Hace unos tres meses, desde el Ayuntamiento de Irueste, una pequeña localidad situada en el corazón de la Alcarria, decidían lanzar un órdago al aire para tratar de conseguir que el bar de su pueblo volviera a abrir como antes. Querían luchar contra la España vaciada y una forma de hacerlo era evitando que su centro de reuniones -el bar- echara el cierre definitivamente. Para ello, había que ser generosos, y qué muestra mayor de generosidad que la de ofrecer vivienda gratis a la persona o familia que se encargase del bar, una mensualidad de apenas 10 euros de alquiler por el mismo y limitarse a pagar el 30% o el 40% de la luz según sea verano o invierno.
El tiempo ha pasado y su alcalde, Pedro del Olmo, junto al resto de su equipo de Gobierno, pueden asegurar que han conseguido su objetivo.
Desde primeros de mes ya hay una pareja de unos 50 años que ha dejado Tarragona para venirse a esta comarca de Guadalajara a buscarse la vida.
Imagen del bar municipal por fuera y por dentroUn pueblo de apenas 40 habitantes en invierno, situado a tan sólo 25 minutos de la capital, donde los iurestanos no podían consentir que tras la jubilación del anterior gestor el bar, el único lugar de encuentro de los vecinos echara definitivamente el cierre. ¿Dónde se reunirían ahora para charlar tomando algo, jugar a las cartas o, simplemente, pasar un rato con amigos?
De momento, la iniciativa cuajó. El correo facilitado por el Ayuntamiento de Irueste (ayuntamientodeirueste@gmail.com) ha recibido más de 4000 mensajes de gente interesándose, y todavía siguen llegando otros nuevos, de gente interesada por afincarse en Irueste, donde les han puesto bastantes facilidades.
"Hemos recibido correos de casi todas las partes del mundo. Yo creo que algunos han confundido Guadalajara de México con Guadalajara de España", remarca a La Tribuna, riéndose, Del Olmo, señalando que entre los correos había muchos de países de Latinoamérica, pero también de las islas o de Portugal, y que incluso algunos se habían acercado hasta el pueblo.
"Otros solo querían tener un sitio donde cobijarse y eso es porque hay mucha necesidad en este país", subraya.
No obstante, la pareja que lleva el bar desde principios de febrero parece estar contenta y para sus vecinos es "un aliciente", ya que abre de 12,00 a 16,00 horas y de 20.00 a 22,00 horas, normalmente.
El bar es el único punto de reunión de los vecinos y los iruesteros quieren seguir teniendo un lugar donde charlar, jugar a las cartas, tomar un aperitivo y pasar un rato con los amigos. Hasta este momento eran los propios vecinos los que lo abrían un rato por las tardes y en fines de semana para poder reunirse y charlar.
Aunque sigue siendo un gasto importante para el Ayuntamiento, Del Olmo cree que es una necesidad si se quiere que los pueblos sigan con vida. "Es el único sitio de charla con alguien y ver gente en invierno", abunda el alcalde.
Del Olmo reconoce que en invierno no sacarán mucho, pero "por eso se les subvenciona todo", y asegura que la cosa cambia en verano o en temporada de caza, ya que va más gente a la zona y piden comer en el bar.
"Necesitaban a alguien que tuvieran ganas de estar aquí y creo que puede funcionar", declara el regidor de este municipio, para quien la apertura del bar es esencial, especialmente en invierno, para que los vecinos puedan reunirse y charlar.