La apuesta decidida que las administraciones, tanto a nivel estatal como regional, están realizando por actualizar y mejorar la oferta de titulaciones de la Formación Profesional (FP) así como su elevada tasa de empleabilidad ha logrado que el incremento de matrículas en estos estudios no deje de crecer curso tras curso en los últimos años. Cada vez son más los estudiantes que ven en la FP una alternativa educativa mucho más atractiva que la universidad, lo que va desterrando el viejo mito de que la FP sólo acoge a los alumnos que tienen más dificultades o con los peores expedientes académicos. De hecho, también es creciente el número de jóvenes que, tras cursar Bachillerato, opta por los grados superiores del FP como vía de acceso a la universidad para adquirir conocimientos prácticos y habilidades técnicas previas. «Si pudiera, yo haría pasar a todos los estudiantes por la FP y, luego, el que quisiera ampliar conocimientos, por la Universidad porque las competencias que se adquieren son tan grandes que facilitan mucho el estudio superior», valora el delegado provincial de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Fernández-Montes.
El ejemplo más cercano del auge que vive la FP en nuestro país se observa en Guadalajara. En tan sólo cinco años, el catálogo de ciclos formativos que oferta la Consejería de Educación en la provincia creció un 37 por ciento, pasando de los 65 existentes del curso 2019-20 a los 89 que se ofrecen en la actualidad entre grados básicos (16), grados medios (28), grados superiores (38) y cursos de especialización (7). «Durante la pasada legislatura estuvimos trabajando mucho en la FP, sobre todo, con el objetivo de diversificar las enseñanzas atendiendo a las necesidades de las empresas y también a las necesidades personales de formación», indica Fernández-Montes.
Mercado laboral
Así las cosas, los nuevos ciclos formativos que se implantan en la provincia están cada vez más enfocadas a las demandas del mercado laboral del entorno. «Era necesario darle una vuelta al catálogo de titulaciones que teníamos, es decir, quitar aquellas que estaban duplicadas e introducir nuevas, sobre todo, con un alto grado de empleabilidad», sostiene el titular de Educación.
Precisamente, éste es el criterio que se ha seguido para poner en marcha los ocho nuevos ciclos formativos que se estrenan en el presente curso 2023-24 en la provincia. Se trata de los grados superiores de Desarrollo de Aplicaciones Web y Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma; los grados medios de Sistemas Microinformáticos y Redes, Electromecánica de Maquinaria, Mantenimiento Rodante Ferroviario y Vídeo Disc-Jockey y Sonido; y los básicos de Informática de Oficina y Aprovechamientos Forestales. «Detrás de la mayoría de estos ciclos tenemos empresas muy importantes que nos dicen que necesitan personal. Las empresas se han dado cuenta de que tienen que venir a Educación para encontrar profesionales bien formados, somos un matrimonio que no se puede divorciar, tenemos que ir de la mano», señala el delegado.
Tanto es así que estos innovadores ciclos se cursarán en modalidad dual, es decir, que junto con la parte didáctica y formativa se suma otra de práctica real en empresas, llegando a 720 horas durante los dos cursos. «Aunque no están obligadas, hay algunas empresas que ofrecen gratificaciones económicas a los estudiantes y que nos están pidiendo que trasmitamos que estos ciclos van aparejados a ofertas de trabajo», subraya el delegado. Es el caso del recién estrenado Grado Medio de Mantenimiento Rodante Ferroviario, impartido en el IES Aguas Vivas, que tan sólo ofertan en tres institutos públicos en toda España. «La Unión Europea está impulsando muchísimo el transporte de mercancías a través de la red ferroviaria y no tenemos personal de mantenimiento suficiente, las empresas se pelean por tener en sus plantillas a estos titulados, es gente que sale colocada», asegura Ángel Fernández-Montes.
Aparte de contar con una gran demanda por parte del alumnado, los grados de la rama sanitaria también disfrutan un elevado índice de inserción laboral. A ellos se suman, entre otros, los relacionados con el campo de la imagen y el sonido, la mecánica industrial, las energías renovables, la informática y la hostelería. «Todos nuestros ciclos tienen una gran salida profesional, los empresarios nos piden continuamente camareros y cocineros y no abarcamos la demanda. La hostelería es un sector en el que trabajo tienen todo el que quieran y más», corrobora María Teresa Asensio, directora del Centro Integrado de Formación Profesional número 1 de Guadalajara (antigua Escuela de Hostelería). Por todo ello, de cara al próximo curso la intención de la Delegación Provincial de Educación es continuar trabajando en esta línea, es decir, implantando titulaciones de FP con elevada empleabilidad.
Alumnos de diferentes grados de FP de la rama de la Hostelería y de la rama sanitaria de Guadalajara. - Foto: Javier PozoPromoción
En este sentido, Ángel Fernández-Montes avanza la intención de reforzar, entre otras, las áreas de la seguridad y el medio ambiente y la producción audiovisual. Asimismo, confirma que se continuará apostando por los denominados cursos de especialización (estudios de un año que permiten ampliar conocimientos y perfeccionar las competencias previamente adquiridas en un ciclo formativo de FP), por los ciclos de artes plásticas que oferta la Escuela de Arte Elena de la Cruz y por los diversos programas y actividades complementarias que se brindan a los alumnos que cursan FP (Erasmus, competiciones CLMSkills, etc.). De la misma manera, confirma que habrá una nueva edición de la Feria de FP con el objetivo de continuar promocionando e informar sobre la amplia oferta de la provincia y orientar al alumnado y a las familias en la elección de este tipo de estudios. En cuanto a los retos, el titular provincial de Educación, Culura y Depotes aboga por seguir trabajando en ajustar lo máximo posible el catálogo de titulaciones a la demanda real tanto de los estudiantes como del mercado. «Tenemos la responsabilidad de gestionar los fondos públicos de manera eficiente», declara.
ocupación. A fecha 1 de octubre, de las 3.720 plazas en grados de FP ofertados en la provincia (600 en grados básicos, 1.620 en medios y 1.500 en superiores) estaban cubiertas un total de 3.303, lo que supone una ocupación del 88 por ciento. «Vamos conseguido que cada vez queden libres menos vacantes que es de lo que se trata, de ajustarlo lo máximo posible», señala el delegado. Por último, Ángel Fernández-Montes reconoce las dificultades que existen para encontrar profesorado especializado en algunas ramas como otro hándicap actual de la FP; una formación de creciente calidad que, sin duda, afronta a un futuro sumamente prometedor.
TESTIMONIOS
Alumnos de diferentes grados de FP de la rama de la Hostelería y de la rama sanitaria de Guadalajara. - Foto: Javier PozoMayi Barbeira: «Sobre todo, los grados superiores están muy bien valorados»
Mayi Barbeira es jefa de estudios de Formación Profesional (FP) del turno de mañana del IES José Luis Sampedro. Al margen de ESOy Bachillerato, este centro educativo de la capital imparte siete grados formativos del área sanitaria, dos la rama de Química y uno de la familia de la Seguridad y Medio Ambiente. Esta docente asegura que existe una «elevada demanda» de este tipo de estudios. «La FP de ahora no tiene nada que ver con lo que era antes. Sobre todo, los grados superiores están muy bien valorados porque de ellos salen muy buenos profesionales que hacen un trabajo muy importante», afirma.
En el caso particular de las titulaciones del FP que oferta este instituto público, Mayi Barbeira explica que un grupo numeroso de alumnos accede a alguno de los grados superiores tras cursar Bachillerato con la intención de, posteriormente, acceder a la universidad para cursar carreras de la vía sanitaria como Enfermería y Medicina. «Un ciclo que gusta mucho a los alumnos y tiene una enorme demanda es el de Anatomía Patológica y Citolodiagnóstico», detalla.
Otros grados como el de Higiene Bucodental acogen estudiantes con la mirada puesta en una inserción laboral más inmediata. En su conjunto, son estudios con una elevada tasa de empleabilidad, especialmente, los espeacilizados en el área química donde los chavales que promocionan «se colocan enseguida», asegura esta docente, quien también destaca la faceta fundamental que tiene la FP como alternativa de futuro para muchos jóvenes. «Tenemos alumnos en grados medios que fueron un fracaso en la ESO, que se animan porque les gusta, empiezan a sacar buenas notas e incluso acaban haciendo un grado superior».
Marina Gutiérrez : «La Formación Profesional tiene muchas más salidas profesionales»
Alumnos de diferentes grados de FP de la rama de la Hostelería y de la rama sanitaria de Guadalajara. - Foto: Javier PozoAsus 24 años, Marina Gutiérrez tiene un extenso bagaje como alumna de FP. Tras culminar un ciclo formativo de ámbito deportivo y el superior de Anatomía Patológica y Citolodiagnóstico en el IES José Luis Sampedro, esta joven guadalajareña cursa ahora el primer año del ciclo superior de Laboratorio de Análisis y de Control de Calidad en este mismo centro educativo de la capital. «Elegí la Formación Profesional porque tiene muchas más salidas profesionales y lo que más me interesa es insertarme en el mercado laboral», afirma. De hecho, el currículum de Marina ya incorpora cinco meses de experiencia profesional en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid, donde tuvo la oportunidad de formalizar su primer contrato laboral tras realizar las prácticas del grado de Anatomía Patológica. «Fue un contrato de una sustitución de cinco meses, pero me sirvió mucho para coger más experiencia y cuando se terminó decidí que quería seguir formándome y terminar este nuevo grado de Laboratorio», explica. Y es que, para esta estudiante tanto la especialización como la calidad de la docencia que ofrecen estos estudios de la rama sanitaria «son muy buenos». Además, agradece al profesorado su implicación y ayuda. «Nos orientan mucho», señala. Aparte del carácter eminentemente práctico, esta alumna valora de la FP la posibilidad que ofrece a la hora de realizar prácticas profesionales en empresas. «Para mí las prácticas es casi lo más importante de estos ciclos porque es cuando realmente te das cuenta cómo es el trabajo en sí», declara. Ahora, el objetivo de esta simpática estudiante es terminar sus actuales estudios y tratar de encontrar un empleo en un laboratorio de microbiología.
Antonio Montes: «Aquí te enseñan muy bien lo que es la disciplina en una cocina»
Antonio Montes lleva seis años trabajando como profesor de cocina y pastelería en el Centro Integrado de Formación Profesional número 1 de Guadalajara. Este centro, que acoge a unos 275 alumnos, oferta dos grados básicos, dos medios y dos superiores en el campo de la Hostelería y Turismo y está en proyecto de implantar alguno más dedicado a las industrias alimentarias. «Partimos de que el alumno que llega aquí no sabe nada o sabe muy poco, lo que ha podido ver en casa, e intentamos que salga lo más preparado posible aunque en el mundo laboral irá aprendiendo cada día más», afirma. Precisamente, la elevada inserción laboral de los ciclos formativos de la rama de la Hostelería (restauración y cocina) es uno de sus principales puntos a favor. «Las empresas a las que llevamos estudiantes en prácticas, nos solicitan más. Todos los alumnos que promocionan, normalmente, se meten en el mundo laboral de manera directa. Tenemos una tasa de empleabilidad del cien por cien. Los que no trabajan es porque no quieren o porque prefieren seguir formándose», asegura este docente.
Aunque son unos estudios basados en la práctica, también se forma a los estudiantes en conceptos teóricos como las técnicas y términos culinarios y las características organolépticas de los alimentos y sus transformaciones físico-químicas. Aparte de prácticas en empresas, esta formación se completa con los servicios semanales que el alumnado prepara para 40 comensales y que les permite elaborar y servir un menú como si de un restaurante real se tratase. El interés creciente por el mundo de la cocina entre la ciudadanía y el impacto de programas como MásterChef han hecho que sean ciclos de FP cada vez más demandados.
Pablo Gómez, Javier Úbeda y Adam Plaza: «Aquí te enseñan muy bien lo que es la disciplina en una cocina»
Pablo Gómez, Javier Úbeda y Adam Plaza son alumnos matriculados en el segundo curso del ciclo de grado medio de Cocina y Gastronomía del Centro Integrado de FP de Guadalajara. A los tres se les abrió «el gusanillo» de los fogones ayudando a sus respectivas familias cuando eran niños. «Mis padres cocinaban mucho en casa, era algo que les gustaba y que he vivido y he llevado en la sangre desde pequeño», cuenta Javier. «Mi madre cocina en casa y me gustaba ayudarla, me gusta todo el tema de la cocina y la nutrición y cuando acabé la ESO tuve claro que era el campo en el que me quería formar», comenta Adam. Estos jóvenes se muestran «muy satisfechos» de las enseñanzas que están aprendiendo en estos estudios de FP y de la calidad de sus docentes. «Gracias a mis profesores, estoy haciendo masas madres para pan e intentado hacer pizzas napolitanas», afirma Javier. «Aquí ten enseñan muy bien lo que es la disciplina en una cocina, que es algo muy serio porque todo tiene que estar limpio, colaborar con los compañeros, trabajar con respeto e ir a mil por hora», argumenta, por su parte, Pablo. «Cualquiera puede hacer un arroz o un huevo frito, pero aquí aprendes platos más elaborados y a dar otros toques a la cocina. Aparte de salir con un título, que te lo piden en muchos sitios, es que sales muy bien formado», añade Adam. En cuanto a las aspiraciones futuras, estos tres chavales lo tienen claro. «Me gustaría seguir formándome en temas de nutrición y dietética», dice Javier. «Quiero hacer el grado superior de dirección de cocina porque me gusta la alta gastronomía», dice Adam. «Tengo ganas de trabajar ya, pero no descarto abrir mi propio restaurante», concluye Pablo.