Tenemos familias enteras apuntadas practicando esgrima. Animo a todo el mundo a que venga a probarlo, nosotros ofrecemos una clase totalmente gratuito sin compromiso. Pero, por favor, que nadie pierda la oportunidad de probar porque van a descubrir algo que le va a sorprender.

¿Qué es lo más satisfactorio de dedicarse a la esgrima?

A nivel deportivo, me produce una gran satisfacción personal cuando logro ejecutar en competición y con la tensión que eso provoca, acciones que he aprendido que son complejas. Y lo que más me gusta como profesora es conseguir que un alumno que no se cree demasiado coordinada o con poco talento, que consiga hacer esas acciones. Cuando veo su cara te satisfacción por haberlo logrado, eso me llena.