Somos lo que comemos y Paula Martín Clares (Guadalajara, 1995) lo ha convertido en el lema de su propia vida. «Era una de las frases que más repetía mi madre y está demostrado que una alimentación adecuada puede ser nuestra mejor medicina para tener una piel y un cabello sanos». La idea la acuñaron dos filósofos -Feuerbach en 1850 y Brillat-Savarin en 1825- y con formulaciones distintas nos deriva a la misma verdad irrefutable en la que Paula ha ido profundizando a través de su formación como farmacéutica y nutricionista.
No eligió ninguna de las dos disciplinas al azar. De niña arrastró numerosas alergias que, unidas a sus problemas de asma y a una dermatitis atópica, le llevaron a visitar con frecuencia los hospitales. «Siempre tuve claro que quería estudiar algo relacionado con el ámbito de la salud. Necesitaba aprender a cuidarme a mí misma y poder cuidar a los demás». Cuando terminó Farmacia se matriculó en Nutrición, en parte como homenaje a su madre que había fallecido en 2015 por un adenocarcinoma pulmonar. «En casa siempre se ha cuidado mucho la alimentación. De pequeños, por la mañana mi madre nos hacía un zumo de naranja natural y para merendar nos ponían una pieza de fruta y tres nueces. En un acto de rebeldía, había días que las escondía y no me las comía». El hábito quedó grabado y también la referencia materna, que, de haber vuelto a estudiar, se habría matriculado en Nutrición. Lo hizo su hija por ella y fue ahí cuando empezó a investigar la relación de su dermatitis atópica con la alimentación y también cómo frenar la caída capilar, después de haber padecido un episodio de pérdida del cabello por el estrés.
De la vinculación entre la alimentación y el cuidado de la piel nace la cuenta de Instagram @farmanutriconsejo, que cuenta con cerca de 40.000 seguidores que siguen los consejos de Paula sobre educación nutricional. Y a partir de ahí, la publicación del libro La salud de tu piel está en lo que comes (Ed. Zenith), en el que analiza de forma detallada las claves para mejorar el aspecto y la salud de nuestra piel. «La piel es el órgano más visible y el más grande del cuerpo humano. Es el espejo del alma que muestra cómo nos sentimos y cómo estamos por dentro; refleja lo que eres y lo que comes». Cuidándola aumentamos la autoestima y la calidad de vida.
Se agradece que este manual de buena conducta alimentaria no se convierta, como otras publicaciones sobre salud, en una especie de bronca permanente al lector por mantener hábitos de vida poco saludables. Paula Martín se centra en describir el tipo de alimentación recomendable según el tipo de piel, en advertir sobre los alimentos que perjudican nuestra piel y aceleran el envejecimiento y en aportar soluciones alimenticias para combatir el acné, la celulitis o la caída capilar. «En el caso de la celulitis, no se puede eliminar, pero sí prevenir y disimular. A una buena alimentación, hay que añadir la práctica de ejercicio físico y ayudarnos de la dermocosmética». Aquí nos habla de los cítricos y alimentos ricos en vitamina C para la reparación de los tejidos y formación de colágeno, los tomates ricos en licopeno, cereales integrales o el pescado con ácidos grasos y de acción antiinflamatoria.
La pregunta obligada pasa por establecer una lista de alimentos imprescindibles para lucir una piel sana y bonita. «Entre los muchos libros de cocina que seguía mi madre, tengo grabado uno que me hizo reflexionar cuando tenía 18 años. Hacía referencia a los cien alimentos más sanos». En La salud de tu piel está en lo que comes nos regala su particular tesoro nutricional con los 30 alimentos que no deben faltar en ninguna despensa y entre los que se encuentran los que su madre tenía subrayados en su manual como los más beneficiosos. «No faltan las nueces, que están en todos los capítulos de mi libro. Entre las frutas, la manzana, que es una de las más completas que existen, la naranja -por su vitamina C y como antioxidante- y el aguacate. Entre los pescados, además de los azules, uno de los más recomendados por los nutricionistas es el salmón. Como elemento lácteo, el kéfir, que tiene más probióticos que el yogur normal. Y, por supuesto, no puede faltar el aceite de oliva virgen extra». Así hasta 30, con sus propiedades y beneficios. Paula concluye que comer saludablemente no es tan complicado, menos aún en un país como España marcado por la dieta mediterránea. Conseguirlo te va a permitir estar joven por dentro y por fuera, al margen de la edad que tengas