El Partido Popular ha decidido aplicar la lógica aristotélica al caso de corrupción conocido por el cobro de comisiones desorbitadas en la compra de mascarillas en el peor momento de la pandemia por el asesor Koldo García, hombre para todo del exministro de Transporte, José Luis Ábalos. El silogismo explicado por todos los dirigentes del Partido Popular tiene una premisa mayor: "Sánchez nombró a José Luis Ábalos"; una premisa menor: "Ábalos nombró a Koldo García"; y la conclusión es "Sánchez nombró a Koldo García" y por tanto el 'caso Koldo' se convierte en el 'caso Sánchez'.
Todos los partidos se dedican a la caza mayor en los cortijos del adversario. Al PP le interesa poco la peripecia del asesor Koldo García que ya está siendo investigado por la Audiencia Nacional por una serie de delitos que son el abc de la corrupción política, y por tanto por ese lado tiene el discurso hecho sobre la corrupción de otro militante socialista, con concomitancias con otros casos similares del pasado.
Para el PP José Luis Ábalos ya es otra pieza cobrada a pesar de que el propio exsecretario de organización ha pretendido evitarlo, pero el trabajo se lo ha dado hecho el propio PSOE que, en aras de mantener los principios de lucha contra la corrupción, ejemplaridad y transparencia, mostró la puerta de salida del Congreso a Ábalos, que ha rechazado tomarla y se pasa al Grupo Mixto para defender su honorabilidad, pese a no estar encausado.
Por tanto, al PP ya solo le queda elevar el tiro y señalar al presidente del Gobierno, como el responsable político 'in vigilando' de las andanzas de quien fue un ayudante cuando pretendía volver a la secretaría del PSOE, varios años antes de que llegara al Gobierno y de que surgiera la pandemia del covid-19 que permitió a Koldo García y a otros más lucrarse con las comisiones, en este caso de forma ilegal o irregular a determinar por la justicia, y en otros de forma ilegal directamente. El PP trata de salvar todos los cortafuegos con los que el PSOE rodea a Pedro Sánchez y al que intenta aplicar también la propiedad transitiva de igualdad de los conjuntos. Un conjunto qué para el portavoz del PP, Miguel Tellado es "la banda del Peugeot": si A es igual a B y B es igual a C, A es igual a C, siendo A, Pedro Sánchez; B, José Luis Ábalos, y C, Koldo García. Y al que añaden también dentro de B a Santos Cerdán, que conecta a los tres anteriores y dentro de la misma trama política en la que Sánchez sabría lo que hacía Koldo García, motivo por el que cesó a Ábalos. Además, Miguel Tellado incluye a dos expresidentes autonómicos y ministros y exministros en la trama empresarial avalada por Koldo Aguirre.
A la justicia le corresponde acotar el caso desde el punto de las consecuencias económicas, de la que derivarán más consecuencias políticas si llega el caso, lo que garantiza que la utilización del silogismo popular se va a extender en el tiempo, confluyendo con las dos comisiones de investigación en ambas cámaras de las Cortes, sobre la base de sospechas que la instrucción judicial tendrá que convertir en hechos. Al menos los socialistas, por el momento, no ha afirmado que el ´caso Koldo´ no es un caso del PSOE sino un caso contra el PSOE.