Tras superar una delicada situación económica que estuvo a punto de llevarle a la desaparición, el Club Deportivo Guadalajara disfruta, en la actualidad, de un momento dulce cargado de proyectos e ilusionantes perspectivas de futuro. Sin duda, la reciente cesión de la gestión y explotación del estadio Pedro Escartín al club morado por parte del Ayuntamiento de Guadalajara –un acuerdo rubricado hace apenas dos semanas– ha supuesto un acicate muy importante para la nueva etapa que la entidad afronta desde que en febrero de 2021 consiguió salir de una compleja situación de concurso de acreedores y liquidar la deuda de más de dos millones de euros que acumulaba con Hacienda, con la Seguridad Social y con numerosas empresas de la provincia. «Hemos pagado toda la deuda global que arrastraba el club. De hecho, ya estamos recibiendo subvenciones de las instituciones públicas y eso es porque tenemos certificados de estar al corriente de pago», confirma Carlos Dávila, presidente del C.D. Guadalajara.

Sobre esta cuestión, Ávila considera que la evolución del club ha sido «espectacular» en los últimos cuatro años, es decir, desde que llegó en 2018 como gestor nombrado por la administración concursal hasta la actualidad. «Parecía imposible pagar la deuda, parecía imposible salir del concurso de acreedores, parecía imposible ascender deportivamente de categoría y parecía imposible llegar a tener 3.500 abonados. Hoy, todos esos hitos los hemos conseguido, los estamos superando y, desde luego, los objetivos que nos marcamos son muchísimo más ambiciosos. Estoy convencido de que con la ayuda de la ciudad, de la afición, de todas las instituciones y, sobre todo, del tejido empresarial de la provincia lo vamos a conseguir», afirma con rotundidad. «Volver a transmitir confianza a la gente es el paso más importante que hemos conseguido en este tiempo», añade. Y es que, una vez logrado tan complicado reto, el Dépor tiene ahora por delante un futuro prometedor.

En ese futuro a corto y medio plazo se enmarca la próxima construcción de un gran edificio que se extenderá sobre los más de 130 metros de largo que ocupa la fachada del estadio Pedro Escartín en la calle Julián Besteiro. Esta actuación, valorada en casi 3,3 millones de euros, es una de la contraprestaciones que el club alcarreño asumió en el acuerdo de cesión suscrito con el Consistorio capitalino por un periodo de 50 años. En concreto, este nuevo edificio, que se acometerá por fases en función de las posibilidades económicas de la entidad, acogerá un bar-restaurante, un gimnasio, una residencia para deportistas, las oficinas del club y varias salas de formación, , entre otros servicios. «Vamos a intentar mejorar mucho las instalaciones del club siempre a favor de la ciudad de Guadalajara. Queremos darle un sentido deportivo a este complejo, pero que tenga muchas más utilidades para otros grupos y colectivos que no sean los propios futbolistas», indica el presidente. Según el contempla el convenio rubricado con el Ayuntamiento, este inmueble deberá estar terminado en un plazo máximo de 60 meses, es decir, antes de abril de 2028. 

No obstante, la intención del club es iniciar los trabajos de la primera fase «en cuanto tengamos los proyectos de los arquitectos aprobados y visados», asegura Carlos Dávila. «Estamos de reuniones con los arquitectos, pero creo que en los próximos doce meses podrán iniciarse las obras», detalla. En todo caso, Dávila se muestra mucho más ambicioso y asegura que la intención de la entidad que preside es «no quedarse ahí». «Nuestra idea es modificar el polígono entero del Pedro Escartín y poder hacer una instalación de la que toda la ciudad esté orgullosa y que toda la ciudad pueda utilizar. Ése es nuestro objetivo final, es lo que queremos, pero para eso necesitamos que nos acompañe todo el mundo y llenar las butacas de nuestro estadio», declara el presidente.

Anexos

Imágenes de estadio Pedro Escartín, que ahora gestiona el C.D. Guadalajara tras el acuerdo de cesión rubricado entre el club y el Ayuntamiento de Guadalajara. - Foto: Javier PozoPor el momento, los campos anexos al estadio continúan siendo de gestión municipal, si bien el equipo de Gobierno mostró su compromiso de sustituir el césped artificial, actualmente muy deteriorado. No obstante, si el equipo ascendiera en algún momento de categoría, precisaría de utilizar estos campos.

Aparte de la económica, otra las mejoras más notables que el C.D. Guadalajara ha experimentado en estos años se encuentra en la cantera, pasando de carecer de escuelas deportivas en 2018 a contar con 550 niños y niñas en la actualidad. «En 2019 conseguimos reflotar la cantera con mucho esfuerzo, y cada año no ha dejado de crecer. Es un aspecto en el que nos hemos enfocado mucho. Pero nuestra idea no es parar aquí, queremos que siga aumentado porque ése tiene que ser el futuro del club, de ahí tienen que salir los futuros jugadores del primer equipo», afirma Carlos Dávila.

Ámbito deportivo

En el terreno meramente deportivo, los responsables del club también realizan una valoración «muy positiva». Hay que recordar que el primer equipo logró el ascenso a la segunda división de la Federación Española de Fútbol la temporada pasada, logrando así el quinto ascenso en sus 75 años de historia.

Además, a falta de varios partidos para terminar la liga, ya tiene asegurada su permanencia en esta categoría al encontrarse en la posición novena con 42 puntos. «Somos debutantes en esta competición y las estadísticas nos dicen que el 80 por ciento de los equipos que ascienden de tercera a segunda vuelven a descender de nuevo, el cien por cien si nos fijamos en los de Castilla-La Mancha. Por eso, el hecho de poder mantenernos lo tenemos que valorar muy positivamente aunque, es cierto, que nuestra aspiración va a ser siempre ascender de categoría, queremos llegar al fútbol profesional lo más rápido posible teniendo los pies en el suelo y haciendo las cosas bien», explica el máximo representante del equipo morado, quien destaca los dos partidos de la Copa del Rey –contra la Ponferradina y el Elche– y el último disputado contra el Atlético de Madrid B –cuando se logró una entrada de casi 5.000 espectadores– como tres de los «más bonitos» de los disputados en casa esta temporada. «Creo que, poco a poco, la ciudad de Guadalajara nos va mirando, nos va acogiendo y estamos contentísimos de que quieran y puedan venir. Necesitamos de todo el mundo, de toda la ciudad y, poco a poco, vamos a ir haciendo un club mucho más grande entre todos», concluye.