Líder global y reformista

Cristina Cabrejas (EFE)
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El legado de Francisco queda marcado por intentar modificar los pilares económicos de la Santa Sede para hacerla más transparente, condenar la pederastia en el seno de la institución y acercarse a las personas más necesitadas

El jesuita reza tendido en el suelo durante el rito del Viernes Santo - Foto: Alessandro Di Meo (EFE)

Doce años como líder de la Santa Sede dan para mucho. Más aún en lo que respecta a la figura del Papa Francisco, quien, tras su muerte, será recordado por su carácter reformista y por sus intentos de cambiar varios aspectos de la Iglesia durante su Pontificado.

Uno de los logros de Bergoglio ha sido la total reforma de la gestión de las arcas del Vaticano, que habían sido objeto de enormes irregularidades, como se ha comprobado en diferentes juicios, entre ellos el que se lleva a cabo en estos meses contra el exsustituto de la Secretaría de Estado, el cardenal Angelo Becciu, como principal acusado.

Con la creación de la Secretaría de Economía, para la gestión de todo el patrimonio inmobiliario y también los fondos que antes estaban a disposición de la propia Secretaría de Estado, el Obispo de Roma ha logrado dar transparencia y sobre todo control a las cuentas.

El jesuita también tuvo claro, a su llegada al trono de Pedro, que uno de sus objetivos era la lucha contra la pederastia en el seno de la Iglesia y la escucha a las víctimas. Por ello, creó la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, a la que recientemente exigió un informe anual sobre cómo procede la batalla contra los abusos.

Si una persona es homosexual, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?'

El viaje del Papa a Chile en enero de 2018 fue considerado la verdadera línea divisoria en su mandato: en el país sudamericano se vivió un auténtico rechazo a la visita por la mayoría de sus habitantes debido a los escándalos de abusos. La defensa del argentino del obispo chileno Juan Barros, acusado de encubrimiento, endureció aún más las opiniones.

A su vuelta, encargó una histórica investigación y, en abril de 2018, el Pontífice reconoció haber cometido «graves equivocaciones de valoración» en el caso de Barros, se reunió con las víctimas del sacerdote pederasta Fernando Karadima y convocó a todos los mitrados chilenos para relevarlos de su cargo.

En estos años también ha realizado decenas de intervenciones de carácter legislativo y obligado a las diócesis de cada país a ocuparse del tema. Sin embargo, no todas las naciones se están tomando en serio esta tarea. Además, en el Vaticano sigue faltando rapidez y transparencia para informar sobre los casos y las sentencias a los sacerdotes implicados.

Por otra parte, Francisco también ha promovido una Iglesia más universal. Un ejemplo de ello tiene que ver con los cardenales que elegirán a su sucesor, pues ha cambiado totalmente la distribución geográfica del colegio cardenalicio, con muchos más representantes asiáticos y africanos.

¡El Mediterráneo es cuna de civilización y una cuna es para la vida! No es tolerable que se convierta en una tumba'

Lenguaje

Aunque, sin duda, una de las mayores modificaciones durante el mandato del Pontífice argentino ha sido a nivel de comunicación. Con Francisco se ha introducido un nuevo lenguaje en la Iglesia católica que, animada por sus discursos y sus viajes apostólicos, ha comenzado a ocuparse de los más necesitados, de los últimos, de las «periferias existenciales», término acuñado por Bergoglio y que resume la dirección de su magisterio, donde otros aspectos como la defensa del medio ambiente también han tenido cabida.

Además, el jesuita también intentó incorporar a más mujeres en los puestos de poder. En sus últimos meses como jefe de Estado nombró a la monja Raffaella Petrini como «gobernadora» de la Ciudad del Vaticano.

No es 'el' Iglesia, es la Iglesia. La Iglesia es femenina, es como María. Ustedes son mujeres de la Iglesia'

Aunque esta transformación comunicativa, de estilo, puede verse claramente representada en la acogida a los homosexuales y los divorciados vueltos a casar, lo que supone algo rompedor en el catolicismo.

Ello también ha provocado que durante estos años se hayan destapado resistencias hacia Francisco por parte del área más ultraconservadora de la Iglesia católica. Una oposición que, sin embargo, no ha frenado los intentos de Bergoglio de insuflar aires de cambio al ente religioso a lo largo de su período como Papa.

La degradación del planeta merma en gran medida el progreso integral de las nuevas generaciones'