A Blanca Calvo (Villanueva de los Caballeros, 1948) se la conoce por su faceta cultural y política. Fue directora de la Biblioteca Pública del Estado en Guadalajara desde 1981 hasta su jubilación en 2013. Entre medias, ocupó cargos de responsabilidad como la Alcaldía de la capital o la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha. Siempre ha sido una mujer comprometida con multitud de causas sociales y, en esta faceta, dedica una parte de su tiempo a representar a la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) en la provincia y a divulgar entre la población la conveniencia que tiene hacer el testamento vital.
¿Cuáles son los fines principales de Derecho a Morir Dignamente?
Los fines de la asociación es que las personas seamos libres para escoger hasta el último momento de nuestra vida y, por tanto, eso pasa por ser libres para escoger la forma de morir. Se llama Derecho a Morir Dignamente pero, en realidad, lo que propugna es vivir dignamente sabiendo que, al final, no vas a tener una agonía horrible como a tantas personas les pasa en el mundo.
¿Y cuál es su actividad?
Esos fines pasan por defender la Ley de Eutanasia –DMD fue pionera en la defensa de esta ley hace muchos años–, por informar a la sociedad sobre el derecho que tienen de acogerse a ella y por pedir a las autoridades que posibiliten, faciliten y animen a la ciudadanía a hacer el testamento vital o el documento de voluntades anticipadas (es lo mismo) para que así la gente pueda dejar por escrito cómo quieren que sean sus últimos momentos. Ahora mismo, la asociación está muy comprometida en que la Ley de Eutanasia se aplique por igual en todos territorios porque, como es algo que depende de las comunidades autónomas, pues no está pasando eso, en unas se está apoyando más que en otras. La asociación también pide informes anuales sobre la gente que solicita la eutanasia, hace campañas, etc.
Blanca Calvo es representante de la Asociación Derecho a Morir Dignamente en la provincia. - Foto: Javier Pozo¿Cuándo se crea el grupo local de DMD en Guadalajara y qué iniciativas promueve?
Se creó hace cinco años y nació de esa inquietud de las personas que ya estábamos previamente dentro de la asociación, como es mi caso, y de otras que no lo estaban pero que se sentían involucradas con sus fines. Coincidió con la presencia en la cuidad del médico Luis Montes, fue antes de su propia muerte, él nos animó mucho a crear el grupo. Sobre todo, impartimos talleres informativos sobre el testamento vital. Son talleres de dos horas, nada complicados, en los que llevamos los impresos y explicamos cómo se rellenan. La introducción la realiza María Castillo, que es psicóloga y sabe muy bien cómo abordar los temas difíciles de la vida y la muerte es el más difícil de todos. Ella habla de la manera de enfrentar la muerte con una sensibilidad especial. Luego, yo explico con una proyección las leyes que avalan el testamento vital y cómo se hace. La gente se va contenta y suele haber un diálogo al final. Aprovecho esta entrevista para animar a cualquier grupo, colectivo, asociación, club de lectura, etc. a que contacte con nosotros. Estamos disponibles para impartir estos talleres que son totalmente gratuitos.
En DMD, ¿qué entienden por muerte digna?
No estirar artificialmente la vida cuando ya no hay vuelta de hoja, cuando el dolor es más fuerte que la satisfacción de vivir, cuando llega una situación en la que, por ejemplo, una persona no conoce a sus hijos que es algo terrible, que en ese momento te puedas ir tranquilamente si así lo has querido. Yo siempre he tenido perros y recuerdo que tuve una perra hace mucho tiempo que padeció cáncer y la tuvimos que poner una inyección porque era irreversible. Al ver la forma tan tranquila en la que murió, yo pensaba: «¿por qué las personas no podemos tener esto?» Es como una hipocresía social que con un animal pueda ser y con una persona no.
¿Por qué es importante hacer el testamento vital o Declaración de Voluntades Anticipadas?
Es importante, primero para ti, para empezar a pensar en tu propia muerte porque hay que rellenar unos impresos en los que tienes que ponerte enfrente de determinadas situaciones. Es bueno también porque no le dejas un embolado a tus descendientes o familiares. Se me ocurren esos hermanos que son muchos, unos religiosos y otros no, en ese momento en el que están viendo morir a su padre o a su madre, que tienen el corazón en carne viva y, encima, es horrible que tengan que discutir sobre algo así. Creo que lo mejor es que la persona deje claro cómo quiere o no morir en su libertad hasta el final y que sus hijos no tengan nada más que ejecutar sus deseos. Además, hacer el testamento vital es bueno para la clase médica, para que no se crean que tienen que decidir ellos todo, para que acepten la voluntad de la gente. Y es bueno para toda la sociedad porque cuanto más libre sea una sociedad es mejor y esto es una profundización de la libertad personal. Además, como el testamento vital queda registrado en el historial médico de la persona y los médicos pueden verlo, ellos lo tienen que cumplir y tú te quedas tranquilo. Por último, es bueno porque si tú eres partidario de la eutanasia en un caso de sufrimiento tremendo, si lo dejas por escrito, no hay problema. Pero si no lo has hecho, ya pueden ponerse tus hijos de rodillas delante de quien sea, que no les van a hacer caso, lo tiene que decir la persona interesada. La ley española es muy garantista, la eutanasia sólo lo puede pedirla la persona interesada y, por eso, es tan importante formalizar la Declaración de Voluntades Anticipadas.
¿Es sencillo hacerla?
Es algo facilísimo y al alcance de todo el mundo. El Sescam tiene toda la información en su página web, incluso se pueden descargar los impresos. Después, sólo hay que pedir cita con la trabajadora social del centro de salud o en otro de los puntos donde se puede entregar (Hospital, Delegación de Sanidad, etc.).
Hacer el testamento vital, ¿es también positivo a nivel emocional?
Creo que sí porque es romper con un tabú. Los tabús y los miedos son malísimos en la vida porque te coartan de hacer muchísimas cosas. Te enfrentas a algo muy difícil, pero ya lo tienes hecho. Además, te vas concienciando de que eres mortal, te lo recuerdas todos los días, te vas preparando y tratas de aprovechar el momento al máximo porque sabes que se va a acabar. Hay que normalizar el hablar sobre la muerte. Antiguamente, la muerte era algo de la comunidad, estaba sobre la mesa. Un niño podía entrar en la habitación de alguien que se estaba muriendo o donde había muerto y no era nada raro. Pero ahora es que hemos demonizado la muerte como si fuera algo que apestara o que se contagiara, tenemos la tendencia a apartarla, a llevarla a los hospitales, a que sea en una habitación con una o dos personas de la familia nada más y, sin embargo, una de las pocas o la única cosa que podemos estar seguros es de que vamos a morir y es bueno que visualicemos ese momento. Los que tenemos ya años, como yo, hemos visto morir a personas, a algunas bien y a algunas no muy bien o muy mal. Entonces, para mí no quiero eso. Es egoísta porque tenía que haber actuado en esas otras muertes que he visto, pero no tenía herramientas, no podía, ni siquiera había leyes que avalaran. Por eso, para mí y los míos me gustaría algo sereno. Será una despedida dura porque las despedidas siempre son duras y la última tiene que ser horrible, sobre todo para los que se quedan, pero es algo que va a pasar. Entonces, cuanto más preparados estemos para ello, mucho mejor.
En 2023, hubo 333 personas que formalizaron la Declaración de Voluntades Anticipadas en la provincia, más que nunca. ¿Es señal de que la gente tiene cada vez más conciencia sobre esta cuestión?
En los años de andadura que lleva la asociación, hemos notado dos cosas importantes. Primero, respecto a la administración, creo que se ha sensibilizado sobre este tema y, de hecho, cada vez hay más puntos en la provincia donde se puede registrar la Declaración de Voluntades Anticipadas. Son como unos 15, los centros de salud de las localidades más grandes además del Hospital Universitario, la Delegación de Sanidad y el antiguo Hospital Provincial. Esto facilita que la gente se anime. Por otro lado, el trabajo del grupo local de MDM, sobre todos los talleres, también ha contribuido.
¿Qué balance realiza de la Ley Orgánica de la Regulación de la Eutanasia cuando se cumplen casi tres años de su entrada en vigor?
No extraordinariamente bueno. Es muy difícil tener datos, saber realmente cuántas personas han solicitado acogerse a Ley y cuántas lo han conseguido o cuántas han muerto antes. Es difícil conseguir los datos, sobre todo, en algunas comunidades autónomas que ponen trabas. Como todas las leyes importantes, hay un periodo de adaptación y ahora estamos ahí. Nos gustaría que la ley se fuese normalizando, que se haga más extensiva para que la gente que lo desee, la pueda utilizar.
¿Cree que hay vacíos o aspectos mejorables en esta ley?
Hay un vacío importante que es todo lo relacionado con la enfermedad psíquica, que también causa muchísimo sufrimiento. Y también en el caso de los niños, que es algo delicadísimo. Y luego el proceso mismo es un poco engorroso, por eso mucha gente muere antes de llegar al final de la tramitación. Es una ley que tiene aspectos mejorables o, por lo menos, estudiables y todo eso lo tendremos que ir viendo.
¿Saben se hay alguna persona en la provincia que se haya acogido la Ley de la Eutanasia?
Sí, sabemos que ha habido casos de eutanasia en Guadalajara.
Como grupo local de DMD, ¿han recibido consultas de alguna persona de la provincia que estuviera pensando en la eutanasia?
Sí, de vez en cuando nos llega alguna consulta. Alguna vez incluso hemos visitado a personas que tenían dudas y que querían hablar con nosotros para ofrecerles nuestro consejo y nuestra visión. Es impresionante porque es un momento muy delicado de la vida de una persona, pero también es bonito poder ayudar a alguien con ese problema.
Blanca Calvo es más conocida por otras facetas. ¿Por qué decidió involucrarse en esta causa?
Porque tengo 75 años y ya tengo que empezar a afrontar el final. También creo que hay en mí cierta sensibilidad porque hace mucho tiempo que me hice donante de órganos y lo uno me llevó a lo otro. Además, he visto morir de una forma difícil a mi propia madre y eso me marcó. Hay militancias para distintas edades y las personas que tenemos cierta edad tenemos que militar en esta causa.
¿Algún mensaje final?
Animo a la gente a que sea libre hasta al final, es algo bonito. Pero ser libre de verdad porque puedes elegir las cosas fundamentales de tu vida.