El Barça doblegó (76-85) al Estrella Roja este viernes en la jornada 25 de la Euroliga celebrada en el Stark Arena, pabellón de Belgrado que silenció durante muchos minutos la brillante actuación de los de Roger Grimau, quienes vuelven a creer en su proyecto.
El conjunto azulgrana rubricó un segundo triunfo de mérito en 48 horas, después de superar a la Virtus Bolonia, para relanzar juego y sensaciones en un momento importante. La temporada entra en fase decisiva, con la Euroliga muy apretada y los de Grimau afianzados en segunda posición, a dos semanas también de la Copa del Rey.
La buena defensa, pese a conceder demasiado en el rebote ofensivo serbio, y la actuación de Darío Brizuela (20 puntos) y Jan Vesley (16 puntos y 8 rebotes), más el remate de un Nicolás Laprovittola que vuelve a lucir tras lesión, sumaron la 17ª victoria europea. El Barça superó el test a domicilio, tras tres derrotas seguidas lejos de casa, pese a que Estrella Roja quiso pelea.
Los de Grimau llegaron a manejar una veintena de puntos en el marcador en el segundo tiempo. El equipo serbio bajó los brazos y revivió varias veces, pero el Barça tuvo respuestas para todo. De primeras fue Jabari Parker quien funcionó a la perfección, además de esa defensa que vuelve a ser la que exige la Euroliga.
Nemanja Nedovic evitó que el primer cuarto fuera ideal para los visitantes, pero la pólvora de Brizuela permitió la escapada culé. Otra bomba lejana de Laprovittola siguió minando la fe serbia (32-43), con Vesley también en todas partes y los locales sobreviviendo con los rebotes de Bolomboy.
No necesitó ir a la línea personal un Barça mejor en todo, con un 2 de 14 sangrante en el triple los locales. Estrella Roja pareció tirar la toalla con un 40-58 en otra racha de Brizuela, pero el final del tercer cuarto dio la emoción que se esperaba. Los de Ioannis Sfairopoulos dejaron la desventaja en los 10-13 puntos, a tiro de un último arreón al calor del Stark Arena.
Jokubaitis apagó un importante fuego, pero Dos Santos volvió a apretar el luminoso con ocho minutos aún por delante. El Barça sacó nota entonces en Belgrado, rebajando la reacción local con Brizuela de nuevo enchufado y Laprovittola redondeando la fiesta azulgrana como protagonista de los últimos ataques. No tembló un equipo culé que vuelve a creer en sí mismo y en Grimau.