Uno de los yacimientos de la geografía provincial que acogió este verano una nueva campaña de excavaciones arqueológicas fue Caraca. Por séptimo año consecutivo y gracias al convenio de financiación firmado entre la Diputación y el Ayuntamiento de Driebes, con el apoyo del Ayuntamiento de Brea del Tajo y la Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara, un equipo interdisciplinar dirigido por los arqueólogos y especialistas Javier Fernández, Emilio Gamo, Saúl Martín, Santiago David Domínguez e Irene Ortiz pudieron continuar investigando sobre la importancia que atesoró este estratégico enclave histórico.
En esta ocasión, las excavaciones se centraron en la necrópolis de época visigoda de más de 300 tumbas, localizada en 2021, con el fin de avanzar en el conocimiento de su cronología, estado de conservación, aspectos rituales y organización interna. «Este año, entre otras cosas, hemos podido excavar una sección al oeste de la necrópolis en la cual hemos encontrado un área de enterramientos infantiles», revela Emilio Gamo, uno de los directores de esta última campaña. «La deferencia en su sepultura hizo que fueran arropados por una almohada de piedra bajo la cabeza y sus respectivos catafalcos de madera registrados por las escuadras y clavos de hierro de la caja. En las sepulturas de individuos de corta edad no se observan reducciones como sí se observa en las de los adultos», detalla.
Otro hallazgo de relevancia que permitieron los trabajos en esta necrópolis visigoda fue la aparición de restos de cerámica de época carpetana (siglos III-I a.C) en el sector noreste. «Las fosas de los enterramientos visigodos destruyeron parte de sus niveles, pero el espacio entre inhumaciones ha permanecido intacto, revelando la existencia de un posible poblamiento fuera del oppidum carpetano de Caraca. No en balde, en este espacio se halló el conocido Tesoro de Driebes en 1945 con motivo de las obras de construcción del Canal de Estremera y, actualmente, conservado en el Museo Arqueológico Nacional», explica Emilio Gamo.
Bajo agua
En paralelo a la propia excavación, la segunda y novedosa línea de investigación llevada a cabo en Caraca durante el pasado agosto fue una prospección con georradar con el objeto de localizar vestigios vinculados a la ciudad romana o a épocas precedentes. Para ello se contó con un equipo técnico abanderado por Rafael Sabio, director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática, y por los investigadores Felipe Cerezo Andreo y Soledad Estrella Solana Rubio, de la Universidad de Cádiz. «Se utilizó un magnetómetro, que localiza la presencia de elementos metálicos en el cauce del río y, por otra parte, un perfilador de fondos que lo que hace es sacar secciones de la disposición del lecho fluvial y, por tanto, localizar estructuras constructivas. También se realizó una prospección con inmersión de buzos, de tal forma que fueran documentado esas estructuras», precisa Gamo, quien anuncia que «se han localizado unas estructuras», aunque «es un momento inicial de la investigación y hará falta hacer más campañas para poder determinar su naturaleza». Asimismo, tuvo lugar una prospección con georradar y con vuelo de dron en un lugar de la vega de Driebes, cercano a la necrópolis visigoda, donde existen unos restos de época romana alto imperial. « Todavía estamos en desarrollo de esos trabajos, pero creemos que se trata de un yacimiento rural romano de tipo villa, pero esas tareas quedan por terminar por lo que sería prematuro por mi parte dar resultados», indica este historiador. Como en años anteriores, el equipo investigador de Caraca celebró el 17 de agosto una jornada de puertas abiertas con visitas guiadas al yacimiento, que contó con una fantástica acogida por parte de la ciudadanía. En este sentido, Emilio Gamo recuerda que, junto con su vertiente científica, la Arqueología también tiene una «función social» que no es otra que «explicar a la sociedad la evolución, la historia de las sociedades pasadas porque ello nos puede dar enseñanzas para el futuro», de ahí que este tipo de iniciativas sean tan necesarias y convenientes.
Por último, este historiador del Museo Arqueológico Nacional espera poder realizar futuras campañas en Caraca ya que, según recuerda, se trata de «un yacimiento excepcional que esperamos que nos siga dando sorpresas agradables y nuevos datos para conocer la evolución histórica de esta comarca de la Alcarria Baja».